Programar una emisora musical es un arte. Hay gente que lo hace de manera manual y logra primeros lugares de audiencia sin más ayudas que su talento. Pero estas personas son la excepción, y cada vez son más escasas.
Hoy en día el trabajo en radio, además, es más exigente. Es posible que usted sea el director de la emisora, el programador, que haga un turno o conduzca un programa, y fuera de eso le toque hacer transmisiones remotas o asistir a eventos y activaciones.
Por eso se inventaron los softwares de programación, que facilitan el trabajo y ahorran tiempo.
Pero también permiten prevenir errores que quien programa de manera manual no ve. Por ejemplo: saber cuántas veces se repite cada canción en el día. Saber a qué horas sonó cada canción en días anteriores. Evitar que se repita todos los días a la misma hora un tema, etc.
Pero por mucho que nos faciliten el trabajo, como programadores es nuestra responsabilidad asegurarnos de que todo salga bien. No podemos dejar que la computadora decida por nosotros. Para lograrlo, hay que dedicar tiempo y esfuerzo, pero también tener una estrategia de programación.
En mi artículo anterior le di algunos tips para mejorar su programación. Aquí viene la segunda parte. Si usted está usando uno de estos softwares, tenga en cuenta los siguientes consejos:
- Relojes múltiples:
Use varios relojes para evitar que las canciones se reproduzcan en la misma posición de reloj cada vez.
Usted puede crear un reloj para las horas pares y otra para las impares. En el primero, puede comenzar con un éxito del momento y en el segundo con un recurrente o un clásico.
Lo importante en este caso es que en cada cuarto de hora queden representado su universo musical. Por ejemplo, en cada cuarto de hora debería haber un éxito del momento y un par de recurrentes.
De otro lado, no desperdicie canciones. Si usted sabe que en el programa de la mañana o de la tarde solo pasan 7 u 8 canciones, cree relojes específicos para esas franjas. De esta forma no quedarán canciones sin sonar.
Recuerde que el software creerá que todas las canciones de esa hora sonaron, y no las tendrá en cuenta para repetirlas próximamente.
- Reconcilie la música:
Como dije en el artículo anterior, un software de programación no piensa. Solo obedece las reglas y restricciones que usted fije. Además es posible que, porque se extendieron en la locución o porque había mucha carga comercial, en cada hora sobren 1 o 2 canciones.
Recordemos que si en una categoría tenemos, por ejemplo, 100 canciones, una vez que una sea programada irá al fondo de esa categoría, es decir, volverá a sonar luego de que se hayan programado las otras 99 canciones.
Lleve un registro de todas las canciones que dejaron de sonar en el día y use la opción de ‘reconciliación’ del software. También puede trabajarlo de forma manual, borrando de la programación de ‘ayer’ las canciones que no sonaron.
De esta forma, cuando vaya a programar el siguiente día, el software sabrá que esas canciones no sonaron y las volverá a tener como primera opción en lugar de mandarlas al fondo de la categoría.
- Reglas y restricciones:
Los más afiebrados por el uso de softwares de programación quieren usar todas las reglas y restricciones que ofrecen. Sin embargo, a un software no se le puede pedir que haga cosas imposibles.
Por ejemplo, si usted codifica la mayor parte de sus canciones con un ritmo lento, no puede exigirle al software que le haga una programación alegre.
De la misma forma, si usted tiene pocas canciones en una categoría, no la puede llenar de restricciones, reglas y demás atributos, pues llegará un momento en el que no va a encontrar canciones para programar.
Lo ideal siempre es comenzar sin reglas ni restricciones, e ir creándolas solo cuando haya necesidad.
- Orden de pase:
Los softwares de programación están diseñados para programar categoría por categoría y no canción por canción.
Esto quiere decir que, por ejemplo, si voy a programar un día, primero ubicará a lo largo de las 24 horas las canciones de una categoría. Cuando termine de hacerlo procederá a programar las canciones de otra categoría, y así sucesivamente hasta terminar.
Por eso es necesario decirle al software cuál categoría debe programar primero, cuál es la siguiente y cuál será la última.
De esta forma, las canciones que están en la primera categoría no van a encontrar problemas, pues no habrá otras canciones o artistas que creen restricciones.
En una emisora de éxitos, por ejemplo, la primera categoría en ser programada debería ser la de las canciones más populares del momento. De esta manera, un éxito de Ozuna no será rechazado, pues aún no hay otras canciones de ese artista programadas.
Al contrario, si hay otra canción de Ozuna en una categoría de recurrentes, el software evitará programarla junto al éxito actual del mismo cantante y, más bien, programará un tema de otro artista.
Habitualmente, las categorías con menos canciones deben ocupar las posiciones más altas del orden de pase, porque hay menos opciones de dónde escoger en caso de una restricción. En cambio, una categoría de recurrentes con 100 o más canciones ofrecerá más opciones de escoger la canción perfecta.
- Códigos sonoros:
A muchos programadores les gusta crear categorías por géneros musicales. Por ejemplo: Salsa, Merengue, Bachata, Urbano, etc.
Esto trae dos grandes problemas.
a. La programación se puede volver muy predecible, aunque podría solucionarse creando 2 o 3 relojes con un orden diferente de categorías en cada uno.
b. Si usted tiene en la categoría de Salsa, por ejemplo, canciones nuevas y viejas de ese género, recuerde que todos los temas de esa categoría, actuales y de catálogo, tendrán la misma rotación.
Y si en esa categoría usted tiene 50 canciones y solo pasa 2 por hora, cada canción se demorará hasta 25 horas en volver a sonar. Eso estaría bien para canciones de catálogo, pero sería terrible para sus éxitos actuales.
Por lo anterior, es preferible crear categorías de canciones por eras: éxitos actuales; canciones de hace 2 años para acá; recurrentes de entre 3 y 6 años; clásicos de más de 7 años; etc.
Luego defina qué es lo que no quiere que suceda. Por ejemplo: que no suenen dos merengues seguidos, o 2 bachatas, o que no suenen más de 5 canciones de Salsa en la hora. Esto lo logra poniéndole el código sonoro a cada canción de su universo musical.
Ahora, los códigos sonoros también se pueden usar para crear temas. Por ejemplo: Canciones para días lluviosos. Canciones para enamorar a su pareja. Éxitos bailables de los años 80. Canciones para el regreso a casa, etc.
Recomendación final:
Los oyentes llegan a su emisora por la música que programa. Puede tener muy buenos locutores y programas muy divertidos, pero si usted no pone música buena, la gente se va a buscarla a otro lado.
Los eventos y la exposición de marca son importantes, pero si su programación musical es mala, por mucho esfuerzo promocional y de eventos que haga, su emisora no va a alcanzar el éxito.
Antes de ponerse a buscar regalos, a inventarse concursos o a tratar de involucrarse en un concierto, trabaje fuerte en la programación musical. Dedíquele todo el tiempo que sea necesario.
Un software no piensa. No tiene alma ni corazón. No sabe de música.
Un software es una simple herramienta de trabajo que sigue las órdenes que usted le indique.
Si la programación sale mal no es culpa del software. Es suya.
Tómese su tiempo. Codifique correctamente cada canción. Póngale su duración, el año en que fue éxito. Dígale al software si ese tema empieza lento y termina rápido. Añada su código sonoro. De 1 a 5, qué tan rítmico es. Califique su letra, ya sea que es depresiva, conmovedora o motivadora.
Luego de pedirle al software que haga la programación, revise canción por canción todo el día. Corrija cualquier error. Cambie las canciones que no cuadran. Fíjese en el balance de ritmos, sexos y géneros musicales. Mire si cada cuarto de hora representa a su universo musical.
Las otras tareas pueden esperar. Preocúpese primero por la programación musical. Dedíquele todo el tiempo que haga falta, así se pase toda una mañana haciendo la programación de mañana.
Y espere más consejos de programación en un futuro próximo.
