Nielsen ha actualizado la forma en que mide la audiencia de radio: ahora, con solo tres minutos de escucha continua, una estación puede obtener crédito en los ratings. Este cambio parece sencillo, pero representa una gran oportunidad y, al mismo tiempo, un enorme desafío para los locutores y programadores.
El mensaje es claro: Esos primeros tres minutos se han convertido en un territorio clave para atraer, enganchar y retener al oyente. Si el contenido no es lo suficientemente atractivo, el riesgo de perderlo frente a las múltiples opciones de entretenimiento (streaming, podcasts, música bajo demanda) es alto.
Buzz Knight, experto en la industria, señala que lo esencial es ofrecer contenido auténtico y cercano. Los oyentes buscan sentirse identificados con las voces que escuchan, quieren experimentar la sensación de que la radio habla directamente con ellos. Por eso, la personalidad del talento al aire debe ser creíble, cálida y capaz de generar confianza.
No se trata solo de cumplir con tres minutos, sino de convertirlos en una puerta de entrada a una experiencia más larga y memorable. La radio mantiene su valor cuando logra que los oyentes no solo pasen por ella, sino que regresen y se mantengan conectados.
La nueva regla de Nielsen marca un parteaguas: quienes sepan aprovechar cada segundo al aire consolidarán su presencia en la mente del público. La pregunta es: ¿Cómo transformarán los talentos de la radio esos tres minutos en una razón suficiente para quedarse?
Esta nota fue realizada con base en un artículo publicado por Radio Ink.
