La emisora Live 95.5 de Portland, en los Estados Unidos, se convirtió en la primera estación de radio en utilizar la Inteligencia Artificial para la realización de un turno “en vivo” con una disc-jockey virtual.
Hace solo 10 días, el pasado 13 de junio, KBFF Live 95.5 presentó a su audiencia a «AI Ashley», una versión clonada de su presentadora del mediodía, Ashley Elzinga. La voz suena casi idéntica a la de Elzinga y se transmitirá a los oyentes todos los días entre las 10:00 a.m. y las 3:00 p.m.
¿Cómo suena AI Ashley? En el Twitter de la emisora, la verdadera Ashley Elzinga mostró un video de cómo grabó su voz y cómo la Inteligencia Artificial la replicó. Y en la misma publicación, se puede apreciar un video en el que su clon, AI Ashley, interactúa en vivo con un oyente.
Esto se puede apreciar en este enlace: https://twitter.com/live955/status/1668687147505954816/video/3
La tecnología sigue siendo muy nueva y hay todo tipo de teorías al respecto, unas a favor y otras en contra. De hecho, hace unas semanas yo ya les había compartido un artículo llamado “La gran pregunta: ¿Nos va a reemplazar la IA?” en el cual dejo recomendaciones para enfrentar los peligros que la I. A. (Inteligencia Artificial) puede traer a nuestra labor.
Pero mi artículo de hoy no se enfoca en ese tema.
En una entrevista con el portal TechCrunch, Phil Becker, vicepresidente ejecutivo de contenidos de Alpha Media, que posee u opera más de 200 emisoras de radio en Estados Unidos, dijo: “Es una situación híbrida en la que tendremos a la Ashley tradicional durante algunos segmentos, y tendremos a AI Ashley durante otros segmentos”.
En medio de esta gran y polémica innovación, Fred Jacobs, un reconocido gurú de la radio, también entrevistó al señor Becker para conocer más acerca de lo que representará la radio hecha por robots.
Resulta que, en la entrevista de Jacobs, Becker dice que el uso de la I. A. podría convertirse en uno de los 9 más grandes cambios de la industria de la radio. Ante esa aseveración, Jacobs llamó a esos cambios “Las 9 maravillas del mundo de la radio”.
Y Becker procedió a enumerar esos grandes hitos de la radio de esta manera: AM a FM, desregulación, medición de calificaciones, sindicación, seguimiento de voz, transmisión, podcasting, aplicaciones y RadioGPT.
¿A qué se refiere Becker? Veamos:
La radio ha presenciado numerosos desarrollos transformadores a lo largo de su historia, revolucionando la forma en que consumimos y creamos contenido de audio.
Desde los primeros días de la radio AM hasta la llegada de las tecnologías impulsadas por la I. A., cada etapa ha dejado una huella indeleble en la industria.
Vamos a ver de qué se tratan estas nueve maravillas en orden cronológico, cuál ha sido su impacto en la radiodifusión y cuáles podrían ser las implicaciones futuras de la inteligencia artificial para quienes trabajamos al aire en la radio.
“Las 9 maravillas del mundo de la radio”:
- De AM a FM:
La transición de la radiodifusión de AM (Modulación de Amplitud) a FM (Modulación de Frecuencia) marcó un momento crucial en la historia de la radio.
La FM ofrecía una mayor calidad de sonido, reducía la interferencia y permitía transmitir audio estéreo, revolucionando la experiencia del oyente y ampliando las posibilidades creativas para los radiodifusores.
De hecho, es muy posible que el éxito obtenido por emisoras de corte juvenil en los años 80, como Veracruz Estéreo y la Superestación en Colombia, por ejemplo, se hayan debido a que supieron aprovechar su presencia en la banda de F. M., lo que fue toda una novedad tecnológica para los jóvenes.
Y eso es algo natural: son los jóvenes quienes primero adoptan las nuevas tendencias. Y el impacto del cambio cobra más relevancia si se tiene en cuenta que este tipo de emisoras tocaban, en su gran mayoría, éxitos en inglés, idioma que muy pocos entendían en nuestro país.
- Desregulación:
Este es un tema que no aplica necesariamente en nuestro medio, pero que sí tuvo un gran impacto en los Estados Unidos.
Antes de la desregulación, en ese país existían restricciones estrictas sobre la propiedad de emisoras en un mercado determinado. Estas restricciones se implementaron para fomentar la diversidad de voces y evitar la concentración excesiva de poder en manos de unos pocos propietarios de medios.
Sin embargo, con la desregulación, se eliminaron muchas de estas restricciones, entre ellas el límite en la propiedad de estaciones de radio a nivel nacional, permitiendo que una sola empresa pudiera tener hasta ocho emisoras en una sola ciudad o mercado.
Esas limitaciones en la cantidad de emisoras que una sola entidad puede poseer en un área se basan en una escala que varía según el tamaño del mercado:
- En un mercado de radio donde haya 45 o más estaciones, una empresa puede poseer hasta ocho emisoras, de las cuales no más de cinco pueden estar en la misma área de servicio (AM o FM).
- Si hay entre 30 y 44 estaciones de radio, una empresa puede poseer hasta siete emisoras, de las cuales no más de cuatro pueden estar en la misma área.
- Si en la ciudad hay entre 15 y 29 estaciones de radio, una empresa puede poseer hasta seis emisoras, de las cuales no más de cuatro pueden estar en la misma área.
- Y si en un mercado existen 14 estaciones de radio o menos, una empresa puede poseer hasta cinco emisoras, de las cuales no más de tres pueden estar en la misma área, siempre que la empresa no posea más del 50 por ciento de todas las emisoras en ese mercado.
Se suponía que esta Ley de Telecomunicaciones abriría el mercado a más y nuevas estaciones de radio; en cambio, lo que hizo fue crear grandes monopolios. Las corporaciones más grandes podían comprar emisoras independientes más pequeñas.
Esto llevó a que, durante los cinco años posteriores a la firma de la ley, el número de propietarios de emisoras se redujera de 5100 a 3800, y permitió que empresas como iHeartMedia lograra tener, en la actualidad, más de 860 emisoras en todo el país.
Esta consolidación tuvo tanto aspectos positivos como negativos. Por un lado, permitió a las empresas de radio lograr economías de escala, mejorar la eficiencia operativa y brindar recursos y tecnología de vanguardia en todas sus estaciones.
También se abrieron oportunidades para la sinergia entre las diferentes estaciones, lo que permitió una mayor diversidad de formatos y opciones de programación.
Sin embargo, la consolidación también llevó a preocupaciones sobre la homogeneización de la programación y la disminución de la diversidad de voces. Con menos propietarios controlando más estaciones, algunas preocupaciones surgieron sobre la falta de perspectivas independientes y la posibilidad de una programación más estandarizada y menos local.
En general, la desregulación en la radio de los Estados Unidos permitió un mayor crecimiento y desarrollo de las empresas de medios de comunicación, pero también planteó desafíos en términos de diversidad y competencia en el mercado radiofónico.
- Medición de audiencias:
La llegada de técnicas de medición de audiencias, como encuestas y diarios de audiencia, permitió a los radiodifusores comprender las preferencias de su audiencia, adaptar el contenido y atraer anunciantes. Las mediciones de audiencia se han convertido en una métrica crucial para las emisoras para evaluar su éxito y tomar decisiones de programación informadas.
La evolución de las mediciones de audiencia de radio en Estados Unidos ha experimentado varios cambios significativos a lo largo del tiempo.
En 1936, Nielsen adquirió los derechos del Audimeter, un dispositivo que se conectaba a un radio para registrar cuándo estaba encendida y en qué estación estaba sintonizada. 8 años más tarde, esa misma empresa lanzó el llamado Nielsen Radio Index.
En 1949 apareció la Arbitron Ratings Co, primero midiendo las audiencias de televisión, pero luego concentrándose en la radio.
En países como Colombia, era común que se hicieran unas encuestas llamadas ‘coincidentales’ hasta la década de 1980. La metodología consistía en visitar hogares, tocar la puerta y preguntar cuál emisora estaban escuchando. También comenzaron a hacerse vía telefónica y el encuestado tenía que poner su radio al teléfono para comprobar que era cierto lo que mencionaba.
Aunque mostraba una audiencia real, solo podía hacerse en el día, necesitaba de una muestra gigantesca y no hacía seguimiento al comportamiento habitual de la gente, que a lo largo del día escucha diferentes emisoras a diferentes horas del día.
Esta metodología fue reemplazada por los llamados ‘diarios’, que se entregaban a un panel de oyentes previamente seleccionados y que debían llenar diariamente, anotando cuáles emisoras habían escuchado y a qué horas. Los cuadernillos se recogían cada semana durante una ‘oleada’.
Esta metodología, aunque suena anticuada, aún se sigue utilizando en varios países, incluyendo Estados Unidos, en particular en ciudades intermedias y pequeñas.
Hoy en día, las dos metodologías más usadas son las encuestas telefónicas por recordación (recall) y los llamados Medidores Portátiles de Gente, conocidos por sus siglas en inglés PPM, y que consisten en un dispositivo portátil que los participantes llevan consigo durante el día.
El dispositivo detecta códigos inaudibles incrustados en las transmisiones de radio, lo que le permite capturar datos precisos sobre la escucha. El PPM registra automáticamente el tiempo, la duración y la emisora sintonizada, proporcionando una medición precisa y detallada de la audiencia.
Estas mediciones se utilizan para determinar los índices de audiencia, analizar el rendimiento de los programas y las emisoras, y proporcionar información valiosa a los anunciantes para la toma de decisiones en la compra de espacios publicitarios.
- Sindicalización:
¿Alguna vez ha realizado un programa en su casa o en su emisora y se lo ha vendido (o regalado) a otra emisora? A eso se le llama ‘sindicalización’ o ‘sindicación’ de contenidos.
Esta posibilidad permitió la distribución de programas de radio populares a varias emisoras, ampliando su alcance y creando una plataforma para el talento nacional e internacional. Facilitó el surgimiento de personalidades icónicas y diversificó aún más las opciones de programación.
Esto ha sido muy común en Estados Unidos, donde había tantas emisoras independientes, especialmente antes de la desregulación. Ha sido una excelente herramienta para llenar espacios en los que no hay locución o donde se quieren presentar buenas producciones de radio, imposibles de realizar localmente.
De esta forma, una pequeña emisora de pueblo podía contar con programas realizados en las grandes cadenas de radio, teniendo así acceso a las voces, talentos y periodistas más prestigiosos del país.
Programas como el “American Top 40” son un ejemplo perfecto de sindicación, y hoy en día es común, por ejemplo, que un Morning Show exitoso, un programa de opinión o de consejos de una ciudad sea vendido a otras emisoras para su retransmisión.
De esta forma, la producción de radio mejoró para la audiencia, que de esta forma podía encontrar programas de gran calidad sin importar si la emisora que los transmitía era humilde o de una población pequeña.
- Voicetracking:
Esta técnica permite que locutores graben contenido de forma remota para ser insertado sin problemas en otras emisoras. De esta forma, en lugar de contratar locutores de planta, muchas estaciones, especialmente pequeñas, han podido tener voces profesionales presentando la música.
En lugar de presentar el programa en vivo en tiempo real, los locutores graban segmentos de voz, incluyendo enlaces, promociones, presentaciones de canciones y otros elementos de programación.
Estas grabaciones se realizan dentro de la misma empresa, desde la casa del locutor o desde empresas especializadas que ofrecen este servicio. Luego se envían por correo o se descargan por internet, se programan y se insertan en la programación de radio según un horario predeterminado.
El voicetracking ha sido una solución eficiente para muchas estaciones de radio, ya que les permite aparentar que tiene locutores en vivo mientras reducen los costos operativos y mantienen una calidad de programación constante.
Esta innovación aumentó la eficiencia, redujo costos y facilitó una programación más flexible, aunque también afectó el mercado laboral, contribuyó a que se perdiera el sentido local y excluyó, en gran medida, la interacción del público con los locutores.
- Streaming:
Este término se refiere a la tecnología usada para retransmitir en vivo y de forma simultánea, la señal original de una emisora de AM/FM a través de internet.
La aparición del streaming llevó la radio al ámbito digital, permitiendo que los oyentes accedan a sus emisoras y programas favoritos sin importar dónde se encuentren. Las plataformas de streaming permitieron a los radiodifusores ampliar su audiencia más allá de las limitaciones geográficas e introdujeron funciones interactivas.
Pero lo más importante, tal vez, es que, con la aparición de tantas plataformas digitales de audio y el uso creciente y masivo de los teléfonos inteligentes, ahora la radio se puede escuchar en estos dispositivos, en tablets y computadores desde cualquier lugar, incluyendo los vehículos de transporte.
Esto ha hecho que mucha parte de la audiencia de radio, hoy en día, no lo haga a través de los receptores tradicionales sino a través de los dispositivos que puedan reproducir la señal de internet. De hecho, y de acuerdo con el estudio Share of Ear 2023, el 20% de los oyentes de radio entre 25 y 54 años lo hacen por streaming en Estados Unidos.
La aparición del streaming también les ha abierto las puertas a muchas personas que quieren montar su propia emisora, haciendo que la radio que se emite sea más democrática, puesto que la radio tradicional está controlada por el Estado y es muy difícil para una persona hacerse a una frecuencia de radio.
Pero el hecho de que cualquier persona pueda crear su propia emisora ha hecho que la calidad no sea la mejor. Además, existe tal cantidad de emisoras que es muy difícil que una de ellas alcance audiencias masivas por la inmensa fragmentación que se crea.
- Podcasting:
El podcasting revolucionó la creación de contenido de audio, empoderando a individuos y radiodifusores para producir programas bajo demanda con un atractivo de nicho. Creó un nuevo canal para contar historias, perspectivas diversas y programación especializada.
La radio se ha beneficiado de esta herramienta de comunicación de muchas formas.
- Los podcasts son perfectos para ofrecer temas y contenidos especializados que no tienen espacio en la emisora.
- Los podcasters tienen libertad de expresión sin arriesgar controversias, ataques o pérdidas de audiencia de la emisora.
- Los podcasts ofrecen flexibilidad y accesibilidad. Por estar pregrabados, pueden ser editados y producidos con más elementos. Además, puede ser escuchados en el momento que se quiera. Pueden ser adelantados, retrocedidos o pausados, para seguir siendo escuchados más tarde.
- La radio es masiva, y sus temas son más universales. Los pódcasts, en cambio, se enfocan en nichos, lo que permite tocar temas especializados que ningún programa de radio ofrecería.
- Los podcasts son fáciles y económicos de producir. No se necesitan grandes herramientas. De hecho, basta un teléfono para grabar uno y colgarlo en alguna plataforma gratuita o en la página de la emisora.
- Ofrecen otra opción de monetización. Los anunciantes pueden patrocinar programas o episodios específicos de pódcasts, y pueden generar ingresos a través de suscripciones, donaciones o acuerdos de publicidad.
- Permiten a las emisoras de radio ampliar su alcance y llegar a nuevas audiencias en todo el mundo, ya que el contenido puede ser distribuido y descubierto en plataformas digitales a nivel global.
- Aplicaciones:
Las aplicaciones de radio transformaron la forma en que los oyentes se relacionan con sus emisoras favoritas. Estas aplicaciones ofrecen una accesibilidad mejorada, recomendaciones de contenido personalizadas y funciones interactivas, haciendo que la radio sea más versátil, atractiva y personalizable.
Mediante las apps, los oyentes pueden escuchar en vivo la emisora, encontrar noticias, información de los eventos y actividades, participar en concursos, crear listas de reproducción personalizadas y, lo más importante, interactuar con la audiencia.
Al instalar la app en su teléfono, el oyente ya no tiene que ir a buscar su emisora favorita, sino que la encuentra fácilmente. Además, tiene acceso a programas bajo demanda, pódcasts y archivos de audio previos.
Cuenta con funciones de búsqueda y exploración para descubrir contenido específico, tiene la posibilidad de marcar programas o segmentos favoritos y opciones de personalización y recomendaciones basadas en los gustos del usuario.
El oyente también cuenta con interacción con los talentos, como comentarios, encuestas y chats en vivo. Recibe notificaciones sobre eventos especiales, promociones o actualizaciones de programación y encuentra información detallada sobre los programas y los locutores.
Además, le permite a la emisora una integración con redes sociales para compartir contenido o seguir la emisora en plataformas adicionales.
- RadioGPT:
Este último punto puede ser el más polémico, no solo porque es algo demasiado nuevo que apenas está en fases de experimentación e implementación, sino por los peligros que podría ofrecer en cuanto a reemplazo de talentos por robots.
Como se sabe, RadioGPT es un modelo de lenguaje impulsado por I. A. que tiene el potencial de generar contenido dinámico, ayudar en la investigación, agilizar los flujos de trabajo de producción y personalizar la experiencia auditiva.
En el lado positivo, al aprovechar la I. A., los profesionales de la radio pueden descubrir nuevas avenidas creativas y optimizar sus operaciones, especialmente cuando no se cuenta con las posibilidades económicas de contratar talentos o se necesita llenar espacios difíciles, como las madrugadas, los fines de semana y las vacaciones.
La I. A. también puede agilizar tareas repetitivas, como la investigación, la curación de contenido y la edición, liberando al talento para centrarse en aspectos creativos y estratégicos. También puede facilitar recomendaciones personalizadas, mejorando la participación y satisfacción de la audiencia.
Sin embargo, surgen preocupaciones sobre la posible sustitución del talento. Si bien la I. A. puede automatizar ciertas funciones, no puede replicar las cualidades únicas que aportan los locutores humanos, como la emoción, la intuición y la improvisación.
El talento seguirá siendo crucial para proporcionar autenticidad, conexión y adaptabilidad en un panorama mediático en constante evolución.
Conclusión
Estos nueve acontecimientos tecnológicos han provocado cambios radicales en la radio. Han mostrado cómo la tecnología ha permitido mantener su vigencia y sus audiencias masivas, y han demostrado cómo ha sabido adaptarse a las nuevas tendencias del público ante el consumo de medios.
Cambios como el de la llegada de la Inteligencia Artificial y sus robots a la radio son imparables. No hay forma de detenerlos. Por esta razón, en lugar de quedarse mirando al pasado, sabiendo que la I. A. es una realidad, los profesionales de radio deben adoptar la tecnología, adaptar sus habilidades y flujos de trabajo en consecuencia.
A pesar de las amenazas a nuestro trabajo como talentos de radio, la I. A. puede convertirse en un valioso colaborador, capacitando al talento para explorar formatos innovadores, dirigirse a audiencias de nicho y descubrir nuevas fuentes de ingresos.
Además, nos exige ser más creativos, más estudiosos, a trabajar de manera más profesional y a tratar de interactuar con la audiencia de tal forma que se den cuenta fácilmente cuándo les habla un robot y cuándo están siendo acompañados por un verdadero talento humano que los entiende, que los acompaña y los complace.