Durante años, el liderazgo estuvo marcado por la idea de que un buen gerente debía mantener una máscara de profesionalismo inquebrantable. Mostrar emociones, especialmente las negativas, era visto como una debilidad. Sin embargo, en la actualidad, el liderazgo auténtico ha cambiado las reglas del juego.
Ser un líder genuino implica mostrar emociones de manera estratégica. No se trata de exponerse sin filtro, sino de generar confianza y fortalecer el equipo a través de la transparencia. La Generación Z, que hoy se integra al ámbito laboral, valora la honestidad y la cercanía de sus líderes, lo que ha impulsado un cambio en la gestión.
Entonces, ¿Cómo ser vulnerable sin perder autoridad?
Establece límites: Comparte lo necesario sin caer en el exceso.
Escucha activamente: No siempre es necesario ser la voz más fuerte.
Pide ayuda: No es debilidad, sino una forma de fortalecer al equipo.
Desarrolla la autoconciencia: Conoce y controla tus emociones.
Fomenta la empatía: Conectar con tu equipo genera lealtad y motivación.
En la radio, donde la creatividad y la conexión humana son esenciales, un equipo que se siente seguro y comprendido es más productivo y estratégico. Es momento de dejar atrás la vieja escuela y abrazar un liderazgo más humano.
¿Estás listo para quitarte la máscara?
Esta nota fue realizada con base en un artículo publicado por Radio Ink.