El resurgimiento del casete: un viaje a través de su historia

Un formato de audio que cambió la forma en la que el público escuchaba audio y que, a pesar de los grandes avances tecnológicos, parece estar de regreso.

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Más de 50 años de una tecnología que se creía que iba a desaparecer...

Mi trayectoria de casi 50 años en la radio está ligada estrechamente a una tecnología que, de manera sorprendente, está volviendo a ponerse de moda: el casete.

Como lo he comentado en otras ocasiones, mis primeros programas de radio fueron grabados en casetes, tanto los de mi emisora experimental de barrio, como los que realicé en Emisoras El Poblado de Medellín, por allá en agosto de 1975.

Aunque en mi casa había una grabadora de carrete abierto, que mi papá recibió de premio en una convención de ventas, todos mis experimentos de grabación de audio y de realización de programas de radio comenzaron con grabadoras de casete.

Aunque la calidad de sonido no era la mejor, el casete se convirtió en una forma sencilla, barata y fácilmente transportable de guardar la música y realizar otras tareas, no solo de periodismo sino incluso de computación.

Por eso en mi artículo de hoy quiero rendirle un pequeño homenaje a ese pequeño adminículo que, al igual que los discos de vinilo, parece estar teniendo un regreso triunfal al mercado.

Desde su invención hasta su caída en desgracia y su reciente resurgimiento, la historia de los casetes es fascinante y está llena de innovación tecnológica.

El inesperado regreso de las cintas de casete

Las ventas de este formato de música física han aumentado significativamente en los últimos años. Las cintas de casete pregrabadas se convirtieron en un formato popular para escuchar música en los años 70 y 80. Después de la introducción del Sony Walkman en 1979, las ventas de casetes alcanzaron su punto máximo en 1989.

Pero su auge duró muy poco. La llegada del CD aplastó su popularidad a principios de la década de 1990. Sony dejó de fabricar el walkman en 2010 y el formato fue ampliamente olvidado.

Pero la vida da muchas vueltas. En una era tecnológica como la actual en la que prima todo lo digital, y en la que estamos deslumbrados por la Inteligencia Artificial, las ventas de discos de vinilo se dispararon durante la pandemia de COVID-19 en 2020 y, como resultado, las cintas de casete experimentaron un renacimiento también.

Este renovado interés en el formato llevó a artistas como Billie Eilish y Harry Styles a lanzar sus álbumes más recientes en formato de cinta de casete. En 2022, Taylor Swift lanzó su álbum “Midnights», en casete.

Y precisamente el año pasado, las ventas de álbumes en cintas de casete en los Estados Unidos aumentaron un 28%, llegando a venderse 440,000 unidades (frente a las 343,000 en 2021). En 2015, las cintas de casete solo vendieron 74,000 copias.

La cinta más vendida en 2022 fue la banda sonora de “Guardians of the Galaxy, Vol.2”. Cabe anotar que las cintas de casete tuvieron un papel destacado en la trama de esa película de Marvel, lo que contribuyó a despertar el interés por este formato.

Las cintas de casete son considerablemente más baratas que los discos de vinilo y como su precio es asequible, impulsa la popularidad del formato de audio.

Sin embargo, las cintas de casete de edición limitada también están alcanzando precios de reventa más altos en sitios de subasta por internet como eBay. Cintas originales de segunda mano como “Future Nostalgia” de Dua Lipa y “Thriller” de Michael Jackson pueden alcanzar más de 200 dólares hoy en día.

La historia

Primero que todo, es importante entender por qué esas cintas se llaman así. La palabra ‘cassette’, en francés se usaba en otras épocas para describir un cofre pequeño para guardar dinero o joyas. Sí, es lo que en español podría llamarse ‘joyero’.

El nombre ‘cassette’ viene del francés ‘joyero’.
(Foto: https://boite-a-bijou.fr/)

La idea original detrás de la creación de los casetes fue desarrollar un formato de grabación y reproducción de audio más pequeño, portátil y conveniente que los rollos de cinta magnetofónica utilizadas en las grabadoras de carrete de la época.

Fue Lou Ottens, un ingeniero de Philips, quien lideró el equipo responsable de crear este nuevo medio de almacenamiento.

Philips, la compañía holandesa responsable de su invención, buscaba hacer que la música y otros contenidos de audio fueran más accesibles y fáciles de transportar, y que permitiera guardar allí las ‘joyas’ musicales de las personas. De allí su nombre, ‘joyero’.

En ese momento, las grabadoras de carrete eran voluminosas, requerían cierto nivel de habilidad para manipular las cintas y eran más adecuadas para usos profesionales y académicos, como grabaciones de dictados y conferencias.

Los casetes se crearon para satisfacer las necesidades de una audiencia más amplia, permitiendo a las personas disfrutar de música y grabaciones en cualquier lugar y en cualquier momento.

Con el desarrollo de los casetes, Philips buscaba ofrecer una solución más práctica y asequible para la grabación y reproducción de audio. El formato compacto y portátil permitía que los casetes fueran utilizados en grabadoras más pequeñas y en equipos de sonido caseros, lo que abrió las puertas a una nueva era de consumo de música personalizada.

La invención de los casetes permitió que la música se volviera más accesible y transportable para los consumidores. Por primera vez, las personas podían llevar sus canciones favoritas en un dispositivo portátil, ya sea un reproductor de casetes portátil o incluso en el automóvil.

Esto satisfacía la necesidad de llevar la música a todas partes y disfrutarla en cualquier momento, lo que fue un gran avance en la forma en que las personas consumían música en ese momento.

Los primeros usos y la evolución del formato

Aunque uno podría pensar que los casetes fueron inventados para grabar música, esto no fue así. Fueron diseñados para otra cosa. En sus primeros años, los casetes se utilizaban principalmente para grabar dictados y conferencias.

No obstante, con la introducción de grabadoras portátiles y sistemas estéreo caseros, los casetes comenzaron a ser utilizados como una forma de reproducción de música. Philips lanzó su primer grabador de casete portátil en 1963, lo que permitió a las personas llevar su música favorita donde quiera que fueran.

Con el tiempo, los casetes se convirtieron en el formato de música más popular. La calidad de grabación mejoró significativamente gracias al avance tecnológico de las cintas magnéticas y las mejoras en los reproductores de casetes.

La introducción de la cinta de óxido de hierro mejoró la respuesta de frecuencia y el sonido, y más tarde se adoptó la cinta de cromo y la cinta de metal para una calidad aún mejor.

Y aparece el Walkman de Sony

El impacto del Walkman en la industria de la música y el entretenimiento en general fue significativo y revolucionario. El Walkman, introducido por Sony en 1979, fue el primer reproductor de música que permitía que uno llevara a cualquier lugar su propia música.

¿Por qué fue tan exitoso y revolucionario el Walkman?

Hay 5 razones principales:

  1. Movilidad y portabilidad: El Walkman liberó a las personas de la restricción de tener que escuchar música en un lugar fijo, como en casa o en el automóvil. Ahora podían llevar su música favorita consigo mientras caminaban, viajaban en transporte público o realizaban otras actividades.

Esto cambió drásticamente la forma en que las personas experimentaban y consumían música, brindando una mayor libertad y flexibilidad.

  1. Personalización y privacidad: Antes del Walkman, la música se compartía a través de equipos de sonido en hogares, fiestas o emisoras de radio. El Walkman permitió a las personas crear su propia banda sonora personal y disfrutarla en privado.

Esto llevó a un mayor sentido de identidad personal y permitió a los oyentes sumergirse en su propia experiencia musical sin interferencias externas.

  1. Cambio en la industria musical: El auge del Walkman impulsó la demanda de música portátil, lo que a su vez estimuló la industria discográfica. Las ventas de álbumes en casete se dispararon, ya que la gente comenzó a comprar música para escuchar en sus Walkmans.

Además, los sencillos y las compilaciones de éxitos se volvieron más populares, ya que los oyentes buscaban una mayor variedad de música para sus dispositivos portátiles.

  1. Nuevas formas de escucha: El Walkman también impulsó la creación de lo que ahora llamamos mixtapes, compilaciones de canciones seleccionadas y grabadas en casetes personalizados.

Las personas podían crear listas de reproducción temáticas o seleccionar sus canciones favoritas de diferentes artistas y géneros para compartir con amigos y expresar su gusto musical. Esto permitió una mayor participación y creatividad en la experiencia musical.

  1. Impacto cultural y social: El Walkman se convirtió en un ícono cultural y un símbolo de la juventud y la libertad. Representaba la independencia y la capacidad de elegir la música propia, lo que influyó en la forma en que las personas se relacionaban con la música y su identidad personal.

También cambió la forma en que la gente interactuaba socialmente, ya que compartir auriculares y escuchar música juntos se convirtió en una nueva forma de conexión y comunicación.

Los estudios portátiles de grabación

Como era de esperarse, la gente les encontró diferentes usos a estas cintas pequeñas, livianas, baratas y fáciles de manipular y transportar.

Uno de los hitos importantes en la evolución de los casetes fue la introducción de los «porta-studios» en la década de 1970. Estos dispositivos permitían a los músicos y aficionados grabar sus propias composiciones en múltiples pistas, abriendo nuevas posibilidades creativas.

Los “porta-studios” de 4 canales, como el famoso Tascam Portastudio, ofrecieron a los músicos una forma económica de realizar grabaciones de calidad en sus propias casas.

Este estudio portátil lo tenía todo: varios canales y entradas de micrófono y audio.
(Foto: Reverb.com)

Claro, la calidad del sonido no era la mejor, pero sí se convirtieron en una poderosa herramienta para hacer grabaciones caseras de demostración, por su capacidad de utilizar varios canales para grabar y hacer mezclas en un equipo muy pequeño y compacto.

Aquí hay algunos ejemplos destacados de cintas de demostración exitosas realizadas en “porta-studios”:

  • «Nevermind» de Nirvana: Antes de convertirse en una banda icónica del grunge, Nirvana grabó una cinta de demostración en 1988 en un porta-studio de cuatro canales. Esta demostración llamó la atención del productor Butch Vig, quien luego trabajó con la banda en su exitoso álbum «Nevermind» (1991).
  • «Thriller» de Michael Jackson: Aunque Michael Jackson ya era una estrella establecida, la canción «Billie Jean» del álbum «Thriller» (1982) comenzó como una demostración grabada en un porta-studio. El productor Quincy Jones quedó impresionado con la demo y decidió incluirla en el álbum final.
  • «Sultans of Swing» de Dire Straits: La famosa canción «Sultans of Swing» de Dire Straits también se originó en una demostración casera grabada en un porta-studio. La banda presentó la cinta a una discográfica, lo que finalmente les consiguió un contrato discográfico y el lanzamiento de su álbum debut homónimo en 1978.
  • «The Cranberries» de The Cranberries: Antes de su éxito internacional, The Cranberries grabó una cinta de demostración en un porta-studio de ocho canales. Su música llamó la atención de un representante discográfico y les permitió firmar un contrato que los llevó a lanzar su álbum debut «Everybody Else Is Doing It, So Why Can’t We?» (1993).

Pero los porta-studios no solo sirvieron como herramienta para los músicos. Locutores y actores de voz de todo el mundo aprovecharon estos equipos para realizar sus grabaciones de demostración, convirtiéndose en una herramienta indispensable para su trabajo.

Otros usos:

Aunque los casetes no son un medio comúnmente utilizado en la informática y la computación en la actualidad, en el pasado se utilizaron en algunas aplicaciones. Aquí hay algunos casos en los que se emplearon casetes en el ámbito de la informática:

Almacenamiento de datos: En las primeras etapas de la informática no existían los llamados ‘discos duros’, sino que todos los datos de computación se grababan en cintas magnetofónicas.

Si usted mira alguna película de espionaje de los años 70, probablemente verá esas grandes grabadoras de carrete abierto usadas para almacenar los datos y demostrar que se contaba con lo último en tecnología.

Computadores con unidades de almacenamiento en cinta magnetofónica.
(Foto: Computer History Museum)

La década de los 70 vio otra evolución masiva de la informática con la llegada de los computadores personales de primera generación.

Esos primeros computadores personales no tenían almacenamiento permanente incorporado. Es decir, cuando usted apagaba el computador, todos los datos, todo el trabajo que usted había realizado se borraba.

Por eso era necesario tener unidades de almacenamiento. Las unidades de disco duro todavía eran muy caras. Incluso las unidades de disquete eran raras en ese momento. Por eso la solución que propusieron los primeros fabricantes de PC fue utilizar grabadoras de casete.

Computador personal usando casetes como unidad externa de almacenamiento.
(Foto: https://www.backblaze.com/)

Usar una grabadora de casete para almacenar datos tenía sentido. Los dispositivos ya eran comunes y relativamente baratos.

Con solo escribir un comando de almacenamiento, usted podía hacer que el computador convirtiera los ceros y unos binarios en tonos de audio y luego enviarlos a la unidad de cinta a través de un cable conectado al computador.

De la misma forma, si usted escribía un comando de carga podía reproducir la cinta para leer el programa en la memoria. Era un proceso muy lento, porque la cinta tenía que avanzar hacia adelante y hacia atrás todo el tiempo buscando los datos, pero funcionaba.

Programación y copias de seguridad: Antes de la aparición de los disquetes y otros medios de almacenamiento más avanzados, los casetes se utilizaban para guardar programas y hacer copias de seguridad de datos.

Los programadores podían guardar y cargar sus programas en cintas de casete utilizando grabadoras de casetes conectadas a las computadoras.

Juegos y software: En los primeros días de los sistemas de juegos y computadoras domésticas, algunos juegos y software se distribuían en casetes. Los usuarios podían cargar los juegos o aplicaciones en sus computadoras desde las cintas de casete.

Consola de videojuegos Nintendo usando casestes como unidad de almacenamiento.
(Foto: Kotaku.com)

Sistemas embebidos y microcontroladores: En algunos sistemas embebidos y microcontroladores, los casetes todavía se utilizan como una opción de almacenamiento. Estos dispositivos pueden tener interfaces que permiten la conexión de una grabadora de casetes para cargar y guardar datos.

Obviamente esas funciones fueron desapareciendo con la llegada de nuevas tecnologías que brindaban más capacidad de almacenamiento y mayor velocidad de procesamiento de dato.

El uso de casetes en la informática ha sido ampliamente reemplazado por medios de almacenamiento más rápidos, confiables y convenientes, como los discos duros, los disquetes, las tarjetas de memoria, las unidades flash USB y, más recientemente, el almacenamiento en la nube.

La pérdida de popularidad y su resurgimiento

A pesar de su dominio en los años 80, los casetes comenzaron a perder popularidad en los años 90 con la llegada de los CDs y luego de los formatos digitales como el MP3. Los casetes eran propensos a la degradación del sonido y al desgaste físico, lo que llevó a una disminución en su calidad percibida en comparación con los nuevos formatos digitales.

Pero, sorprendentemente, en los últimos tiempos, los casetes han experimentado un inesperado resurgimiento. Algunos amantes de la música han vuelto a abrazar el formato por su carácter nostálgico y su estética vintage.

Y es que, en principio, la nostalgia por el casete de audio parecería exagerada. Pocos podrían pasar por alto cintas enredadas, carcasas rotas y una calidad de audio que podría sonar como si alguien hubiera arrojado una manta sobre un altavoz.

Pero a estas alturas, su resurgimiento es innegable. Además de Taylor Swift y Billie Eilish, Lady Gaga, The Weeknd, Maren Morris y Sturgill Simpson, por nombrar solo algunos, han hecho que algunos de sus álbumes estén disponibles en el formato.

Esa tendencia explica en parte por qué las ventas del formato han aumentado en los últimos años, de 173.000 en 2020 a 343.000 e 2021, según Luminate. En 2022, las ventas de álbumes en casetes crecieron un 28%, llegando a 440.000 unidades.

Y de la mano de este resurgimiento del casete ya comienzan a venderse nuevas versiones de Walkman y, lo más importante, de las famosas ‘boomboxes’, esas tradicionales radiograbadoras portátiles que acostumbrábamos ver en las calles los años 80.

Ya comienzan a fabricarse de nuevo las tradicionales ‘Boomboxes’.

Los boomboxes recién fabricados y otros dispositivos inspirados en los Walkman ya se pueden encontrar en tiendas de electrónica, mientras que compañías como TEAC continúan fabricando esos reproductores de casetes estéreo domésticos para instalarlos en los equipos de sonido caseros.

Sobra decir que hasta 2010 se instalaron reproductores de casete en muchos automóviles, por lo que todavía existe un mercado interesante. Sí, todavía hay muchos carros que tienen radios con reproductores de casetes andando por ahí…

Es hora de darle nueva vida al reproductor de casetes de su carro…

La desaceleración en las plantas de prensado de vinilos durante la pandemia también ha avivado el renacimiento de los casetes: en comparación con los meses que puede llevar imprimir un LP, hay empresas que pueden crear cintas de casete en solo 2 semanas.

¿Quiénes están comprando casetes?

De acuerdo con la revista Rolling Stone, los Millennials y los pertenecientes a la llamada Generación Z pueden verse tentados a verlos como novedades, otro tipo de merchandising que, como el vinilo, los une a sus artistas favoritos.

Según el CEO de Luminate, Rob Jonas, «los Millennials en los EE. UU. tienen un 42 % más de probabilidades de comprar cintas de casete que los oyentes de otras generaciones» como una forma de apoyar a sus artistas favoritos, aunque también la Generación X compra casetes movidos por la nostalgia.

Conclusión:

En TikTok, el hashtag #casete tiene más de 323 millones de visualizaciones. Los usuarios de la Generación Z alaban la calidez imperfecta del sonido analógico, la forma en que la cinta gira lentamente en el reproductor y cómo lo físico de una cinta los hace «sentir».

A lo largo de su historia, los casetes han pasado de ser una innovación tecnológica revolucionaria a una forma obsoleta de almacenamiento de música, solo para resurgir como un medio apreciado por su singularidad y encanto retro.

Mientras que los casetes ya no dominan el mercado de la música, su resurgimiento ha demostrado que incluso en la era digital, el pasado puede encontrar un lugar especial en el corazón de los aficionados a la música, que quieren guardar allí… ¡sus joyas musicales!

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