Hay grabaciones que suena maravillosas, pero, ¿están listas para la radio?
Supongamos que acabas de escribir una gran y memorable canción. También creaste un poderoso arreglo.
Cuando se trata del sonido, la grabación hace o deshace tu producto final. Como te habrás dado cuenta, la magia sucede en los estudios de grabación. No se trata nada más de capturar el tema y moverse al siguiente paso.
Si tienes todo el equipo necesario, pon atención a estos puntos.
La colocación de los micrófonos lo es todo. No sólo se trata de cuáles usas, sino dónde los colocas. Un centímetro más o menos puede cambiar los bajos o la voz drásticamente. Experimenta y ajusta la posición más adecuada de todos.
Ahora, grabar algo muy alto se traduce en problemas. Existe la extraña idea de que no importa la saturación. No puede haber peor mentira, más en esta era digital. No dejes que llegue a los rojos.
Otro problema es que nadie piensa como un productor cuando graba una canción. Los ingenieros de audio son importantes, pero los productores también lo son. En un estudio casero no sólo eres alguien que juega con editores de audio, también produces.
Debes encontrar la fórmula para conocer cómo quieres que suene una canción antes de grabar. Debes comprometerte con ese sonido que está en tu cabeza.
La mezcla de todos estos puntos te llevará a crear algo que puede sonar muy bien en la radio. Recuerda que es una especie de forma de arte de la que puedes aprender o mejorar.
Con información de The Recording Revolution.