En ventas y marketing, asumir que sabemos lo que los clientes necesitan puede alejarnos de ellos. Adoptar una mentalidad curiosa e inocente, como la de un niño, permite escuchar activamente, hacer preguntas profundas y descubrir las historias que realmente importan.
Ponerse en los zapatos de quienes no comparten nuestro conocimiento es un reto, pero también una oportunidad. Escuchar sin prejuicios ayuda a identificar deseos y emociones que no habríamos imaginado. Por ejemplo, preguntar «¿por qué?» o «¿cómo te sientes?» abre puertas a respuestas que transforman estrategias.
Las historias personales son poderosas herramientas para entender procesos de decisión y conectar con otros clientes. Al recopilar estas narrativas, descubrimos que, más allá del precio, factores como la confianza o la comodidad emocional pueden ser decisivos.
Un mensaje que conecta emocionalmente tiene mayor impacto que uno enfocado solo en el costo. Mostrar cómo un producto o servicio mejora vidas hace que el precio pase a un segundo plano.
Además, esta escucha activa no solo mejora los anuncios, sino que también guía a las empresas a alinear su oferta con lo que sus clientes realmente valoran.
¿Estás listo para dejar de suponer y comenzar a escuchar lo que realmente mueve a tus clientes?
Esta nota fue realizada con base en una idea sacada de un artículo publicado por Radio Ink, con contenido de Alpha González.