8 consejos para hacer imitaciones en radio

Muchos creen que imitar voces es muy fácil, pero lo cierto es que se necesita estudio, disciplina y práctica para lograrlo. Aprenda a hacerlo con estos tips.

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Usted no tiene que haber nacido con el don de imitar voces. Con disciplina, práctica y comprensión puede lograrlo.

A mi llegada a Radioactiva en agosto de 1989, una de mis primeras preocupaciones era la de conformar un Morning Show competitivo frente el “Zoológico de la Mañana” de 88.9 Súper Estéreo de Bogotá.

Allí habíamos creado un par de personajes chistosos mediante un procesador de audio que permitía cambiar la voz de Jorge Marín (y más tarde de Alejandro Villalobos) para representar a una chica coqueta llamada Carlota Mayo Larrota y un viejo cascarrabias llamado Fulgencio Cabeza Manotas.

Crear y conseguir al menos a un humorista para Radioactiva que pudiera competir contra esos monstruos que yo mismo había ayudado a crear era una tarea complicada, que veía casi imposible por lo novedoso de la situación y por mi desconocimiento de la ciudad, ya que había llegado a la capital hacía menos de 1 año.

Por esos días, Yamid Amat realizaba en Caracol, los viernes por la tarde, un programa en el que comentaba de manera sencilla y a modo de conversación el resumen noticioso de la semana, salpicado con el humor de Juan Harvey Caicedo y parodias musicales con un grupo de trovadores llamado Los Marinillos.

Y un viernes, Óscar Rentería presentó desde Cali en ese espacio a un personaje que imitaba las voces del expresidente Belisario Betancur, al técnico de la Selección Colombia Gabriel Ochoa y a otro par de celebridades nacionales.

Averigüé quién era, me enteré de que trabajaba en Caracol como narrador deportivo y que tenía un gran sentido del humor.

Así conocí a Guillermo Díaz Salamanca y de inmediato hablé con mi jefe para decirle que ese era el personaje que quería en mi Morning Show para competir contra Súper Estéreo, y a la semana siguiente ya lo teníamos en Bogotá.

Yo no quería sus imitaciones, porque estaban dirigidas para un público adulto y nuestra emisora estaba enfocada en los jóvenes estudiantes de colegios y universidades, así que lo puse a crear personajes.

Así nació ‘Hipocondrio’, nuestro perezoso mensajero que siempre se excusaba de ir a trabajar por algún problema que se inventaba.

También apareció el Profesor Dinario, que era “un torrente de sabiduría”. Otro personaje legendario fue Doña Maribucha, que nos actualizaba con los chismes de farándula y, como estos, hubo otros personajes más realizados con su ingenio y su voz.

Un par de años después, basado en el programa de los viernes de Yamid Amat y aprovechando el apagón nacional, Caracol lanzó su programa de la tarde “La Luciérnaga”, y allí comenzaron a brillar para Guillermo sus dotes de imitador, ya que podía recrear, de manera humorística, a los grandes personajes de la actualidad nacional e internacional y, como se dice tradicionalmente, el resto es historia.

Díaz Salamanca salió de Caracol y pasó a RCN, y hace poco se retiró de esta cadena donde continuaba haciendo sus imitaciones en el programa “El Cocuyo”, pero para esta época han sido muchos otros comediantes y humoristas quienes han seguido sus pasos de manera exitosa.

Sin embargo, no es tan fácil triunfar haciendo imitaciones de voces. Una cosa es poder emular la voz de alguien, pero otra cosa es imprimirle un carácter, comprender la personalidad del imitado y saber aprovechar esa caracterización para hacer humor.

Sí, hoy en día abundan talentos de radio que saben imitar algunas frases del presidente Gustavo Petro o de Álvaro Uribe, o personajes de la televisión como Barney o Kiko, del Chavo del Ocho, pero de ahí a pensar que son imitadores y que los van a contratar por copiar esas imitaciones hay una gran diferencia.

De hecho, la mayoría de esas ‘imitaciones’ ni siquiera vienen de estudiar cuidadosamente a los personajes que quieren interpretar, sino que, más bien, lo que hacen es copiar las imitaciones de otros humoristas, lo que hace que esas imitaciones cada vez suenen más falsas.

Incluso, un error en el que suelen caer algunos imitadores es el de imitarse a sí mismos. Y creo que eso le fue pasando con el tiempo, por ejemplo, a Guillermo Díaz: de tanto repetir diariamente a los mismos personajes, terminó copiándose a sí mismo y se distanció del sonido original de los personajes que emulaba.

Así mismo, luego de tratar de imitar tantas voces se llega a otro problema: todas terminan sonando igual y es difícil diferenciar una imitación de un personaje a otra. Esto se puede apreciar en la entrevista que el mismo Guillermo le concedió a Eva Rey esta semana y que se puede apreciar dando clic en este enlace.

Esta no es una crítica destructiva de su trabajo. Por el contrario, solo tengo admiración y agradecimiento por su talento y por su amistad, pero muchas veces los errores propios o de otras personas sirven de ejemplo para aprender a evitarlos y no cometerlos de nuevo.

Basado en lo anterior, he querido escribir algunos consejos para aprender a realizar imitaciones de voz de manera exitosa. Espero que los tenga en cuenta si usted cree tener las cualidades necesarias para lograrlo.

  1. ¿Don natural o habilidad que se puede aprender?
  • Don natural: Algunas personas tienen oído absoluto o una gran capacidad de memoria auditiva, lo que les permite imitar voces con facilidad desde temprana edad. Captan los tonos, ritmos y matices de inmediato.
  • Entrenamiento: La buena noticia es que la mayoría de las voces se pueden trabajar y perfeccionar. Con técnica vocal, práctica constante y análisis detallado, alguien sin un talento innato puede desarrollar imitaciones convincentes.
  • Conclusión: El talento ayuda, pero no es indispensable; lo decisivo es la disciplina y la práctica guiada.
  1. Fundamentos para imitar voces
  1. Escucha activa:
    • Escuche grabaciones del personaje repetidamente.
    • Identifique sus rasgos característicos: timbre, tono, velocidad, pausas, muletillas.
  2. Análisis técnico:
    • Observe la entonación (grave, aguda, nasal).
    • Analice la articulación (muy clara, atropellada, pausada).
    • Reconozca el ritmo de su habla (rápido, lento, con silencios estratégicos).
    • Estudie su respiración (jadeos, suspiros, risas entre frases).
  3. Repetición y memoria muscular:
    • Practique frases cortas del personaje hasta que salgan con naturalidad.
    • Grábese y compárese.
  4. Adaptación física:
    • Ajuste la posición de la lengua, labios y mandíbula.
    • Experimente con los llamados ‘resonadores’: pecho, garganta, nariz, cabeza.
    • Recuerde que la postura corporal también influye en la voz.
  1. Técnicas prácticas de entrenamiento
  • Shadowing (hacer sombra): Reproduzca un audio del personaje y repita simultáneamente, intentando calcar su voz en tiempo real.
  • Descomposición: Trabaje primero el timbre, luego la velocidad, después las muletillas y al final integre todo.
  • Exageración inicial: Al principio imite de forma caricaturesca, luego reduzca hasta lograr una imitación natural.
  • Imitación emocional: No copie solo la voz; copie la intención (enfado, risa, ironía, calma).
  • Palabras ancla: Identifique 2 o 3 frases típicas del personaje que sirvan como “puerta de entrada” para entrar en el personaje cada vez.
  1. ¿Solo voz o también guion?
  • Imitación aislada: Una voz bien lograda puede impresionar al inicio, pero pierde impacto si no tiene contexto.
  • Guion trabajado: Lo que realmente hace memorable la imitación en radio es un guion inteligente:
    • Situaciones cómicas que exageren rasgos del personaje.
    • Frases típicas aplicadas a situaciones nuevas.
    • Diálogos con otros personajes reales o ficticios.
  1. Ejercicio práctico sugerido
  1. Seleccione un personaje actual muy reconocible (ejemplos: un político, un cantante, un narrador deportivo).
  2. Encuentre un video de 2-3 minutos y repítalo varias veces hasta memorizar la cadencia.
  3. Escriba un pequeño guion de 1 minuto con frases típicas de ese personaje aplicadas a una situación absurda (ejemplo: el político anunciando el menú de un restaurante).
  4. Grábese y escuche junto con alguien de confianza para recibir retroalimentación.
  1. Riesgo de imitar la imitación (la “copia de la copia”)
  • El círculo vicioso: Como dije al principio, es común que los imitadores, especialmente los principiantes, se acostumbren a escuchar a otros imitadores más que al personaje original. El resultado es que empiezan a copiar los defectos, exageraciones o licencias creativas del primero, y no la voz real.
  • Efecto acumulativo: Con el tiempo, esa cadena de “copias” termina alejándose tanto de la fuente original, que la imitación ya no suena al personaje sino al estilo de un colega imitador.
  • Incluso los pioneros: Hasta el primer imitador corre el riesgo de deformar la imitación, porque se habitúa a su propia versión y deja de escuchar y estudiar al personaje auténtico.
  1. Cómo evitarlo
  1. Escuche siempre al original: Regrese periódicamente a grabaciones frescas del personaje. No se confíe en su memoria ni en su propia voz.
  2. Actualización constante: La voz de una persona real cambia con el tiempo (edad, salud, emociones). Ajuste su imitación de acuerdo con esos cambios, no con la caricatura inicial.
  3. Chequeo cruzado: Pida a alguien que compare su imitación con audios recientes del personaje, no con otros imitadores.
  4. Disciplina de archivo: Guarde segmentos (clips) de referencia del personaje en distintas situaciones (entrevistas, discursos, momentos informales). Así tendrá un “mapa vocal” que lo mantiene cerca de la fuente.
  5. Evite el “vicio” de la muletilla: Muchos imitadores exageran una sola frase típica (“Todo bien, todo bien” o “¡Cállate, cállate, cállate que me desesperas!”) y construyen todo alrededor de eso. No se limite; amplíe el repertorio del personaje.
  1. Recomendaciones adicionales
  • Varíe personajes: No se quede solo con uno; trabaje 3 o 4 para mostrar versatilidad.
  • Cuidado con la salud vocal: No fuerce su garganta; si la voz del personaje es muy distinta de la suya, trabaje en escalas y apoyos para evitar lesiones.
  • Observe lo visual: Aunque sea radio, la gesticulación y el movimiento corporal ayudan a “entrar” en el personaje y refuerzan la imitación.
  • Estilo propio: No busque la perfección absoluta; a veces la gracia está en la exageración, en el “parecido” más que en la copia exacta.
  • Referencias: Estudie a grandes imitadores (en Colombia, como Jhovanoti. En México, como Omar Alonso o Gilberto Gless) y observe cómo combinan voz y libreto.

Conclusión

La enseñanza es clara: usted no tiene que haber nacido con el don de imitar voces. Con disciplina, práctica y comprensión puede lograrlo.

También hay que entender que la imitación debe ser fiel al original, no a la tradición de imitadores que lo rodea. La gracia está en sonar como el personaje real, no como la caricatura que haya creado otro.

Y, tal vez lo más importante: entienda al personaje que va a imitar. Estudie su comportamiento, su forma de pensar, su personalidad, y si puede, escriba un libreto. Dedique tiempo a su trabajo para marcar una diferencia.

ACERCA DEL AUTOR
Tito López hace radio desde 1975 y ha creado formatos radiofónicos exitosos en Colombia, Portugal, Chile, Panamá y Costa Rica.
Es coach de talentos, intérprete de investigaciones de audiencia, productor, blogger, libretista y conductor de programas de radio.
Lo puede seguir en Facebook como Oscar.Tito.Lopez y en Twitter como oscartitolopez.
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