La opinión de Alfredo Rodríguez.
El otro día, mi amigo y paisano German Rojas comentaba algo sobre el hecho de que un locutor de Hermosillo, hace muchas décadas, cobraba por entrevistar a artistas y promover sus discos.
Al respecto y sin afán de crear polémica, aclaro las realidades de la radio.
Una emisora de radio, ya sea en Estados Unidos o México, ES UN NEGOCIO y no está obligada a promover nada ni a nadie, salvo lo establecido por la ley de México que ya mencionaremos después.
En México, si un programador o un locutor cobra por tocar cierto disco, no incurre en nada ilegal puesto que el precepto es: “si no está prohibido, está permitido.” El hecho podrá catalogarse como antiético, pero no es ilegal.
Por el contrario, en Estados Unidos, ésta acción está prohibida. Constituye un delito federal y tanto delinque el que da como el que recibe. Se le llama “Payola.” Sin embargo, las recientes enmiendas a las regulaciones al respecto, permiten que una emisora cobre por tocar un disco, siempre y cuando identifique al aire que es una inserción pagada. Esto incluye programas en los cuales se pueden tocar todas las melodías que el cliente desee y quepan en el espacio de tiempo comprado. Todo el contenido se considera comercial y la estación tiene siempre el derecho de rechazar aquellas piezas que considere no aptas para su formato o que las juzgue de baja calidad. La radio tiene la última palabra. Si el cliente no lo acepta, pues simplemente no se le vende el tiempo.
Se alega que si una radio entrevista a fulano, ¿por qué no a zutano? Por lo mismo que ya dije, la radio tiene la prerrogativa de escoger lo que le convenga para su programación o para sus intereses comerciales.
Para no alargar mucho esto, en el siguiente escrito publicaré algunos fragmentos de la Ley de Radio y Televisión de México, relativos a la operación de una emisora de radio. Saludos.
Alfredo Rodríguez.