19 razones por las que es mejor trabajar en radio ahora que antes

Esta semana estuve leyendo una de esas publicaciones apocalípticas que, al igual que en los inicios de la radio, hablan de su “debacle universal”.

Gustavo Álvarez Gardeazábal, un reconocido periodista colombiano, publicó una nota llamada “La lenta agonía de la radio” en la que, en tono nostálgico y pesimista, casi de despedida, concluye que la radio colombiana, que fue esencial para el desarrollo del país, está agonizando por culpa de las pantallas, de la pérdida de relevancia de los receptores y, sobre todo, por las malas decisiones empresariales que han debilitado su esencia y acelerado su caída.

Y deja frases tan duras como esta: “… como el acelere es universal, la radio está pasando de moda y se nos está yendo de las manos sin darnos lástima verla agonizar y sin que le prestemos una mano agradecida. La desaparición de los radios receptores, el auge de las pantallitas y la invasión de los videos la fueron llevando a la postración”.

Este tipo de comentarios provienen, la mayoría de las veces, de personas como él que, en su momento, vivieron de las mieles de la popularidad gracias al medio que ahora tanto critican, y que fueron despedidos de las emisoras por diversas razones y no volvieron a encontrar trabajo en la radio.

No quiero tapar el sol con un dedo, tratando de ocultar las dificultades que enfrentan los medios tradicionales frente a los digitales, pero en general, tanto como en Colombia como en el resto del mundo, la radio sigue siendo poderosa, con audiencias masivas, y trabajando en adaptarse a las nuevas realidades.

Solo para hablar de cifras, miremos lo que sucede en algunos países:

• Estados Unidos: Según Pew Research Center, aproximadamente 82 % de la población de 12 años o más escucha radio semanalmente.
• Reino Unido: Según RedTech, cerca del 88 % de la población escucha radio semanalmente.
• Francia: Según la misma RedTech, alrededor del 84 % de la población escuche radio semanalmente.
• Australia: De acuerdo con Getdigitalradio.com, la radio sigue siendo popular, con un alcance similar al de otros mercados maduros — en torno a 78 % para radio en general, según estimaciones recientes.
• México: Se reporta una “penetración” de radio de alrededor de 98 % (hogares con al menos un receptor o con posibilidad de acceso)
• Colombia: De acuerdo con el más reciente ECAR, el 66.6 % de la población escuchó radio el día de ayer, es decir, 2 de cada tres personas. En Cali es el 75.2 %, en Medellín es el 72 %, en Barranquilla, el 68.8 % y en Bogotá, el 67.3 %.

Lo que sí es cierto es que el negocio se está moviendo a otros territorios, y aunque el tema de facturación está golpeando a las empresas de radio a pesar de sus grandes audiencias, el cambio y la transformación del medio también generan oportunidades, creatividad, nuevos empleos y nuevas fuentes de ingresos.

Sí, trabajar en radio hoy en día es mucho mejor que antes. Yo sé que hay gente que dirá que todo tiempo pasado era mejor y que ya no es lo mismo de antes. Pues, a esos escépticos quiero mostrarles 19 razones de por qué es mejor trabajar en radio ahora que antes.

1. Ahora existen infinitas formas de demostrar su creatividad

¿Usted tiene una gran idea? En los años 80 y 90, si usted era un locutor de radio, la música era una buena disculpa para hacer una salida al aire… pero de ahí no pasaba.

Ahora, a esa misma información se le puede sacar mucho jugo: puede compartirla en Facebook, puede hacer un video de YouTube o TikTok, puede hacer una campaña digital exponencial e integrada. Puede publicarla en un blog o en un vlog.

Y esto sin hablar de los Podcasts. La radio es ahora una bestia creativa multiplataforma con hambre de contenidos, y necesita locutores de radio que la alimenten.

2. La tecnología hace que su trabajo sea más fácil y su contenido superior

Cuando comencé a trabajar en radio, una cuchilla era la mejor amiga de un productor, que editaba cortando y pegando las cintas de grabación.

Hoy en día, un locutor tiene un banco de tecnologías de edición digital al aire que hacen ver realmente obsoletas todas esas opciones antiguas. Además, se cuenta con herramientas muy poderosas: internet, I. A. y redes sociales.

3. En este siglo es más saludable ser un locutor

¿Puede imaginarse cómo sería estar metido en una cabina de locución llena de humo de cigarrillo durante 6 horas seguidas? Si usted es mayor de 40 años, probablemente la respuesta sea ‘sí’, pero si es menor seguramente dirá que no.

Se lo aseguro: eso es algo realmente repugnante. Y eso que no le he mencionado cuando en las cabinas de radio la gente almorzaba, bebía, usaba drogas y se ‘entretenía’ con sus fanáticas…

4. Hay muchas más formas de entrar a trabajar en radio que antes

Como mínimo, ahora hay el doble o el triple de emisoras que cuando yo comencé a hacer radio, por allá a mediados de los años 70. Obvio, hay más competencia, pero también se ha ido especializando esta labor.

Hoy en día, especialmente las emisoras musicales, están llenas de programas con varios integrantes (en la mañana, en la tarde, en la noche, en fines de semana)

5. Es más fácil ser una estrella nacional o global

Gracias a las redes sociales, a los podcasts y a los teléfonos inteligentes, usted puede hacerse viral con un video o conectarse con públicos internacionales mediante un podcast.

La internet, los videos, los reels y el streaming en vivo también significan la posibilidad de obtener un reconocimiento más amplio de su trabajo sin importar en qué emisora esté trabajando.

6. Ya no se necesita de una «voz de locutor» para triunfar

Lo que importa en la actualidad no es una voz grave, profunda y pulida sino una personalidad auténtica e interesante. Ya no se trata de disc-jockeys gritones y que hablan a mil por hora sino locutores cercanos a su audiencia, que saben conectarse con comentarios cortos, entretenidos y muy conectados con la realidad de su público.

7. Usted puede llevarse su base de seguidores a otro lado

Hace tan sólo 10 años, cuando uno se retiraba de una emisora (por el motivo que fuera), prácticamente había que comenzar otra vez a conquistar una nueva audiencia y esperar a que en su nueva estación lo promocionaran lo suficiente.

En la actualidad, las redes sociales, las plataformas de video, los podcast y los blogs y las bases de datos de correo electrónico les han permitido a los que sus audiencias sean ‘portátiles’.

Puede que a los dueños de las emisoras no les guste esto, pero es un fenómeno que cada vez se extiende más. Los talentos al aire bien conectados pueden llevarse consigo a miles de oyentes a su nuevo espacio.

8. Internet -Google, Wikipedia y especialmente las plataformas de I. A.- son sus mejores fuentes de material

Preparar el material para su turno o programa ya no implica recortar con tijeras y pegar esos recortes en un cuaderno.

Hoy en día el mundo está a su alcance gracias a la web (incluso basta pronunciar «Alexa», “Hey, Siri” o «Hey, Google» para buscar información), lo que hace que cada vez sea más fácil y en tiempo real el encontrar lo que se busca.

Y la llegada de la inteligencia artificial ha abierto un espectro rico y gigantesco de opciones para conseguir material, redactarlo bajo sus condiciones y entregarlo de manera única y personalizada.

9. La oportunidad de escuchar prácticamente cualquier emisora del mundo

Uno de mis hobbies era grabar emisoras de los sitios que visitaba. Aún conservo cientos de casetes de emisoras de todo el mundo. Eso ya no hace falta hoy en día. Gracias al streaming en vivo, prácticamente cualquier estación de radio o DJ del mundo están disponibles con un clic o dos.

En los inicios de la radio, la mayoría de las carreras de los locutores se inspiraban en las voces más reconocidas de la ciudad, el país o el mundo. Hoy en día es mucho más fácil escucharlos a todos sin gastar un centavo.

10. Hay que estar siempre en contacto con la audiencia (y con la industria)

Gracias a las redes sociales, la gente es la que tiene la palabra. Ahora es el público quien le brinda retroalimentación sobre lo que dice, la que participa activamente en sondeos e incluso el que lo corrige cuando usted comete un error.

Ya no hay que esperar a que suene el teléfono. Y los grupos de Facebook y WhatsApp facilitan conectarse con colegas de la industria en busca de consejos, lluvias de ideas o incluso en conseguir un hombro sobre el cual llorar.

11. Hay más mujeres al aire

De acuerdo, todavía no se logra una proporción de 50/50 en esta «batalla de los sexos» de la radio, pero la brecha se ha reducido considerablemente a lo largo de los años. Sí, todavía hay un largo camino por recorrer, pero hoy en día es más fácil encontrar mujeres en los mejores horarios, incluyendo los de la mañana.

12. Los podcasts abren un mundo de creatividad… y ayudan a expandir su personalidad

Casi todos los que trabajamos en radio tenemos intereses que van más allá de los parámetros tradicionales y de los límites que imponen un programa o un formato, pero gracias al podcasting, un locutor de un programa de la mañana que le encanta cocinar puede crear, por ejemplo, un podcast acerca de comida.

Incluso aquellos locutores que no son tenidos en cuenta para participar en un programa tienen la oportunidad de mostrar más de su personalidad realizando sus propios podcasts o videos en YouTube, TikTok, Reels y demás opciones.

13. Usted puede hacer mucho más que un turno

La necesidad de personalidades al aire altamente calificadas va, hoy en día, más allá de lo que hacen durante su turno o programa de radio.

La edición de videos, la destreza en redes sociales, las habilidades de locución y la capacidad de ser un verdadero embajador de su emisora nunca habían estado tan solicitadas como ahora.

Además de los nuevos puestos de trabajo en emisoras y empresas de comunicaciones, (ventas digitales, creación de contenido de video, marketing de eventos), cada vez se necesita gente con habilidades más diversas.

Los talentos que puedan llenar esos vacíos pueden agregar una propuesta de valor aún más grande a las compañías y marcas que representan.

14. La radio se apoya hoy en datos reales y en tiempo real

Antes, un locutor trabajaba casi a ciegas: no sabía quién lo escuchaba, a qué hora, desde dónde, ni qué partes del programa generaban mayor atención.

Hoy, gracias al análisis digital —desde estadísticas de streaming hasta herramientas que permiten medir interacción en redes o en las apps de las emisoras— los talentos pueden ajustar sus contenidos según comportamientos reales de la audiencia.

No se trata solo de “tener buen instinto”, sino de tomar decisiones informadas que potencian su impacto.

15. La conversación entre la radio y sus oyentes nunca había sido tan rica

En el pasado, la interacción dependía exclusivamente del teléfono o de las cartas. Hoy, un tema tratado al aire puede generar cientos de respuestas en redes, audios por WhatsApp, encuestas en plataformas propias e incluso videomensajes de los oyentes.

La relación ya no es un monólogo sino un ecosistema emocional en tiempo real, donde la audiencia se siente parte activa del programa. Y donde el locutor puede crear una comunidad fiel, vibrante y muy participativa.

16. La imagen del locutor ahora es una marca en sí misma

Antes, la “marca” era la emisora. El locutor era importante, sí, pero estaba completamente ligado al nombre de la estación.

Hoy, los talentos pueden construir una identidad propia que convive con la marca de radio: un estilo, una línea editorial, una voz reconocible, un universo visual, una narrativa que trasciende el dial.

Esto abre puertas a conferencias, cursos, alianzas comerciales, podcasts independientes, eventos en vivo y un número creciente de oportunidades profesionales.

17. La radio sigue siendo un espacio de compañía emocional donde ninguna plataforma compite igual

Las plataformas de streaming pueden ofrecer millones de canciones, pero ninguna habla, escucha, ríe o acompaña. Puede que existan muchas ofertas digitales impersonales, pero la radio sigue siendo uno de los pocos medios donde hay personas reales conversando con personas reales.

Esa conexión humana -esa compañía del locutor en la cocina, en el bus, en el taller, en la madrugada- se ha convertido en un valor que hoy es más apreciado que nunca, especialmente en momentos de incertidumbre, soledad e, incluso, depresión.

18. Los eventos y experiencias presenciales son un nuevo motor de crecimiento

Festivales de emisoras, transmisiones en vivo desde centros comerciales, meet-and-greet con artistas, activaciones de marca, caminatas, conciertos locales… La radio ha recuperado (y multiplicado) su músculo social.

Ahora la radio, además de acompañar, se ha vuelto muy poderosa en su poder de convocatoria. Y para los locutores esto significa más visibilidad, más contacto con la gente, más oportunidades de convertirse en referentes locales y más posibilidades de generar ingresos adicionales.

19. La Inteligencia Artificial potencia al locutor

Sí, hay herramientas que escriben textos, procesan audio, editan video, subtitulan o transcriben, pero ninguna puede duplicar la sensibilidad, la intuición, el humor, la improvisación y la humanidad de un buen locutor.

Lo que sí puede hacer la I. A. es permitirle preparar mejores contenidos en menos tiempo, investigar más rápido, producir mejor audio y liberar tiempo para lo que verdaderamente importa: ser una voz cercana, auténtica y humana frente a una audiencia que lo valora cada día más.

Conclusión:

Esta semana, un exjefe creyó burlarse de mí diciendo que soy un «romántico de la radio” pero, por el contrario, me pareció el mejor ‘piropo’ que él o cualquier persona me pueda haber entregado. Sé que lo soy y eso me enorgullece.

Pero, además de defenderla con pasión y amor, también tengo los datos y argumentos para afirmar que la radio sigue siendo importante y un excelente lugar para trabajar.

La lista que presenté podría ser mucho más larga. Tal vez usted podría agregar sus propias ideas, e incluso comentarlas aquí mismo, en esta página.

Al observar el ambiente radiofónico de hoy mediante una mirada diferente podemos darnos cuenta de cómo la radio ofrece muchas más opciones hoy en día de lo que pasaba anteriormente.

Toda industria, especialmente la del arte y el entretenimiento, debe evolucionar a medida que los gustos y las sensibilidades cambian con los tiempos. Y, por supuesto, la tecnología también altera el campo de juego y la forma como debe jugarse.

Por todo esto no me cabe la menor duda de que trabajar en radio hoy en día es mejor que en todas las épocas anteriores.