¿Alguna vez se ha preguntado de dónde viene el término ‘crossover’, usado en Colombia para definir un formato de radio en el que se mezclan diferentes géneros musicales?
La segmentación de la radio ha existido desde hace mucho tiempo. Si bien en un principio las primeras emisoras musicales apuntaban a toda la gran audiencia, las nuevas emisoras se fueron especializando con el fin de lograr una diferenciación.
Fue así como en los años 60 se escuchaban emisoras que solo programaban baladas, otras que se especializaban en música tropical, otras que sonaban boleros, tangos y muchos otros géneros, incluyendo el naciente rocanrol.
De esta forma, una persona podía elegir la estación que tocaba su música favorita o cambiar de emisora para encontrar las canciones que mejor se adaptaran a su estado de ánimo y acompañar así sus actividades, ya fuera en el trabajo, el estudio, el descanso o la diversión.
Y esa diferenciación sigue vigente hoy en día, y a cada estilo de programación, o a cada mezcla de géneros musicales se le conoce como ‘formato’ en el argot radiofónico.
Pero también existían emisoras que ponían los éxitos del momento mezclando los géneros más populares y que estuvieran de moda. Aunque en ese momento no se le tenía un nombre a ese formato, los estadounidenses decidieron llamarlo “Top 40”.
Y ese nombre provino del hecho de que este tipo de emisoras tocaba canciones de cualquier género, siempre y cuando figuraran en el listado de las 40 canciones de mayor popularidad y ventas que publicaban revistas especializadas como Cashbox, Record World, Radio & Records y la legendaria Billboard.
De esta forma, una emisora gringa del formato “Top 40” podía mezclar en su programación géneros como el Pop, el Country, el Soul, el Rock y la música bailable o Dance (en cualquiera de sus manifestaciones).
Más tarde, y en vista de que el nombre “Top 40” había sido registrado por el creador de ese formato, el señor Todd Storz, las revistas especializadas le cambiaron el nombre por el de “CHR”, siglas en inglés de Contemporary Hits Radio, que traducido al español significa Radio de Éxitos Contemporáneos.
En nuestro país, y en muchos otros alrededor del mundo, comenzamos a copiar la programación de las emisoras de Estados Unidos que usaban este formato, porque allí estaban los grandes éxitos en inglés en un planeta que comenzaba su globalización, que quería sentirse conectado y a la moda con el resto del mundo.
En Colombia, a estas emisoras se les llamó ‘juveniles’, porque eran los jóvenes quienes querían parecerse a lo que pasaba en otras partes del mundo. Querían estar a la moda, pendientes de todas las nuevas tendencias.
Y lo más curioso del caso es que, sin saberlo, quienes programábamos esas emisoras no nos dábamos cuenta de que, en realidad, estábamos combinando una serie de ritmos y géneros musicales que nosotros simplemente llamábamos ‘música en inglés’ o ‘música rock’.
Es decir, creíamos que ‘Música en inglés’ era un formato, cuando en realidad estábamos poniendo un ‘crossover’ de géneros musicales similar al que hoy en día encontramos en las emisoras en español.
En 1987, con la aparición de La Superestación en Medellín, su programador, Carlos Alberto Acosta, comenzó a mezclar los éxitos en inglés con canciones del llamado ‘Rock en Español’, una verdadera novedad que nadie se había atrevido a realizar en FM.
Y luego de que se volviera normal esa mezcla de Pop en inglés y español,Radioactiva, una emisora “Top 40”, “CHR” o “Juvenil” y para sorpresa de muchos en Bogotá, decidió patrocinar el concierto de Juan Luis Guerra en su primera visita a Colombia y a sonar sus canciones en la programación habitual.
En 1990, este artista visitó por primera vez a Colombia. Era un cantante de moda, no solo entre los amantes de la música tropical sino que logró penetrar el gusto de la gente joven con sus bachatas y su merengue, interpretados con un estilo muy particular.
Y esta apertura a géneros tropicales fue apoyada en Radioactiva por un programa de fin de semana llamado “Megafiesta”, en el cual Alejandro Villalobos comenzó a mezclar diferentes géneros musicales alegres, aprovechando además una nueva ola de merengue-house y merengue-hip-hop así como el ragga y el inolvidable ‘meneíto’.
Sin embargo, a esa mezcla no se le dio un nombre en particular, especialmente porque estaba más orientado a la programación de las noches de los viernes y sábados.
Cuando ya los programadores empezaban a abrir su mente y a explorar nuevas combinaciones, el 15 de mayo de 1992 apareció en Medellín una emisora llamada Cristal Estéreo. Su directora, Blanca Luz Holguín, quería explorar cómo hacer una emisora juvenil que no necesariamente tocara música en inglés.
En un artículo que publiqué en radioNOTAS, ella explicaba que su emisora programaba Salsa Romántica y Clásica, Balada Romántica y Pop, Reggae, Rock Anglo y en Español, Anglo, Dance, Tropical, Merengue y algo moderno como “La Fruta De La Pasión”, el “Carrapicho” o “La Chica De Los Ojos Cafés”.
Pero realmente fue en 1994 cuando apareció en Bogotá y en otras ciudades La Mega, una cadena juvenil de emisoras de RCN creada para competirle a Radioactiva y a la Superestación, que ya tenía presencia en varias regiones del país.
Con una programación parecida a la de Cristal Estéreo, Alejandro Nieto le puso nombre a ese formato usando un término que, realmente, significaba otra cosa en la industria de la música. Ese nombre fue “crossover”.
En el mundo de los discos, un artista crossover es aquel que interpreta canciones de un género en particular pero que logra tanto éxito que logra traspasar esa frontera y termina figurando en los listados de éxitos de géneros diferentes.
Era el caso, por ejemplo, de Gloria Estefan, que siendo una cantante Latina logró sonar en emisoras CHR en inglés. También lo fue Kenny Rogers, que hacía música Country pero sus éxitos llegaron al primer lugar en listas de Pop.
Y algunos de los ejemplos más extremos fueron los de intérpretes de música Clásica, como Luciano Pavarotti o Andrea Bocelli, cuyas canciones líricas comenzaron a sonar en estaciones de música Pop, o al contrario, artistas de Pop como Sting, Bono o Freddie Mercury, que aparecieron en listas de música Clásica.
Pero, a pesar de que el nombre del formato iba en contravía del significado original, al final se impuso en Colombia para la radio, y comenzó a ser interpretado de manera libre y abierta por cada director o programador que decidió hacer una emisora de éxitos contemporáneos (CHR).
A partir de ese momento comenzó la experimentación con diferentes mezclas musicales. Por ejemplo, muchos no saben que Tropicana Estéreo fue la respuesta crossover de Caracol contra La Mega, pero esa es otra historia.
El caso es que, ante el éxito de La Mega, otras emisoras quisieron copiarla pero desde visiones diferentes. Por ejemplo, ya no solo se mezclaba Salsa con Vallenato sino que llegaron fórmulas tan exóticas como el ‘Ranchenato’, mezcla de Rancheras y Vallenatos o el “Balanato’ (baladas y vallenatos).
Pero la idea llegó más lejos, y en Bogotá Candela Estéreo, que programaba música tropical, cambió su formato en 2005 a un ‘crossover’ orientado al público adulto, haciendo una agresiva mezcla de géneros musicales de catálogo, dejando por fuera todas las novedades y concentrándose únicamente en súper éxitos reconocidos de toda la historia.
Hoy en día, muchas de las emisoras que ocupan los primeros lugares de audiencia en todo el país de alguna forma son consideradas ‘crossover’, lo que en otros países se conocería como emisoras CHR, Top 40 o simplemente ‘emisoras de éxitos’.
Pero también, y gracias a esas mezclas que al principio parecían tan extrañas, han venido apareciendo nuevos formatos ‘crossover’, entre ellos el de Bésame en Bogotá, que fue lanzada el sábado 1º de agosto con una mezcla de baladas tradicionales y contemporáneas y música Popular Colombiana y Regional Mexicana.
Su nuevo eslogan en Bogotá es “Bésame, popular, romántica y apasionada”.
Y aunque solo lleva 4 días al aire en el momento de publicar este artículo, ya es posible conocer su fórmula musical con solo echarle un vistazo a su log de programación, que puede ser extractado fácilmente en Monitor Latino.
A continuación, una hora típica de su programación (lunes 3 de agosto, 4 a.m.)
Y a continuación, otra hora típica del mismo día (lunes 3 de agosto, 11 a.m.)
Es fácil apreciar que la idea es intercalar pop y baladas tradicionales en español con música popular colombiana y regional mexicana (señaladas en amarillo), en una nueva versión del ‘crossover’.
Las rotaciones no son agresivas y es lógico, teniendo en cuenta que la mayor parte de la música es de catálogo. Únicamente hay 20 canciones que suenan 3 veces al día, incluyendo “Adicta al dolor” de Marbelle, quien conduce, junto a Marcelo Cezán, “Bésame en las mañanas”, el programa de 5 a 10 a.m.
Pero cuando nos vamos a ver a los artistas de mayor rotación, encontramos algo particular: los que más veces suenan en la programación son intérpretes de música Popular y no los baladistas:
Basados en la programación del domingo 2 de agosto:
- Jessie Uribe sonó 19 veces con 10 títulos diferentes.
- Christian Nodal y Yeison Jiménez sonaron 15 veces en el día y Pipe Bueno 14 veces.
- Otros artistas populares que suenan fuerte en la emisora son Paola Jara, Espinoza Paz, Francy y John Álex Cataño, que sonaron 9 veces el domingo.
Esto se debe, probablemente, a que hay muchos más artistas de baladas que de música popular romántica. Será una tarea ardua de la programadora ir creciendo su universo musical con más canciones de artistas de música popular y regional mexicana para dar mayor variedad.
Y algo que también llama la atención en la programación de esta emisora es que entre los baladistas, la mayoría son de los 90 hacia nuestros días: Ricardo Arjona, Alejandro Fernández, Andrés cepeda, Alejandro Sanz, Camila, Maná, Santiago Cruz, Diego Torres, Fonseca, Juanes, Sin Bandera, Álex Ubago, Enrique Iglesias y Bacilos.
Los pocos baladistas tradicionales serían Rocío Dúrcal, Juan Gabriel, Ana Gabriel, Franco de Vita y Ricardo Montaner.
Lo anterior, junto con la actitud mostrada en “Bésame en las mañanas” y el estilo de locución de sus disc-jockeys, nos muestra que es una emisora enfocada a menores de 40 años, casi que definidos como “los románticos” de la generación Millenial.
Conclusión
Cualquiera pensaría que en una época de crisis como la que estamos viviendo actualmente nadie se atrevería a arriesgar, pero, por el contrario, vemos cómo la radio musical en Colombia sigue buscando nuevas opciones.
Investigar el gusto de los oyentes. Ensayar nuevas fórmulas. Arriesgar con formatos nuevos. Usar el concepto ‘corssover’ para lanzar un nuevo producto. Así es como se renueva la radio en momentos difíciles.
Los 40 se une a Oxígeno. La FM de Bogotá se enfoca en los clásicos en inglés. Nace La W+ en Medellín. Bésame regresa a Bogotá con el nuevo formato ya descrito, y ya se anuncia para el próximo 11 de agosto el regreso a Bogotá de Radio Fantástica de RCN, que también se escuchará en Cali a finales de mes.
Bienvenidas las nuevas ideas a la radio.
Para conocer cómo funciona Monitor Latino y pedir una cotización ingrese a esta sitio: MONITOR LATINO