En este 2017 se cumplen 15 años desde que la Comisión de Comunicaciones de los Estados Unidos (FCC) adoptó el sistema IBOC (In Band On Channel) para transmitir la Radio en Alta Definición (HD Radio).
El sistema para transmitir Radio en Alta Definición, parecido al DAB europeo para Radio Digital, fue creado en los Estados Unidos por la firma iBiquity, y consiste en un software que debe ser instalado en los transmisores tradicionales para convertir la señal analógica en digital.
Actualmente, en ese país norteamericano existen cerca de 20.000 emisoras de radio, de acuerdo con la FCC. De ellas, el 10% transmiten en Alta Definición, es decir, unas 2.000.
La señal viaja por la misma frecuencia de FM de la emisora que compra el sistema y promete entregar una mejor calidad de sonido, similar a la de un CD para emisoras de FM y a la del FM en las emisoras de AM.
Para escuchar esta señal es necesario comprar radios con capacidad de sintonizarla, pues los radios tradicionales no lo hacen. Sin embargo, en estos nuevos radios la señal se puede escuchar de las dos formas, analógica o digital, y si alguien decide no usar esta tecnología, no hay problema, puede seguir escuchando sus emisoras en radios tradicionales, pero sin Alta Definición.
La radio en Alta Definición también puede dividir su ancho de banda para crear otras emisoras dentro de la misma frecuencia, lo que permite tener diferentes programaciones en una sola emisora. Además, pueden transmitir texto como noticias, títulos de canciones, fotos de los artistas, etc.
Las emisoras equipadas con HD Radio tienen que pagar una licencia inicial, más un 3% de los ingresos por cada canal adicional. El costo de convertir una emisora puede rondar entre los 100.000 y los 200.000 dólares, y los fabricantes de receptores tienen que pagar regalías a iBiquity por el uso de su software.
Hasta acá todo suena muy bonito, pero, ¿realmente qué ha pasado con la Radio en Alta Definición?
Realmente, muy poco.
El principal problema es que trató de resolver un problema inexistente.
Recapitulemos: lo primero es que nos vendieron la idea de que la Radio en Alta Definición necesitaba muy poca potencia, algo así como el 10% de lo que necesita un transmisor tradicional. Pues bien, resultó que esa potencia tan baja hizo que la recepción fuera difícil en la casa, en la oficina y en el carro.
De otro lado, supuestamente iba a mejorar la baja calidad de la Radio en AM. Iba a acabar con la interferencia habitual del AM, pero al final pasó que en las noches, la señal prácticamente desapareció.
Y aunque supuestamente iba a mejorar la calidad de la Radio FM, la mayoría de la gente no notó ninguna diferencia en sonido. ¿Por qué? Recordemos que apareció en el momento en el que la gente estaba empezando a escuchar su música en formato MP3, en pequeños reproductores con una sonido regular, donde lo que importaba era la movilidad y no la calidad.
Para colmo de males, la campaña publicitaria de lanzamiento no especificó que había que comprar un nuevo receptor de radio para captar la señal digital. De esta forma, muchos usuarios creyeron que las emisora simplemente mejorarían la señal sin necesidad de cambiar sus equipos.
Pero aún quienes entendían que tenían que comprar un radio nuevo, cuando fueron a las grandes tiendas de electrodomésticos a buscar los receptores, no los encontraron, o costaban demasiado.
En un artículo de marzo de este año, la revista Media Life reportó que los anunciantes de publicidad dijeron cosas como “La Radio en Alta Definición no se ve como la gran cosa»; “casi que hay cero interés por parte de los consumidores”; “es la tecnología menos prometedora de las nuevas que ha introducido la Radio en años recientes» o “la mayoría de la gente no es capaz de escuchar la diferencia entre la Radio en Alta Definición y la Radio Tradicional, y ese es un problema». “Esta tecnología existe desde hace años», dijo un anunciante. «La industria falló en promocionarla, y se ha dejado ganar terreno por la Radio por Internet».
Estudio tras estudio, incluyendo varios realizados por BIA/Kelsey y Arbitron (antes de ser adquirida por Nielsen), se encontró que la mayoría de la gente sabía que existía la Radio en Alta Definición, pero el interés en usarla nunca superó el 10%.
Y este fue el gran problema.
Pero lo más llamativo fue cómo la revista también comparó a la Radio de Alta Definición con lo que sucedió en Estados Unidos, a mediados de los años 80, con la llamada New Coke (la Nueva Coca-Cola).
Recordemos que esta bebida fue lanzada al mercado luego de que su rival realizara la campaña del «Reto Pepsi«, en el cual la gente probaba a ciegas los dos productos y el sabor de ésta última salía ganador.
Para contraatacar a Pepsi, Coca-Cola lanzó una versión más dulce de su tradicional bebida y la llamó New Coke. Fue un desastre. A los pocos meses, la embotelladora tuvo que traer de nuevo su sabor original bajo el nombre de Coke Classic. Hoy en día no queda nada de la New Coke.
Para Media Life, la lección que nos queda es que «usted puede lanzar algo nuevo y mejorado, pero no puede obligar a nadie a que le guste». Y esto nos regresa al tema de la Radio en Alta Definición.
Y es que por tratar de sumergirnos en las nuevas tecnologías -simplemente porque están de moda- se nos olvida lo que es la «Classic Radio«. De pronto es que llegó el momento, más bien, de rescatar los elementos que hicieron grande a nuestro medio favorito.
La Radio es:
- Un producto enfocado 100% en un oyente definido.
- Un producto que es continuamente supervisado en cuanto a la música, pasando por la producción y puesta al aire, y hasta sus comerciales.
- Un producto en el que nada de lo que suena está fuera de lugar.
En definitiva, en la ola de los cambios generados por los avances tecnológicos de los últimos años, y en su afán de no quedarse atrás frente a otros medios, la industria le apostó a la Radio en Alta Definición, y al menos en los Estados Unidos, perdió esa apuesta. Al parecer, y al igual que con la Coca-Cola, la gente no necesitaba una mejor calidad: estaba contenta con el sonido de la banda FM tradicional.
Y Estados Unidos no es el único país con esta situación. Todavía estamos a la espera de lo que suceda en Noruega con el apagón tecnológico y el cambio a Radio Digital (DAB). No sabemos si esa tecnología, parecida a la estadounidense, impulsará a que otros países, que ya prácticamente habían abandonado la idea de tener Radio Digital, vuelvan a intentarlo. Y en Latinoamérica, a pesar de que países como México y Brasil ya la han adoptado, todavía no se ve la revolución que tantos esperaban…
Conclusión: La fiesta de los 15 años de la Radio en Alta Definición no estuvo tan bonita.