En mis épocas de director de programación de emisora y conductor de Morning Show era muy común que las casas disqueras me invitaran a diferentes lugares a realizar entrevistas con artistas importantes y reconocidos.
Yo, que no estudié comunicación social ni periodismo, aprendí a hacer radio de forma empírica, la mayor parte del tiempo sin un tutor que me fuera enseñando cómo realizar diferentes labores de mi trabajo.
En pocas palabras, mi aprendizaje, la mayor parte de mi carrera, ha sido a punta de prueba y error.
Claro, con el paso del tiempo, con la madurez, la experiencia adquirida a través de los años y el afán de profesionalizar mi carrera, probablemente he mejorado muchos aspectos, pero, para el tema del que voy a hablar acá, todavía no me considero un gran entrevistador.
Y mis inicios en este campo fueron bastante torpes.
Recuerdo, por ejemplo, que alguna vez fui invitado a Miami a entrevistar a nadie menos que Miguel Bosé. Como se sabe, se trata de un artista muy serio y exigente, y muchas veces no acepta preguntas que considera tontas o irrelevantes.
Para esa ocasión, lo cierto es que yo no preparé nada. Estaba más ilusionado con el viaje a Miami que con el momento que me habían dado para conversar con él.
Yo conocía algo de su carrera, me gustaba su música, había visto algunas de sus películas, pero en esa entrevista yo esperaba simplemente conocer más acerca de su historia, de su personalidad y profundizar en sus éxitos y fracasos.
En ningún momento me imaginé que me iba a encontrar con una larga fila de periodistas invitados, todos presenciando cada entrevista al cantante, que estaba sentado en una cómoda poltrona, iluminado por todo tipo de reflectores y luces de televisión.
Al ver toda esta cantidad de gente presenciando cada entrevista, seguramente muchos de ellos profesionales, me entraron los nervios. Pero lo peor es que había un coordinador, cronómetro en mano, contando los 5 minutos de entrevista a los que tendría derecho cada periodista.
¡5 minutos! Y yo que pensaba que iba a tener al menos media hora…
Luego de esperar un par de horas haciendo fila me llegó el turno. Nervioso, me acerqué al cantante y comencé a preguntarle por sus inicios… ¡Esperaba que me contara toda su vida, obra y milagros en esos 5 minutos!
Y cuando solo me había respondido un par de preguntas, el coordinador empezó a hacerme señas para que terminara la entrevista, lo que había que cumplir a rajatabla.
Y así terminó mi frustrada entrevista, uno de esos terribles momentos que quisiera borrar de mi mente. Todavía hoy me castigo pensando cómo fue que desperdicié esa magnifica oportunidad de hablar con una de las más grandes leyendas de la música Pop en nuestro idioma.
Aprendizaje
Fueron muchos los errores que cometí en esa ocasión. No había preparado nada. No tenía claro qué le iba a preguntar. No les pregunté a los de la disquera cuánto tiempo tendría para hablar con el artista.
No sabía que habría más gente allí. No me imaginaba que tendría un “público” muy crítico y profesional mirándome hacer la entrevista, sentado junto al cantante e iluminado por los reflectores.
Y lo peor: no tuve en cuenta que, obviamente, lo que más les interesaba a ellos era que le preguntara por su nuevo trabajo, que era lo que realmente estaba promocionando y que yo, en mi falta de preparación, no hice.
Lo cierto es que, aunque esa entrevista fue un gran fracaso, me dejó grandes enseñanzas que seguramente me sirvieron para no volver a cometer ese tipo de errores en ocasiones posteriores y, en general, para trabajar mejor con los invitados a los programas en los que yo participaba.
Y para que a usted no le pase lo mismo, para evitarle una vergüenza futura, he querido compartir unas recomendaciones basadas en las conclusiones que he ido sacando a través del tiempo, algunas de ellas basadas, seguramente, en errores cometidos por mí.
Espero que estos consejos sean de gran ayuda para usted, especialmente si es novato o si está a punto de realizar su primera entrevista:
- Prepare las preguntas de antemano.
Conozca de antemano acerca de la persona que va a entrevistar: su trayectoria, sus logros, sus opiniones, sus intereses, etc. Así podrá preparar preguntas relevantes, originales y pertinentes que le hagan justicia a su perfil y que capten la atención de los oyentes.
- Conozca y aproveche los recursos técnicos.
Aproveche las ventajas que le ofrece la radio, como la música, los efectos de sonido, las grabaciones, las llamadas, etc. para amenizar, ilustrar y complementar la entrevista. Pero no abuse de ellos ni los use de forma innecesaria o inadecuada. Recuerde que el protagonista es el invitado y que los recursos técnicos deben servir para realzar su mensaje, no para opacarlo.
- Verifique la calidad del sonido.
Antes de la entrevista, compruebe que todo el equipo esté funcionando correctamente: el micrófono, los auriculares, los altavoces, la consola, etc. Ajuste el volumen, la distancia y la posición del micrófono, y haga pruebas de sonido con su invitado. Así evitará problemas técnicos, interferencias, ruidos o distorsiones que puedan afectar la calidad de la entrevista.
- No improvise ni confíe en su memoria.
Tenga un guion con las preguntas que quiere hacerle a su invitado, ordenadas por temas y prioridades. Así podrá estructurar la entrevista, evitar los silencios incómodos y controlar el tiempo.
- Haga una entrevista previa.
Antes de la entrevista, contacte con su invitado para presentarse, explicarle el formato y el objetivo de la entrevista, y hacerle algunas preguntas preliminares que le ayuden a conocerlo mejor y a establecer una conexión. Así podrá crear un ambiente cordial, anticipar posibles problemas y generar confianza.
- Adapte su estilo al invitado y al público.
No hay una única forma de hacer una entrevista. Dependiendo del tipo de invitado, del tema y del público, puede adoptar un tono más formal o más informal, más serio o más divertido, más crítico o más complaciente. Lo importante es que sea respetuoso, empático y profesional, y que mantenga el interés de los oyentes.
- Sea usted mismo.
No trate de ser alguien que no es. Los oyentes pueden detectar la falsedad, así que sea usted mismo y deje que su personalidad brille.
- Sea conversacional.
No lea las preguntas como si fueran un interrogatorio. Intente que la entrevista sea una conversación fluida, natural y dinámica, en la que intervenga con comentarios, opiniones, anécdotas o bromas que enriquezcan el diálogo y que muestren su personalidad y su complicidad con el invitado.
- Sea respetuoso.
Trate a su invitado con respeto, incluso si no está de acuerdo con él. No lo interrumpa, no lo insulte y no lo haga sentir incómodo.
- Respete el tiempo.
No alargue ni acorte la entrevista más de lo debido. Respete el tiempo que ha acordado con su invitado y con el programa, y adminístrelo bien. No haga preguntas demasiado largas ni demasiado cortas, ni deje que el invitado se extienda demasiado o se quede corto. Controle el reloj y sea capaz de adaptar, resumir o ampliar la entrevista según sea necesario.
- Comience con preguntas seguras.
No empiece la entrevista con preguntas difíciles, polémicas o comprometedoras. Empiece con preguntas sencillas, generales y amables, que sirvan para presentar al invitado, para romper el hielo y para crear un clima de confianza. Así podrá ir calentando motores, ganando credibilidad y preparando el terreno para las preguntas más interesantes.
- Desarrolle preguntas interesantes.
Evite las preguntas cliché. En lugar de eso, formule preguntas que revelen aspectos únicos de la personalidad y la carrera de su invitado.
- Conéctese emocionalmente.
Busque formas de establecer una conexión emocional con su audiencia y sus invitados. Las historias personales y las experiencias compartidas pueden ser poderosas.
- Promueva la empatía.
Trate de comprender la perspectiva de su invitado y comparta historias que resalten la humanidad en todos nosotros.
- Escuche activamente.
No se limite a hacer las preguntas y a esperar las respuestas. Preste atención a lo que dice su invitado, muestre interés, asienta, pregunte, replique, profundice, reformule, resuma, etc. Así demostrará que está atento, que le importa lo que dice y que quiere entenderlo mejor.
- Maneje silencios con confianza.
No tema los momentos de silencio. A veces, permitir pausas estratégicas puede generar respuestas más reflexivas.
- Sea flexible.
No se aferre al guion que ha preparado. Está bien tener un plan, pero también debe estar dispuesto a adaptarse a las circunstancias, a seguir el hilo de la conversación, a explorar nuevos temas, a cambiar el orden o el tono de las preguntas, etc. Así podrá aprovechar las oportunidades, las sorpresas y las novedades que surjan durante la entrevista.
- Gestione situaciones difíciles con elegancia.
Enfrente cualquier conflicto o situación incómoda con profesionalismo. Sea diplomático y evite confrontaciones innecesarias.
- Cuide su expresión verbal y no verbal.
No solo importa lo que dice, sino cómo lo dice. Procure hablar con claridad, fluidez, entonación y ritmo adecuados, sin muletillas, tartamudeos, repeticiones o interrupciones. También cuide su postura, su gestualidad, su mirada y su sonrisa, que transmitan seguridad, confianza y simpatía.
- Termine con preguntas abiertas.
No termine la entrevista con preguntas cerradas, que se puedan responder con un sí o un no. Termine con preguntas abiertas, que inviten al invitado a reflexionar, a opinar, a proyectar, a recomendar, etc. Así podrá dejar una buena impresión, generar expectativa y darle al invitado la oportunidad de expresarse libremente.
- No se quede con dudas.
Si no entiende algo que dice su invitado, no tenga miedo de pedirle que lo aclare, que lo explique o que lo repita. No asuma que sabe lo que quiere decir o que los oyentes lo saben. No deje pasar las dudas, las contradicciones o las incoherencias. Sea curioso, crítico y riguroso, y no se conforme con respuestas vagas, evasivas o falsas.
- Sea paciente.
Las entrevistas pueden ser largas y agotadoras, así que sea paciente con su invitado. No se apresure a terminar la entrevista. Dele tiempo para expresarse.
- Agradezca y despida.
Al final de la entrevista, no olvide agradecer a su invitado por su tiempo, su disposición y su colaboración. Hágale un elogio, una felicitación o una recomendación, y despídalo con cordialidad y respeto. También agradezca y despida a los oyentes, y anuncie lo que viene a continuación en el programa.
- Busque constantemente mejorar.
Escuche grabaciones de sus entrevistas, reciba retroalimentación y busque oportunidades para crecer como entrevistador. Pídale a alguien que escuche sus entrevistas y le dé feedback. La mejora continua es clave en este campo.
- Disfrute.
Las entrevistas, si están bien preparadas y ha tenido en cuenta los puntos anteriores, pueden ser muy gratificantes. Disfrute del proceso de conocer a personas nuevas y aprender cosas que no sabía.
Conclusión
Hoy en día, cuando es tan fácil para cualquier persona entregar contenidos de todo tipo, hay que tratar de ser mucho más profesional.
Si bien la competencia en la era analógica era fuerte, en esta época va a encontrar mucha más gente compitiendo contra usted, no solo para radio sino para pódcasts, videos de YouTube, TikTok, blogs, portales especializados y todo tipo de nuevas plataformas y redes sociales.
Estudie, ensaye, practique, escuche sus grabaciones, aprenda de sus errores, insista, no se rinda, y aproveche la tecnología, que le permite hacer experimentos en casa o en cualquier lugar para buscar una mejora continua.
Y si desea leer más consejos para realizar entrevistas, aquí le dejo los enlaces a varios artículos que he escrito al respecto. Haga clic en el título de cada uno para leerlos:
- 10 consejos para convertirse en un gran entrevistador de radio
- 10 consejos para entrevistar artistas
- 11 consejos para entrevistar artistas
- 12 consejos para su primera entrevista a un cantante
- 5 tipos de preguntas para entrevistas de radio y pódcast
- Cómo sacarles el mayor provecho a las entrevistas para su pódcast
- Qué hacer y qué no hacer al entrevistar a una celebridad
- Qué preguntarle a un cantante en una entrevista
Tito López hace radio desde 1975 y ha creado formatos radiofónicos exitosos en Colombia, Portugal, Chile, Panamá y Costa Rica.
Es coach de talentos, intérprete de investigaciones de audiencia, productor, blogger, libretista y conductor de programas de radio.
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