Cuando pienso en mis viejos tiempo como disc-jockey en los años 90, recuerdo las largas filas de cartuchos con cuñas comerciales que teníamos que apilar en cada tanda de la emisora.
Y era normal, incluso, que en medio de tantas tareas que había que realizar al actuar como locutor y control al mismo tiempo, derribáramos esa torre de cartuchos al suelo, con el estruendo respectivo, y luego tener la paciencia suficiente para recogerlos y ordenarlos de nuevo.
Y, a sabiendas desde esas épocas que a la gente le molestaban las tandas de comerciales, siempre buscábamos la forma de ubicar los breaks o tandas comerciales de forma que fueran menos intrusivos para los oyentes.
De ahí las famosas ‘maratones de música’, ’tandas de música sin comerciales’ o incluso tácticas como pasar un solo break en la hora. De hecho, el algún momento llegamos a pasar 2 horas seguidas de música sin comerciales, pero luego venía una tanda de 20 minutos o más, un verdadero desastre.
Por eso es que hoy, muchos usuarios prefieren irse a las plataformas de streaming y a los pódcast para escuchar contenidos hablados y música. Así no tienen que aguantarse largas tandas de comerciales.
Y aunque eso parece una verdad de Perogrullo, también hay investigaciones que lo confirman. Por ejemplo, el más reciente Techsurvey, un estudio realizado en Estados Unidos por la firma Jacobs Media, revela que la cuarta razón por la que la gente ahora escucha menos radio es porque ponen demasiados comerciales.
Y en el estudio anterior, en 2024, se revelaba que los oyentes más jóvenes (Gen Z y millennials) son los menos tolerantes a los comerciales, una tendencia que probablemente persiste en 2025 dado el envejecimiento de la audiencia de radio (edad promedio de 58 años en 2025).
Pero ¿cómo llegamos a esa situación?
En el mismo estudio, quienes respondieron la encuesta manifestaron que la segunda razón más importante para escuchar radio es porque es gratis. Y eso lo dijo el 63% de los participantes.
El caso es que, para que sea gratis, es necesario incluir la pauta comercial, que es la única fuente de ingresos para las empresas de radio y, como es obvio, a mayor número de anunciantes, más ingresos.
La primera emisora comercial
Muchos expertos coinciden en afirmar que la primera emisora comercial de radio fue la estadounidense KDKA.
La KDKA de Pittsburgh marcó un hito revolucionario en la historia de las comunicaciones al convertirse en la primera emisora con licencia comercial de Estados Unidos, iniciando sus transmisiones el 2 de noviembre de 1920.

Aunque existen algunas controversias sobre si fue la primera en todo el mundo, KDKA representó un hito en la historia de los medios, transformando un experimento tecnológico en un fenómeno comercial que cambiaría para siempre la forma en que las sociedades accedían a la información y el entretenimiento.
Su desarrollo no solo estableció el modelo para la radiodifusión comercial, sino que también creó las bases para la evolución posterior de la industria mediática global, introduciendo nuevas formas de publicidad, programación y comunicación masiva que continúan siendo relevantes un siglo después.
Un poco de historia
En las primeras décadas del siglo XX, antes de la popularización de la radio, los medios de comunicación masiva se limitaban principalmente a los periódicos impresos y las revistas.
La información viajaba lentamente, y la experiencia de entretenimiento masivo se concentraba en teatros, auditorios y eventos públicos. Las noticias tardaban días o semanas en llegar a las comunidades más remotas, y el acceso a la cultura y el entretenimiento estaba significativamente restringido por la geografía y la clase social.
La comunicación a distancia dependía fundamentalmente del telégrafo, que había revolucionado las telecomunicaciones desde mediados del siglo XIX, pero estaba limitado a la transmisión de código Morse.
Aunque ya existía el teléfono, muy pocas personas tenían uno en casa, su penetración era muy limitada y se utilizaba principalmente para comunicaciones personales o de negocios punto a punto.
Durante la Primera Guerra Mundial (1914-1918), las tecnologías de comunicación experimentaron un desarrollo acelerado por necesidades militares.
En Estados Unidos, Westinghouse Electric and Manufacturing Company recibió contratos gubernamentales para desarrollar transmisores y receptores de radio para uso militar, empleando equipos de tubo de vacío que permitían la comunicación de audio, un avance impresionante frente a los llamados ‘transmisores de chispa’, que solo podían transmitir código Morse.
Las raíces de KDKA se encuentran en la estación experimental 8XK, instalada por el ingeniero Frank Conrad en el suburbio de Wilkinsburg en Pittsburgh, Pennsylvania. Conrad, quien trabajaba para Westinghouse, estableció esta estación de 75 watts en 1916 como un proyecto personal.
Durante la I Guerra Mundial, mientras la mayoría de las emisoras civiles fueron obligadas a cesar sus operaciones, Westinghouse recibió permisos especiales para operar transmisores de investigación tanto en su planta de East Pittsburgh como en el hogar de Conrad.
Al finalizar la guerra, los contratos gubernamentales fueron cancelados, pero Westinghouse vio una oportunidad para posicionarse como proveedor nacional e internacional de comunicación por radio.
Ya para ese entonces, la compañía se enfrentaba a la competencia de Radio Corporation of America (RCA), recientemente formada como subsidiaria por su rival General Electric.
La oferta musical de Conrad en su emisora experimental logró una popularidad inesperada. Cuando Westinghouse reconoció el potencial comercial de este nuevo medio, decidió solicitar una licencia oficial de transmisión.
Este paso transformaría lo que hasta entonces había sido principalmente una tecnología experimental y militar en un medio de comunicación masivo con aplicación comercial.
El nacimiento de KDKA
El 2 de noviembre de 1920, esta nueva estación realizó su transmisión inaugural, cubriendo los resultados de la elección presidencial estadounidense entre Warren G. Harding y James M. Cox desde una caseta instalada en el techo de un edificio de Westinghouse en East Pittsburgh, lo que marcó el inicio de la radiodifusión comercial regular.
Al principio, y a pesar de su baja potencia, se dice que pudo ser escuchada hasta en Canadá, y durante los meses siguientes, continuó transmitiendo desde el edificio de Westinghouse, aumentando progresivamente su potencia y alcance, hasta el punto de que en los primeros cinco años se reportó recepción en lugares tan distantes como Australia y la Antártida.
El 1 de agosto de 1921, apenas nueve meses después de su inauguración, el transmisor fue mejorado, pasando de 100 a 500 watts. Dos meses más tarde, la potencia se duplicó nuevamente hasta alcanzar los 1,000 watts.
Uno de los logros más significativos de la KDKA fue el relacionado con la acústica del estudio, especialmente para la transmisión de grandes grupos de músicos.
Un experimento temprano para transmitir un concierto desde un auditorio local reveló que los micrófonos captaban ecos de las paredes, causando una severa distorsión.
La solución inicial fue trasladar a los intérpretes al aire libre para eliminar los ecos, lo que llevó a la instalación de una carpa en el techo del edificio desde donde se realizaban los conciertos.
Cuando eventualmente la carpa fue derribada por una tormenta, se trasladó al interior, donde se descubrió que el material de la carpa ayudaba a amortiguar los ecos.
Esta experiencia condujo al diseño moderno de los estudios de radio, con paredes cubiertas de material absorbente de ruido.
Cómo era su programación
La programación inicial de KDKA a menudo presentaba actuaciones musicales en vivo por una banda compuesta por empleados de Westinghouse. La estación rápidamente diversificó su contenido, marcando varios hitos importantes en la historia de la radiodifusión.
El 2 de enero de 1921, KDKA realizó su primera transmisión remota, emitiendo un servicio religioso desde la Iglesia Episcopal del Calvario, que pronto se convirtió en un programa regular los domingos por la noche y continuó hasta 1962.
El 2 de julio de 1921, KDKA participó en la primera transmisión nacional con cobertura complementaria del combate de boxeo entre Jack Dempsey y Georges Carpentier de una manera muy ingeniosa.
Unos ingenieros de Westinghouse escuchaban la transmisión de otra emisora que estaba al lado del ring, la WJY, y mandaban por telégrafo esa información a un locutor de KDKA, que repetía esos comentarios de sus colegas simulando estar en vivo desde el recinto.
El 5 de agosto de 1921, KDKA se convirtió en la primera estación de radio en transmitir un partido de béisbol de la liga profesional, y en el otoño de ese mismo año, fue la primera en transmitir un partido de fútbol universitario.
En 1922, KDKA recibió al comediante político Will Rogers en su primera aparición radial, marcando otro hito en la programación de entretenimiento, y ya durante los años 20, la emisora tocaba principalmente música popular.
Hasta que llegaron los comerciales
Cuando yo era pequeño y no sabía que la radio se iba a convertir en mi gran pasión y mi oficio por 50 años, no podía imaginarme cómo hacían para pagarles a los locutores, y lo más chistoso es que yo pensaba que las emisoras se sostenían… por la venta de las pilas o baterías.
Sí, imaginaba que los de Eveready les daban una participación por sus ventas… pero, al parecer, no estaba tan equivocado.
¿Por qué? Porque Westinghouse era una empresa de electrodomésticos que fabricaba receptores de radio, y pretendía utilizar los ingresos de la venta de esos receptores para financiar los costos de la emisora.
O sea, no les pagaban los fabricantes de pilas, pero sí se mantenía gracias a las ventas de sus radios.
Sin embargo, este enfoque resultó insuficiente por varias razones. Entre los gastos adicionales no previstos se encontraba la obligación de pagar regalías a los compositores musicales.
Además, a diferencia de los músicos aficionados del personal de Westinghouse que eran empleados de la emisora y no les pagaban por hacer su música, los artistas profesionales sí comenzaron a esperar que les pagaran una compensación más tangible en lugar de cantar a cambio de publicidad para sus discos o conciertos.
Pero lo peor es que Westinghouse descubrió que no era la única empresa que vendía receptores de radio de tubos de vacío.
Resulta que la empresa había comprado los derechos comerciales de la patente regenerativa de Edwin Armstrong, un circuito que usaba retroalimentación positiva para amplificar señales de radio, lo que permitía detectar y amplificar señales débiles, mejorando la recepción de AM y telegrafía.
Esa tecnología quedó en manos de Westinghouse, pero Armstrong ya había vendido previamente derechos «amateurs y experimentales» a aproximadamente 17 pequeñas empresas, que también comenzaron a vender receptores al público general.
Westinghouse demandó, argumentando que esto iba más allá de sus derechos, pero perdió, lo que resultó en la formación de una serie de importantes competidores, incluyendo Crosley y Zenith.
Entonces llegó la idea que hoy en día nos parece obvia, pero que hasta ese momento no se le había ocurrido a nadie: vender publicidad en sus espacios.
Esa idea se le ocurrió primero, realmente, a la emisora WEAF de Nueva York en 1922, transmitió el primer anuncio pagado: un mensaje de 10 minutos sobre un complejo de apartamentos.
Sin embargo, KDKA adoptó un modelo más sutil. Programas como The Eveready Hour (1923) eran producidos por empresas (en este caso, Eveready Battery), que financiaban el contenido a cambio de menciones.
Los anuncios directos o cuñas y menciones eran mal vistas; se prefería asociar marcas con entretenimiento de calidad, y empezaron a presentar anuncios de eventos locales o servicios públicos, sin fines de lucro.
A partir de allí, las marcas comerciales vieron una gran oportunidad en la radio para patrocinar programas en KDKA. Estos programas patrocinados marcaron el inicio de un modelo de publicidad que se convertiría en estándar en la industria de la radiodifusión durante décadas.
En los años 30, KDKA inició el programa del «Tío Ed Shaughency», que estuvo al aire desde 1932 hasta 1980. La emisora transmitía música popular de big band y jazz cada mañana, y también presentaba el «La Hora de la Finca KDKA».
Desde 1941 hasta 1959, este programa se construyó en torno a reportes agrícolas junto con música de Slim Bryant and his Wildcats, que eventualmente se convirtieron en el principal grupo de música country en el área de Pittsburgh.
El legado de KDKA
El 23 de julio de 1982, KDKA se convirtió en la primera emisora del mundo en transmitir en AM estéreo, aunque ya habían existido transmisiones experimentales en AM estéreo en los años 60 por parte de la estación XETRA 690 ubicada en Tijuana, México.
El compromiso de KDKA con las noticias y la información se mantuvo sólido a lo largo de los años. La estación proporcionó información instantánea sobre eventos noticiosos importantes como el desastre del Challenger en 1986, las audiencias del caso Irán-Contras, y otros eventos noticiosos de interés.
Durante los años 80, la emisora continuó con su mezcla de información y música adulta contemporánea, tocando de cuatro a seis canciones por hora en las horas de la mañana y la tarde, y de 10 a 12 canciones por hora durante el mediodía y los fines de semana.
¿Realmente fue la primera emisora comercial?
Aunque KDKA es ampliamente reconocida como la primera estación de radio comercial en Estados Unidos, esta distinción ha sido desafiada por otras estaciones. Entre los competidores por este título histórico se encuentran:
- 2ZK en New Rochelle
- 8MK en Detroit, Michigan (actualmente WWJ), que inició sus transmisiones regulares programadas en agosto de 1920
- WWV, el servicio del clima del Gobierno de Estados Unidos, que se cree comenzó 6 meses antes que KDKA
- XWA, la estación de transmisiones de Marconi en Montreal, Canadá, desde 1919
- W2XQ (actualmente WRUC) del Union College de Schenectady.
A pesar de estas controversias, lo que distingue a KDKA es que representó la primera implementación sistemática y exitosa de un modelo comercial para la radiodifusión, estableciendo el patrón que seguiría la industria durante décadas.
Influencias
La influencia de KDKA en el mundo de la radio y los medios de comunicación en general ha sido profunda y duradera. Su éxito demostró la viabilidad comercial de la radiodifusión y estimuló el rápido crecimiento de la industria en los años 20 y 30 del siglo pasado.
El modelo de negocio desarrollado por KDKA, que evolucionó desde la venta de receptores hasta la publicidad patrocinada, estableció el modelo comercial para los medios de comunicación que continuaría con la televisión y, en cierta medida, con los medios digitales actuales.
Las innovaciones técnicas desarrolladas por KDKA y Westinghouse, desde la mejora de transmisores hasta el diseño acústico de estudios, sentaron las bases para la evolución tecnológica de la radiodifusión.
Asimismo, sus experimentos con diferentes formatos de programación –desde transmisiones deportivas hasta programas patrocinados– crearon los prototipos para el contenido mediático moderno.
Conclusión
Un siglo después de su primera transmisión, los principios fundamentales establecidos por KDKA siguen siendo relevantes en un panorama mediático que, aunque radicalmente transformado por las tecnologías digitales, continúa basándose en muchos de los conceptos pioneros desarrollados por esta estación histórica de Pittsburgh.
KDKA no solo fue una pionera técnica, sino también una visionaria que transformó un invento tecnológico en un fenómeno cultural y económico. Su historia ilustra cómo la tecnología, el espíritu empresarial y la creatividad pueden converger para crear una nueva industria y transformar la sociedad.
Su contribución no se limita a ser «la primera», sino a haber establecido un modelo sostenible que permitió que la radiodifusión se convirtiera en una plataforma universal para la información, el entretenimiento y, particularmente, la publicidad.06

Tito López hace radio desde 1975 y ha creado formatos radiofónicos exitosos en Colombia, Portugal, Chile, Panamá y Costa Rica.
Es coach de talentos, intérprete de investigaciones de audiencia, productor, blogger, libretista y conductor de programas de radio.
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