Probablemente no te imaginarías que esto puede ser posible, pero en una prisión de Nueva York existe un programa que ayuda a los presos a su readaptación social, por medio de cursos sobre teoría y ejecución musical. Una de las principales filosofías de estos talleres es que la música funciona como parte de este proceso de reintegración social, orientando al preso por un buen camino.
Este programa se lleva a cabo en la Sing Sing Correctional Facility, gracias a Manuel Bagorro de Carnegie Hall, quien supervisa programas similares en albergues y centros comunitarios, en donde busca acercar a la gente a la música.
Por lo menos dos veces al mes, algunos artistas de Nueva York viajan a la prisión de Sing Sing, para dar algunos recitales y ofrecer algunas Master Classes a los presos que están inscritos en el programa, en el cual se puede aprender armonía, ejecución y demás elementos de la teoría musical.
Se habla de que en el programa, se les da a los reclusos los elementos suficientes para que cuando salgan de prisión, tengan la capacidad de negociar, en cuanto a la industria musical refiere, y para que les sea más sencillo su perfeccionamiento al aprender a ejecutar correctamente un instrumento.
En este programa, varios reclusos han encontrado la inspiración para dedicarse a la música al terminar su periodo de condena dentro de prisión.
