Durante el reciente apagón que afectó a diversas zonas de Europa, la radio volvió a demostrar su vigencia como un medio esencial. Aunque el internet y las plataformas digitales dominan la vida cotidiana, cuando fallan la electricidad y las redes, la radio sigue siendo ese punto de conexión confiable entre la información y la comunidad.
Portátiles, alimentadas por baterías y con señal abierta, las radios encendieron la tranquilidad en hogares que se quedaron sin luz ni internet. En países como Alemania, Francia y España, miles de personas sintonizaron estaciones locales para recibir actualizaciones, instrucciones de seguridad y, sobre todo, para no sentirse solos en medio del caos.
Los medios digitales son veloces, pero dependen de una infraestructura que puede caer. La radio, en cambio, es resiliente, cercana y no exige nada más que un receptor básico. “Es como una vieja amiga que siempre está ahí cuando más se necesita”, dijo una oyente en Viena durante el corte.
Además de informar, la radio también acompañó emocionalmente a las personas, con música, voces familiares y mensajes de esperanza. No fue el único canal, pero sí uno de los más confiables.
En un mundo cada vez más digital, ¿estamos valorando lo suficiente a los medios tradicionales que aún nos sostienen en las emergencias?
Esta nota fue realizada por Alpha González, Lic. en Periodismo por la EPCS, con experiencia en la cobertura de la industria de la radio y los medios de comunicación.