Todos sabemos que, hoy en día, cualquier persona puede crear, producir, interpretar y lanzar una canción. Hay infinidad de herramientas, muchas de ellas gratuitas, y que incluyen la inteligencia artificial.
Y lo mejor es que, luego de crear una canción, también la pueden colgar en plataformas como Spotify y similares e incluso promocionarlas y hacerlas virales en las redes sociales y las plataformas de streaming como YouTube y TikTok.
Precisamente con la facilidad con la que los músicos no sólo pueden crear y mezclar, sino también distribuir y autoeditar sus canciones, no sorprende que la cantidad de música que ahora se publica en el mundo sea significativamente mayor que hace algunas décadas.
«Hoy se publica más música en un solo día que en todo el año 1989», acaba de decir Will Page, execonomista jefe de Spotify y de la agencia de derechos de ejecución del Reino Unido PRS for Music, al portal MusicRadar.
Esto hace que la labor de programar música en una emisora sea una labor cada vez más complicada, especialmente si está basada en los éxitos del momento.
Esta es una situación muy diferente a la que enfrentaban los programadores el siglo pasado.
Claro, siempre que uno entraba a sus oficinas encontraba un arrume de discos que les entregaban las casas disqueras y los artistas independientes. Tanto era así que tocaba programar las visitas de los promotores y representantes de los artistas en horas y días específicos de la semana para poderlos atender correctamente.
Pero lo de hoy es completamente diferente. Repito lo que dice Will Page: «Hoy se publica más música en un solo día que en todo el año 1989».
Esto se debe a que hoy es más fácil y económico crear una canción que hace 30 o 40 años. Los estudios caseros abundan. Además, las canciones muchas veces son más simples, sin intros, puentes ni outros, y tampoco tienen, como antes, solos de guitarra, saxo y otros instrumentos, y duran 3 minutos o menos.
Sí, producir música en la actualidad es más sencillo, rápido y barato que antes. De ahí la avalancha de canciones que llegan a las manos de los programadores que, para acabar de complicar las cosas, disponen de más herramientas de investigación.
Están las redes sociales, las plataformas de streaming y todo tipo de publicaciones que muestran el gusto por la música y los números de reproducciones que alcanzan las diferentes canciones en cualquier región del mundo, incluyendo Monitor Latino, que entrega una cantidad impresionante de información, datos y estadísticas.
Qué hace un programador musical
Hoy, cuando la gente puede escoger las canciones que quiere escuchar, crear una playlist, y decidir cuándo y dónde las va a oír, la labor de un programador es mucho más complicada, sumado a la cantidad de canciones que aparecen diariamente en un solo día.
Por eso la labor del programador es más importante que nunca.
Una buena programación no consiste simplemente en escoger una serie de canciones y ponerlas a sonar. Una emisora de radio musical debe tener una estrategia de programación, y esto aplica no solo a la radio tradicional sino también a las de solo internet.
La estrategia la crea la dirección de la emisora. Allí se define el target del público al que quieren complacer, los géneros musicales que deberían sonar y los que no. También la antigüedad de las canciones, los artistas bandera, el ritmo y hasta los idiomas que se tendrán en cuenta.
Incluso se puede formar un comité musical que se reúna de forma regular para presentar y sugerir canciones, analizar la programación, revisar tanto la música nueva como la antigua y sugerir si hay canciones que ya no deberían sonar o aumentar su rotación.
Con base en esa información, el programador (o director musical) deberá crear la programación de la emisora, añadiendo su toque artístico y personal y respetando lo definido en la estrategia.
Para ello hay que tener en cuenta lo siguiente:
- El programador es quien hace la ‘curaduría’ de la música que debe sonar, basado en la definición del producto o estrategia musical. Cuando hablo de ‘curaduría’ me refiero a que revisa cuidadosamente, al milímetro, canción por canción, lo que debe sonar o no.
- El que haya un programador asegura la consistencia en la programación, especialmente porque se cumple con los criterios de Nuevo-Viejo, Lento-Rápido, Español-Inglés, y todo lo que tiene que ver con las rotaciones correctas, evitando que el artista o la canción suenen a la misma hora de ayer o de hace un par de días atrás.
- Para ello se debe crear una estrategia de programación que, idealmente, sea plasmada y utilizada con un software de programación musical como Selector, Powergold, Music Master o similares.
- Ese programador, además, es el encargado de mantener actualizado el universo musical, de forma que, de la mano del Comité Musical, se asegure de tener las canciones correctas en programación.
- Un buen programador se reconoce por su excelente oído; por entender fácilmente cuándo una canción se va a convertir en un éxito; por estar atento a acoger cualquier nueva tendencia y añadirla a la programación. Pero también debe ser consciente de que está programando para el público y no para su gusto personal.
Con base en lo anterior es fácil concluir que la programación musical no es un juego ni que debería estar en manos de cualquiera.
Un director musical es el responsable de seleccionar y mantener la biblioteca de música de la emisora. Esto significa elegir las canciones que deben sonar en función del formato de la estación, los intereses y gustos de sus oyentes y el buen gusto del propio director musical.
También significa revisar las pilas de nuevos lanzamientos que llegan todos los días, evaluar cuáles realmente podrían convertirse en las favoritas de los oyentes y luego, durante las reuniones semanales con el director y/o el comité de programación, sugerir qué temas se deben agregar, a qué hora del día se deben reproducir y con qué frecuencia se deben repetir.
Un director musical también recibe propuestas de canciones de promotores de radio de sellos discográficos y artistas independientes. Otras tareas incluyen participar en eventos y actividades promocionales en nombre de la estación, idear concursos y sorteos relacionados con la música e investigar y monitorear las listas de éxitos.
Un buen director musical es curioso, de mente abierta y lo suficientemente apasionado como para pasar horas cada día examinando nuevos lanzamientos para encontrar un cantante o un sonido fantásticos.
Los directores musicales y los curadores deben ser consumidores voraces de música, redes sociales y cultura pop, listos para sumarse a las canciones virales en cualquier momento.
También es importante tener visión de futuro (tener el gusto y la visión para dar forma a las tendencias culturales) y ser audaces cuando sea necesario.
Y algo importante: aunque la radio debe procurar complacer a su audiencia con la música mejor calificada, conocida y exitosa, un programador que constantemente juega a lo seguro con canciones probadas en el mercado es poco probable que se destaque del resto y le quedará difícil crear un nicho musical importante para su emisora.
Ahí es donde entra en juego su arte, su oído, su conocimiento.
Cómo es su día a día
Muchos directores musicales también trabajan como DJ de radio y, según el tamaño de la emisora, el puesto puede combinarse o con el de director de la emisora (director artístico).
Si ambos puestos no están a cargo de una sola persona, el director musical y el director de emisora trabajarán en estrecha colaboración. El director musical también trabajará de alguna manera con el personal de promociones o ventas de la emisora.
A pesar de tener un horario fijo de oficina en la estación, este no es un trabajo sencillo de oficina.
El director musical pasa mucho tiempo fuera del horario laboral investigando nueva música y manteniéndose al día con las tendencias, así como construyendo relaciones con figuras de la industria musical en eventos sociales y conciertos, a los que asistirá con frecuencia. Esto puede llevar a algunas noches de trasnochada.
Establecer contactos con profesionales de la industria musical en eventos sociales y conciertos también es una gran parte del trabajo.
Aunque generalmente se les pide que vayan a la oficina durante una cierta cantidad de tiempo cada semana, disfrutan de muy pocas restricciones en su vida laboral.
El trabajo, para ellos, generalmente significa escuchar: una tarea que realizan en cualquier lugar, en cualquier momento y, por lo general, considerando la enorme cantidad de música que se lanza cada semana, todo el tiempo.
Las nuevas opciones
Un programador, además de poder aspirar a la dirección artística de la emisora, hoy en día puede encontrar otros trabajos cada vez mejor remunerados.
En la era digital, el trabajo de creador de tendencias para audiencias masivas se ha trasladado a plataformas de streaming como Spotify, Google Play y Apple Music, donde equipos de curadores incógnitos crean listas de reproducción a partir de una biblioteca de música que incluye casi todas las canciones del mundo.
Dado que una de cada cinco reproducciones en todos los servicios de streaming se produce dentro de una playlist, estas listas de reproducción curadas se están convirtiendo rápidamente en la forma dominante de descubrimiento musical.
Los curadores de listas de reproducción, al igual que sus homólogos en la radio, son presionados constantemente por artistas, representantes y promotores que esperan obtener exposición para sus canciones.
Conclusión
Un director musical debe ser adaptable, estar bien informado y ser proactivo para enfrentar estos retos y mantener una estación de radio competitiva y relevante.
No es necesario que tenga ninguna cualificación en particular para este trabajo, pero sí necesitará una gran cantidad de experiencia, ya sea en radio como productor o dentro de la industria musical en general.
Es probable que le resulte útil si ha trabajado en diferentes empresas y áreas (como en otras cadenas, equipos digitales o sellos discográficos), ya que esto le dará una amplia base de experiencia y una amplia red de relaciones con managers, agentes y promotores.
Los programadores son apasionados por la música: la viven y respiran y pueden compartir ese amor con la emisora para la que trabajan y con el público que la escucha.
Tito López hace radio desde 1975 y ha creado formatos radiofónicos exitosos en Colombia, Portugal, España, Estados Unidos, Chile, Panamá y Costa Rica.
Es coach de talentos, intérprete de investigaciones de audiencia, productor, blogger, libretista y conductor de programas de radio.
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