Así transmitimos el evento musical más importante del siglo XX

Hace 40 años se realizó el Live-Aid, un concierto benéfico que llegó a 150 millones de personas en todo el mundo. ¿En qué consistía? ¿Cómo se hizo? ¿Quién cantó en ambos lados del Atlántico? ¿Cómo fue transmitido?

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Las más grandes estrellas de la música se reunieron en estadios en Londres y Filadelfia y una de ellas cantó en ambos escenarios...

Imagínese esta situación: usted es uno de los artistas invitados a un gran evento mundial en el que participarán las más grandes estrellas de la música y será presenciado por más de 1.500 millones de personas a través de la televisión y la radio en más de 150 países.

El evento tiene otra particularidad: se realizará de forma simultánea en dos países, separados por el océano Atlántico: Inglaterra y Estados Unidos.

Pero lo más interesante para usted, como artista invitado, es que tendrá la oportunidad de participar en el concierto, en persona, en vivo y en directo, en ambos países, que están separados por 6.000 kilómetros de distancia.

Bueno, eso sucedió hace 40 años, el 13 de julio de 1985, en un gran evento llamado ‘Live-Aid’.

¿En qué consistía? ¿Cómo lo hicieron? ¿Quién cantó en ambos lados del Atlántico? ¿Cómo fue transmitido?

Aquí va una pequeña historia…

El nombre

En inglés, a las ‘curitas’ se les llama ‘band-aids’. Es una marca registrada de Johnson & Johnson. Si traducimos ese término palabra por palabra, se leería ‘ayudas con bandas’, refiriéndose a unas banditas elásticas de tela o apósitos adhesivos que se aplican sobre heridas y cortaduras menores de piel.

Band-Aids o ‘curitas’.

Basados en ese nombre, en diciembre de 1984 hubo un proyecto en Inglaterra que pretendía recoger fondos para ayudar a la hambruna que padecían algunos países de África.

El nombre era muy apropiado, porque otra traducción podía ser ‘Bandas que ayudan’, refiriéndose a los grupos y artistas que participarían, y al mismo tiempo ofrecían un alivio a la gente de esos países, tal como lo hacen las curitas.

Para esa ocasión, se unieron algunos de los artistas más exitosos del Reino Unido y lanzaron una canción llamada “Do they know it’s Christmas?” (“¿Ellos sabrán que estamos en navidad?”), haciendo referencia a que, mientras en otras partes del mundo se celebraba con regalos y fiestas la navidad, la gente de Etiopía moría de hambre.

Ante el éxito de ventas de ese disco sencillo, que además de llegar al primer lugar de las listas de éxitos logró recaudar más de 10 millones de libras esterlinas, unos 43 millones de dólares actuales, surgió la idea de hacer un concierto masivo, en vivo, con estrellas de la música del Reino Unido y Estados Unidos.

De allí surgió el ‘Live-Aid’, que en español podría traducirse como “Ayuda en vivo”.

Fue así como, el sábado 13 de julio de 1985, el mundo fue testigo de un evento sin precedentes: Live Aid, un concierto benéfico que unió a más de 1.500 millones de personas a través de la televisión y la radio en más de 150 países.

Carteles de invitación al evento.

La causa: recaudar fondos para aliviar la hambruna en Etiopía, una crisis humanitaria que había conmovido al planeta tras la difusión de imágenes desgarradoras de niños desnutridos en África Oriental.

La nómina de artistas puede ser consultada dando clic en este enlace.

El evento

El evento fue ideado por el músico irlandés Bob Geldof, líder del grupo Boomtown Rats, quien junto al productor Midge Ure, logró lo impensable: reunir a los artistas más importantes del momento en dos conciertos simultáneos —uno en el estadio Wembley de Londres y otro en el JFK Stadium de Filadelfia— transmitidos en vivo a nivel global mediante una compleja y ambiciosa red de enlaces satelitales y terrestres.

Nunca, hasta entonces, se había hecho algo parecido.

Lo que para algunos podría sonar como un espectáculo musical más, en realidad fue una demostración histórica del poder de la tecnología, la solidaridad global y la capacidad de la música para movilizar conciencias.

Y aquí es donde entra la historia de ese artista que cantó a ambos lados del océano.

La presentación de Phil Collins en Live Aid fue una hazaña sin precedentes en la historia de la música en vivo. Collins comenzó el 13 de julio de 1985 actuando en el escenario del estadio de Wembley en Londres, donde interpretó «Against All Odds» al piano y «In the Air Tonight», además de acompañar con la batería a Sting en algunas canciones. Su actuación fue sobria, íntima y muy bien recibida por el público británico.

Pero lo que hizo histórica su participación fue que, tras tocar en Wembley, tomó un helicóptero hasta el aeropuerto de Heathrow, abordó un avión Concorde hacia Nueva York. De allí tomó otro helicóptero que lo llevó hasta el estadio JFK de Filadelfia para llegar a tiempo a la segunda sede del Live Aid.

Phil Collins. listo para subir al Concord luego de su presentación en el estadio de Wembley.

Recordemos que, hoy en día, un vuelo entre Londres y Filadelfia puede durar entre 7 y 8 horas, pero el Concord lo hacía en solo 3 horas y 45 minutos.

De esta forma, Collins volvió a subir al escenario para interpretar de nuevo «Against All Odds» y «In the Air Tonight», esta vez frente a una audiencia estadounidense. También acompañó a Eric Clapton en su set como baterista y tocó la batería para Led Zeppelin en su breve y polémica reunión, que no fue bien recibida ni por el público ni por la crítica.

En total, Phil Collins fue el único artista que actuó en ambos continentes en el mismo día, gracias a la velocidad del Concorde y a una logística extraordinaria.

La transmisión

Recordemos que hace 40 años, en 1985, hacer un programa en directo ya era complejo. No había internet. De hecho, la televisión por cable estaba en sus albores.

Hacer el concierto en dos continentes, con artistas en vivo, y transmitirlo simultáneamente a través de televisión analógica y radio en tantas regiones del planeta era una hazaña titánica.

Se emplearon satélites como el Intelsat V, enlaces transatlánticos, estudios intermedios y decenas de equipos móviles. Todo esto antes de la llegada del internet comercial, con apenas unos segundos de margen para conmutar señales entre ciudades.

Para muchas emisoras de radio, incluidas algunas en América Latina, fue necesario improvisar soluciones técnicas para recibir la señal desde Londres o Filadelfia: desde platos parabólicos alquilados hasta conexiones por microondas y líneas especiales de audio.

Y así lo transmitimos en Medellín

A mediados de los años 80, en Colombia todavía no existía la televisión por cable. Sin embargo, ya se sabía que, por ejemplo, en los Estados Unidos, había canales como HBO, ESPN, CNN y, obviamente MTV, que había sido lanzado en 1981.

Pero, ante la falta de televisión por cable, en Medellín hubo un par de personajes que comenzaron a construir antenas parabólicas: Mario Yepes y Héctor Ochoa.

Eran unas antenas ‘artesanales’, construidas con malla de gallinero y sostenidas por cañas de bambú o guadua, como se le conoce en Colombia.

Así eran las antenas parabólicas en los años 80.

Por esa época, yo trabajaba en Veracruz Estéreo y, al enterarnos del evento, comenzamos a buscar cómo transmitirlo por nuestra emisora.

Meses atrás, ya habíamos visitado a Héctor Ochoa en la casa donde vivía con su familia, una finca en la Loma de Chocho de Envigado. Él nos recibió a Donnie y a mí muy amablemente y nos mostró todo el montaje que tenía con su colosal antena de 11 metros de diámetro, ubicada en su jardín.

Por esos días, otro amigo, José Ignacio Durán, también estaba experimentando con una antena más pequeña, que tenía en el balcón de su apartamento en Envigado y que también captaba la señal de varios de esos canales de cable.

Así fue como contactamos a ambos, quienes accedieron a ayudarnos en la transmisión.

Primero fuimos donde José Ignacio, ya que era amigo personal (había cantado con mis hermanos en el grupo de rock Los Yetis), pero la señal que recibía no era tan clara porque la antena era muy pequeña, de 1 o 2 metros de diámetro.

Entonces decidimos irnos con nuestros equipos a donde Héctor Ochoa, quien ya se había mudado a una hermosa casa en el barrio Castropol de El Poblado, en Medellín. Sus equipos de recepción los tenía instalados en su alcoba matrimonial y la gigantesca antena, ahora mejor montada, estaba en el amplio jardín.

Nosotros, por ser una emisora independiente, no teníamos equipos para transmisiones remotas. Sin embargo, mis amigos me llamaban “Tito Cables” porque sabían que me encantaba experimentar con el sonido y con las transmisiones.

Yo, que no estudié electrónica, realmente hacía experimentos solo con el sentido común y de manera totalmente empírica, sin saber que seguramente estaba cometiendo muchos errores e, incluso, poniendo en peligro muchos equipos.

Como sea, yo llevé un mixer, un ecualizador gráfico y un par de micrófonos. Todo eso lo conectamos a la línea telefónica, sin ningún tipo de filtros ni equipos adicionales, y así pudimos transmitir gran parte del evento.

Aunque la señal que captaba la antena era de muy buena calidad y el sonido era perfecto, lo que transmitimos por la emisora, como era de esperar, no sonaba tan bien. Sin embargo, nadie más lo estaba haciendo, así que siento que fue una transmisión interesante, especialmente para los fanáticos de la música que no tenían más opciones de escuchar o ver el concierto.

Los derechos

Sobra decir que, por ser una emisora independiente, y siendo nosotros empíricos de la radio, no sabíamos nada de derechos de transmisión, especialmente porque era la primera vez que se presentaba un evento de este tipo.

Seguramente las grandes cadenas de radio sí sabían del tema, especialmente porque debían comprar los derechos de eventos deportivos como el Mundial de Fútbol, la Copa Libertadores de América, los Juegos Olímpicos o eventos ciclísticos como el Giro de Italia, el Tour Francia y la Vuelta a España.

En nuestro caso, y tratándose de un evento musical benéfico, y del que nos enteramos con muy poca anticipación, simplemente nos robamos la señal, sin una mala intención. Más bien, era el interés por traer una gran primicia a un público que no tenía más opciones de apreciarlo.

Lo cierto es que la transmisión del Live Aid en 1985 fue un evento sin precedentes no solo por su escala musical y humanitaria, sino también por su modelo de distribución y difusión.

En términos generales, los medios de comunicación no pagaron por los derechos de transmisión en el sentido tradicional, pero sí debían cumplir ciertas condiciones contractuales específicas.

Esto fue lo que ocurrió:

  1. No se cobraron derechos comerciales de transmisión

Bob Geldof y los organizadores decidieron que el objetivo principal era recaudar fondos y maximizar la exposición global, no generar ganancias por licencias. Por eso, las señales de televisión y radio se distribuyeron de forma gratuita, pero…

  1. Se exigía un compromiso humanitario

Las cadenas interesadas en transmitir el evento debían comprometerse por escrito a no insertar publicidad durante el concierto, o, si lo hacían, a donar los ingresos publicitarios a la causa. También debían incluir segmentos que explicaran la situación en Etiopía y motivaran al público a donar. Era una forma de evitar que el evento se usara como plataforma para lucro comercial.

  1. Distribución técnica
  • En Europa, la señal fue producida y distribuida principalmente por la BBC desde Londres.
  • En Estados Unidos, la señal oficial se originó en ABC y luego fue difundida por MTV, que tuvo una de las coberturas más completas.
  • En América Latina, algunos canales (como en Argentina o México) retransmitieron fragmentos por satélite, muchas veces gracias a convenios con señales estadounidenses o británicas.
  1. Radio

Las transmisiones radiales también fueron autorizadas sin costo comercial, bajo las mismas condiciones. En EE. UU., por ejemplo, Westwood One fue una de las redes que retransmitió el evento en vivo para emisoras afiliadas.

Conclusión

Al final, logramos nuestro objetivo: transmitir el concierto más importante de la historia hasta ese momento. Un evento de clase mundial que no solo reunió a las más grandes estrellas de la música, sino que recaudó fondos para una causa benéfica muy importante y que, además, ayudó a crear conciencia sobre la situación de la hambruna en África Oriental.

De hecho, es considerado tan importante, que se celebra el Día Mundial del Rock cada 13 de julio, en su honor.

Este fue el primer evento internacional que transmitimos en Veracruz Estéreo. Más adelante vinieron otros, como los Premios Grammy y diversos festivales y conciertos.

En el afán de captar la señal de esos eventos, que no eran transmitidos en Colombia, decidimos montar nuestra propia antena parabólica en el patio trasero de la sede de Veracruz Estéreo, que además nos ayudó a mantenernos al día con la información y con los videos musicales de las canciones de moda, muchos de los cuales usábamos para nuestros programas en la televisión local.

Pero, tal como decían en “El gran mundo del Pequeño Adam”, esa es otra historia…

ACERCA DEL AUTOR
Tito López hace radio desde 1975 y ha creado formatos radiofónicos exitosos en Colombia, Portugal, Chile, Panamá y Costa Rica.
Es coach de talentos, intérprete de investigaciones de audiencia, productor, blogger, libretista y conductor de programas de radio.
Lo puede seguir en Facebook como Oscar.Tito.Lopez y en Twitter como oscartitolopez.
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1 comentarios

  1. La última parte de la historia, la de cómo lo transmitieron el concierto por Veracruz, me pareció tremendamente interesante. Eso me hizo recordar que allá en Veracruz, me pareció escuchar una vez a Andrés Nieto, intentaron bajar vía parabólica «American Top 40» para estar una semana por delante de los competidores en Colombia, que eran solamente dos, Super en Bogotá y Todelar en Cali, dado que el programa llegaba vía correo y se transmitía justo en la fecha que se terminaba el periodo semanal del conteo, es decir, si la semana terminaba el sábado 20 de Julio, el programa se transmitía el 20 o el 21 de Julio, por decir en ejemplo. Eso si el correo no fallaba, porque a veces por la demora tocaba retransmitir el programa de la semana anterior. En cambio, si el programa lo bajaban por parabólica podía transmitirse el 12 o el 13 de Julio. ¿Qué nos puede contar de esa historia?, ¿es cierta o solamente estuvo la idea pero nunca se propuso ejecutarla?

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