A raíz del apagón que sufrieron España, Portugal y otros países europeos, muchos compartieron diferentes publicaciones en las que se resaltaba la importancia del uso de la radio cuando se presentan emergencias de este tipo.
Mientras se va internet y las redes de telefonía celular colapsan, siempre estará allí la vieja confiable: la radio.
Sin embargo, y a pesar del gran servicio que prestó este tradicional medio de comunicación fue clave para entregar información, entretener y, sobre todo, dar instrucciones frente al problema, mucha gente se dio cuenta de algo que cada vez se hace más notable: ya es difícil conseguir un receptor de radio.
Seguramente usted recuerda que, en su niñez, había varios receptores en su casa. Estaban en todas partes y los había de todos los tamaños y formas, y para conseguir uno solo había que ir a cualquier tienda de artículos electrónicos.
Hoy en día, cada vez es más difícil comprar un radio, de manera particular en las grandes ciudades, donde los teléfonos celulares han cambiado la forma de consumir los diferentes medios tradicionales.
¿Cuántos radios hay en su casa en este momento? ¿Cuántos de ellos funcionan? En mi caso, es posible que tenga unos 5 radios en casa, pero solo 1 lo tengo a la mano. Otro es un radiodespertador, que tengo en mi mesa de noche y que solo uso para ver la hora.
Pero la realidad es que cada vez se ven menos radios tradicionales, ya sea electrónicos o portátiles.
Entonces surge la pregunta, la misma que me hicieron algunos de mis seguidores en Facebook: Si las encuestas siguen mostrando audiencias masivas, y cada vez es más difícil encontrar un receptor, ¿cómo escucha radio el común de la gente?
La respuesta no es tan difícil de responder. A pesar de la dificultad de conseguir radios en tiendas, la gente todavía guarda y mantiene sus receptores en la casa y en la oficina, incluso en diferentes equipos de sonido.
Y gracias a internet, la gente la escucha a través de las diferentes apps, portales especializados, integradores de streaming, parlantes inteligentes y otras opciones diferentes.
Pero, probablemente, la mayor parte del consumo de radio se da en los carros y en el transporte terrestre en general.
Como lo he mencionado varias veces, el automóvil es el templo sagrado de la radio… al menos hasta ahora.
Pero esto está a punto de cambiar
También esta semana, el portal RadioWorld publicó los resultados de un estudio realizado en Estados Unidos que debería prender alarmas en la industria de la radio: el video dentro del automóvil empieza a ser prioridad para los consumidores, particularmente en vehículos de gama alta.
Según datos presentados por Xperi (que maneja HD Radio y DTS AutoStage), casi la mitad de los usuarios en Estados Unidos ya consumen contenido visual en las pantallas de sus carros, ya sea cuando están estacionados o incluso durante desplazamientos, donde la seguridad lo permite.
Para la radio, esto significa que su espacio privilegiado en el auto ya no es intocable, especialmente cuando los nuevos sistemas de infotainment permiten cambiar fácilmente entre audio, video y aplicaciones de streaming.
Un poco de historia
Tal como lo expliqué en mi artículo “La historia del radio en el automóvil”, desde que los primeros automóviles incorporaron un radio hacia finales de los años 20, quedó sellada una de las alianzas más poderosas de la historia de los medios de comunicación.
El carro se convirtió en un templo sagrado para la radio, un espacio íntimo donde la música, la información y la compañía fluían sin distracciones, acompañando a millones de personas en sus trayectos diarios.
Modelos como el Ford Model A, equipados de forma artesanal con radios voluminosos, marcaron el inicio de una revolución: la de llevar la magia del sonido a la carretera. Y aunque los aparatos eran caros y primitivos, el concepto caló tan hondo que para los años 50 ya era impensable imaginar un auto nuevo sin su respectivo receptor AM.

Con el paso del tiempo, la radio en el carro no solo fue evolucionando técnicamente —añadiendo FM, luego caseteras, CD players, y más tarde receptores digitales—, sino que se fue consolidando como una parte emocional del ritual de conducir: encender el motor, ajustar el dial, y dejar que la radio hiciera el resto.
El tablero se transforma: los nuevos sistemas de entretenimiento
En las últimas dos décadas, los avances tecnológicos han dado lugar a una profunda transformación en los sistemas de infoentretenimiento de los automóviles.
Ya no se trata solamente de sintonizar una emisora: los vehículos actuales, incluso en segmentos de gama media y popular, vienen equipados con pantallas táctiles, conectividad Bluetooth, acceso a aplicaciones, navegación GPS y compatibilidad con Apple CarPlay y Android Auto.
Incluso marcas como Kia, Hyundai, Toyota y Chevrolet —orientadas a mercados masivos— ofrecen hoy interfaces que permiten a los conductores acceder a servicios de streaming como Spotify, YouTube Music, Audible y otros, directamente desde la consola central del vehículo.
La radio, aunque sigue presente en la mayoría de los modelos, ahora debe convivir en igualdad de condiciones con toda una avalancha de opciones digitales.
El reto no es menor: mientras que antes la radio era la única fuente de sonido dentro del carro, hoy debe competir cada segundo por la atención de oyentes que tienen el mundo entero al alcance de un dedo.
Historia, incertidumbre y esperanza
A pesar de esta avalancha tecnológica, los números actuales muestran que la radio no ha perdido la batalla dentro del automóvil, al menos no todavía.
En Estados Unidos:
- La radio AM/FM concentra el 60% de todo el audio que se consume en los vehículos.
- Representa el 86% del audio con publicidad escuchado en movimiento.
- Para el 51% de los estadounidenses, el automóvil sigue siendo el lugar principal de escucha radial.
Incluso entre los jóvenes de la Generación Z —de quienes se suele decir que han abandonado la radio—, el 48% del audio en el carro sigue correspondiendo a AM/FM.
¿Las razones? La gratuidad del servicio, la facilidad de uso y el hábito arraigado de integrar la radio en la rutina diaria.
Estos datos permiten entender que, si bien la oferta de entretenimiento se ha diversificado, la radio sigue teniendo una posición de privilegio en el contexto de los desplazamientos en carro.
El caso de Colombia y México: ¿un respiro temporal?
La situación en países como Colombia y México ofrece matices importantes. Aquí, la modernización de los vehículos avanza a paso más lento, y las cifras de antigüedad promedio son elocuentes:
- Colombia: edad promedio del parque automotor 21 años.
- México: edad promedio 12,7 años.
- Estados Unidos: edad promedio 12,6 años.
Con una flota vehicular donde predominan automóviles de más de dos décadas de uso, en Colombia, la radio tradicional mantiene una ventaja estructural: la gran mayoría de estos carros no cuenta con pantallas inteligentes, ni conectividad a aplicaciones, ni interfaces digitales sofisticadas.
El viejo y confiable radio de fábrica —ese que se enciende apenas se gira la llave de encendido— sigue siendo el compañero inseparable de millones de conductores y pasajeros. Y esa realidad no va a cambiar de un día para otro.
Pero el tiempo avanza
Aunque hoy la radio goza todavía de un rol protagónico, sería ingenuo pensar que este estado de cosas durará indefinidamente.
Las nuevas generaciones de compradores sí están accediendo, poco a poco, a vehículos con sistemas más integrados, aun en gamas accesibles. Las marcas ya ofrecen modelos económicos donde el entretenimiento a bordo es mucho más interactivo, y las aplicaciones comienzan a tener un peso mayor.
Además, la masificación de los teléfonos inteligentes y los planes de datos móviles baratos facilitan que muchos conductores usen sus celulares como fuentes de audio principales, conectándolos vía Bluetooth o USB a sus carros, aunque sean relativamente antiguos.
Por eso, el desafío para la radio no es simplemente resistir: es adaptarse. Estar presente en las plataformas digitales de los carros nuevos, sí, pero también seguir potenciando el contenido: ser más locales, más dinámicos, más imprescindibles.
Porque al final, un algoritmo puede programar música, pero solo la radio puede crear comunidad, emoción y compañía real.
Así es: el locutor tiene que convertirse en ese compañero de viaje, ese amigo que va sentado al lado del conductor del vehículo y que lo entretiene con buena música y con una conversación agradable.
Cómo fortalecer la presencia de la radio en carros nuevos
Para que la radio mantenga y fortalezca su presencia en los vehículos modernos, especialmente aquellos de gama media y popular, es fundamental implementar estrategias que aprovechen las capacidades tecnológicas actuales:
- Optimización del uso de metadata
El uso adecuado de metadata en sistemas de infoentretenimiento y radios equipados con RDS (Radio Data System) es esencial para mejorar la experiencia del oyente y mantener la relevancia de la radio en el entorno automotriz.
¿Qué es el RDS y cómo funciona?
El RDS es un sistema que permite la transmisión de datos digitales junto con la señal de audio FM. El problema es que, aunque algunas emisoras ya han implantado este sistema, muy pocas le están sacando jugo a todas las posibilidades que ofrece, y se quedan simplemente con mostrar la frecuencia y el nombre de la emisora.
Lo que no han sabido comprender es que, a través de este sistema, se pueden enviar diversas informaciones que se muestran en las pantallas de los receptores compatibles, como:
- PS (Programme Service Name): Nombre de la emisora, que aparece en la pantalla del receptor.
- RT (Radio Text): Mensajes de texto que pueden incluir el título de la canción, el nombre del artista o información adicional.
- PTY (Programme Type): Tipo de programa o género musical, facilitando la búsqueda de contenidos específicos.
- TA/TP (Traffic Announcement/Programme): Indicadores de anuncios de tráfico, que permiten a los receptores interrumpir otras fuentes de audio para transmitir información vial importante.
Implementación efectiva de metadata
La metadata es información extra que describe o da detalles sobre un archivo, como una canción o un video. Por ejemplo, en una canción, la metadata puede incluir el título, el artista, el álbum, el año o el género. Es como una etiqueta que ayuda a identificar y organizar el contenido.
En los sistemas RDS (Radio Data System) o similares en los carros, la metadata se usa para mostrar información en la pantalla del equipo de infoentretenimiento en el momento en el que suena una canción.
Para que funcione bien, se deben incluir datos como:
- Título de la canción: El nombre del tema.
- Artista: Quién la canta o produce.
- Álbum: De qué disco es.
- Género: Tipo de música (pop, salsa, popular, rock, etc.).
- Duración: Cuánto dura la canción.
Estos datos se guardan en el archivo de audio (como MP3) usando formatos como ID3. Si la metadata está bien puesta, el sistema del carro la lee y muestra la información en la pantalla mientras reproduces la música.
Para maximizar el impacto de la metadata, las emisoras deben:
- Actualizar en tiempo real: Asegurarse de que la información transmitida refleje con precisión el contenido actual, como el título de la canción o el nombre del programa.
- Mantener consistencia: Utilizar formatos uniformes para facilitar la lectura y comprensión por parte de los oyentes.
- Aprovechar las capacidades gráficas: Incorporar logotipos y elementos visuales que refuercen la identidad de la emisora en las pantallas de los vehículos.
- Integración con plataformas digitales
Además del RDS, es crucial que las emisoras se integren con plataformas digitales y aplicaciones móviles que permiten la transmisión de audio en streaming, como:
- Apple CarPlay y Android Auto: Estas plataformas permiten a los usuarios acceder a aplicaciones de radio y música directamente desde la pantalla del vehículo.
- Aplicaciones propias: Desarrollar aplicaciones móviles que ofrezcan streaming en vivo, podcasts y contenido exclusivo puede fortalecer la relación con la audiencia.
- Contenido local y relevante
La radio debe capitalizar su fortaleza en la producción de contenido local y en tiempo real. Ofrecer noticias, información de tráfico y eventos comunitarios puede diferenciarla de otras plataformas de entretenimiento.
Conclusión
Hoy, la radio sigue fuerte en el automóvil, especialmente en Colombia, donde la renovación tecnológica vehicular aún tiene mucho trecho por andar. Si un carro, en promedio, tiene más de 20 años de antigüedad, es muy probable que todavía no sea tan fácil conectar un elemento externo para escuchar audio y, mucho menos, para ver video.
Pero sería un error confiarse en el estado actual de las cosas.
La tarea es doble:
- Hay que defender el terreno ganado entre los vehículos existentes.
- Hay que acompañar y adaptarse al cambio en los vehículos nuevos.
La carretera del futuro no está completamente asfaltada. Habrá curvas, obstáculos y nuevas reglas. Pero mientras haya conductores buscando una voz amiga que los acompañe en sus recorridos, la radio seguirá teniendo una oportunidad real de seguir al volante.
Y esa, en estos tiempos de cambios tan acelerados, ya es una razón poderosa para no bajarse del carro.

Tito López hace radio desde 1975 y ha creado formatos radiofónicos exitosos en Colombia, Portugal, Chile, Panamá y Costa Rica.
Es coach de talentos, intérprete de investigaciones de audiencia, productor, blogger, libretista y conductor de programas de radio.
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