Hoy en día, cualquiera puede tener un estudio de producción de audio en su casa. Con solo tener un computador o, incluso, un teléfono inteligente, usted puede crear un estudio de grabación para realizar su trabajo de locución.
Pero, aunque es cierto que existen muchas opciones de softwares de grabación, edición y procesamiento de audio, de todos modos hará falta que tenga algunos elementos de hardware que le ayuden a conseguir un sonido más profesional.
Así como va a necesitar un buen micrófono, también necesitará un dispositivo de audio que reciba y convierta las señales de audio de analógicas a digitales y garantice una calidad de audio superior cuando esté grabando su voz.
En general, son dos los dispositivos preferidos por los profesionales: el mixer –o mezclador de audio- y la interfaz. De hecho, hay gente que usa ambas opciones, pero todo dependerá de sus necesidades de producción.
Pero para poder determinar cuál debe usar, ya sea que esté emitiendo podcasts o centrándose en la producción de audio de nivel profesional, es útil comprender primero los usos de cada dispositivo.
¿Qué es un mezclador de audio?
Aunque algunos creen que un mezclador y una interfaz son la misma cosa, lo cierto es que un mixer tiene un propósito completamente diferente y más complicado que una interfaz de audio. Los mezcladores ofrecen más control sobre lo que usted le va a enviar a su computador.
Un mixer tiene un conjunto de botones rotatorios y controles deslizantes que sirven como atenuadores de volumen, ecualizadores y efectos integrados controlables como reverberación, eco, delay, cambio de tono y, en algunos más refinados incluso auto-tune, vocoder y otros efectos más sofisticados.
Los mezcladores son especialmente útiles para presentaciones en vivo y otras situaciones en las que es necesario modificar el audio proveniente de múltiples micrófonos o entradas de línea producidos de manera simultánea para crear una mezcla clara y sólida.
Con un buen mixer se evita la preocupación de que un sonido en particular domine a los demás.
Hoy en día podrá encontrar mezcladores con USB o Thunderbolt incorporados, lo que elimina la necesidad de una interfaz de audio separada y podrá conectarlos directamente a su computador.
Sin embargo, muchos productores profesionales optan por tener dispositivos independientes para poder tener más entradas, efectos, preamplificadores de mayor calidad, filtros, etc.
El ajuste manual en un hardware de mezcla también le permite realizar ajustes más precisos e intuitivos para cada señal de audio.
¿Qué es una interfaz de audio?
En pocas palabras, una interfaz de audio es un dispositivo que conecta su micrófono (y otras fuentes de sonido, como instrumentos musicales) a su computadora.
Ahora, ¿por qué no puede simplemente usar un micrófono USB y conectarlo directamente al computador?
Una interfaz de audio toma los sonidos de sus fuentes de audio en vivo y los envía a su computador para reproducirlos o grabarlos y, a diferencia del conector de micrófono de 3,5 mm incorporado o la tarjeta de sonido de su computadora, en realidad conserva la calidad de los sonidos, lo cual es esencial si desea un audio de sonido profesional.
Estos dispositivos tienen salidas Thunderbolt o USB que permiten la conexión directa a su computador e incluso tienen preamplificadores incorporados para que pueda amplificar la señal de audio de su micrófono para que sea lo suficientemente fuerte para grabar y mezclar.
Vienen en todas las formas y tamaños, y los de calidad de estudio son mucho más grandes para acomodar más entradas.
Si necesita una interfaz de audio, debe tener en cuenta el tipo de grabación que desea realizar.
Para realizar un pódcast en el que puede tener un coanfitrión o un entrevistado, todo lo que necesita es una interfaz de audio de dos entradas, pero si está grabando una conferencia con varios panelistas, probablemente necesitará una interfaz de audio más grande con cuatro o más canales de entrada y salida.
Aparte de múltiples canales de entrada, algunas interfaces también ofrecen puertos y pantallas adicionales.
Qué tener en cuenta al momento de elegir entre un mixer o una interfaz de audio
1. Uso previsto
Una interfaz de audio es el estándar para conectar micrófonos e instrumentos a su computador para grabar. Si desea tener la capacidad de grabar audio de alta calidad desde una sola fuente, o tal vez solo unas pocas fuentes simultáneamente, una interfaz es la mejor opción.
Los mezcladores funcionan mejor en transmisiones en vivo. Como su nombre lo indica, ofrecen la posibilidad de combinar y “mezclar” diversas fuentes de sonido.
Los mezcladores también proporcionan efectos integrados que pueden usarse en transmisiones en vivo. Por ejemplo, usted puede añadir un poco de reverberación a un micrófono o mejorar su tono de bajos y brillos cuando esté hablando en público. Esto no lo puede hacer con una interfaz.
Usted puede usar un mixer para transmitir en vivo en una emisora online o para grabar audio digital en su computador. En cambio, la interfaz está diseñada para grabar y no para emitir en vivo.
Eso sí, procure que cualquiera de las dos opciones traiga la opción de conectarse a su computador mediante USB.
2. Entradas y salidas
Si lo que usted quiere es una grabación de alta calidad usando una o varias fuentes, lo único que necesita es una interfaz de audio.
La gran mayoría de las interfaces para estudios caseros vienen con uno a cuatro preamplificadores de micrófono, entradas de línea Hi-Z para instrumentos como guitarra eléctrica, teclados y bajo, y al menos un par de salidas de línea para conectar monitores.
Por su parte, un mixer o mezclador puede tener desde solo cuatro hasta 64 canales, permitiendo grabaciones multicanal. Por eso son ideales para grandes producciones y configuraciones de múltiples fuentes.
En general, tienen una amplia gama de entradas y salidas, pero si lo que usted tiene es un estudio casero, probablemente esa cantidad de opciones sea excesiva.
3. Efectos de sonido
Las interfaces de audio no traen efectos de sonido. Esto se debe a que están diseñadas para grabar directamente en un software de audio digital, que generalmente tiene sus ‘complementos’ o plugins.
Es posible que algunas interfaces traigan un filtro de paso alto. Otras, más especializadas, pueden tener circuitos integrados de modelado y compresión de preamplificadores, pero esta no es la norma.
Por el contrario, los mezcladores sí traen efectos incorporados como ecualización, compresión, reverberación, retardo (delay) y modulación. De esta forma, usted puede procesar el sonido antes de que sea grabado o de que llegue al público, si está en una transmisión en vivo.
En este caso, o cuando está emitiendo en vivo por una emisora online, es imprescindible tener un mixer, pero es menos útil cuando lo va a usar simplemente para una grabación, a menos que sea una elección creativa específica.
Si al momento de grabar usted usa un mixer y decide agregarle alguno de los efectos de sonido que trae ese equipo, es importante recordar que su software de grabación no podrá deshacer esos efectos en caso necesario. Por esta razón, lo ideal es grabar su voz en seco, o casi seco, y más bien aplicar los efectos en su software de grabación.
4. Espacio
Esta es una consideración práctica. ¿Cuánto espacio tiene en su estudio? Las interfaces de audio tienden a ser elegantes y portátiles, y ocupan muy poco espacio en el escritorio. Por su parte, los mixers son grandes y ocupan más espacio generalmente.
En términos de tamaño, siempre será preferible una interfaz que un mixer.
Preguntas frecuentes sobre la interfaz de audio y el mezclador
1. ¿Necesito un mezclador si tengo una interfaz de audio?
Generalmente, si usted tiene una interfaz de audio no necesitará un mixer. La interfaz conecta su micrófono directamente a su computador. Si necesita efectos de sonido, use los del software de grabación que tenga instalado.
2. ¿Suena mejor un mixer digital que un software de grabación?
Un mixer digital no garantiza un mejor sonido que el de un software de grabación. Los efectos del mezclador son limitados ya que están diseñados para transmisiones en vivo, no para grabar. En cambio, un software de grabación puede usar cientos de plugins con efectos de sonido muy variados.
Esos plugins no se limitan a la ecualización, la reverberación, el eco o el cambio de tono de su voz. También sirven para acelerar o desacelerar lo grabado; limitar, comprimir o expandir el sonido. Incluso, para normalizar sus grabaciones, asegurando unos niveles de audio constantes y sin altibajos y también para quitar ruido de fondo, entre muchas otras opciones que un mixer no puede entregar.
Como puede apreciarse, los mezcladores y los softwares de grabación sirven para propósitos muy diferentes.
3. ¿Puede una interfaz de audio reemplazar a un mezclador?
Una interfaz de audio no puede reemplazar a un mezclador cuando se trata de un evento o una transmisión en vivo, pero si es para una grabación, sí puede reemplazar al mixer cuando se trate de usar una configuración sencilla que solo necesite, por ejemplo, uno o dos micrófonos o una entrada o dos de línea.
Conclusión
Si usted es un principiante con un estudio casero pequeño o que tiene necesidades de grabación muy básicas, es posible que no necesite algunas de las funciones que se encuentran en la mayoría de los mezcladores.
Sin embargo, tenga en cuenta que una interfaz no tiene ningún tipo de efectos de sonido, así que si quiere mejorar la calidad del audio que genere, necesitará de un software de grabación y los plugins correspondientes.
Al final, su decisión dependerá principalmente de sus preferencias, objetivos a largo plazo y, especialmente de su presupuesto. Si usted tiene el dinero, el espacio y la paciencia para hacerlo, lo ideal es tener ambos equipos.
Recomendación
Si quiere tener más elementos de juicio antes de tomar una decisión, le recomiendo leer este artículo: Interfaz de audio versus mezclador: ¿cuál debe usar?
