Una de las mejores oportunidades para que su programa de la mañana pueda crecer y mejorar reside en crear mejores y más diferenciados roles para sus personajes. Cuando hablamos de ‘personajes’ no nos referimos al «imitador de voces», y por ‘roles’ no hablamos de quién maneja la consola y quién cuenta los chistes.
Uno de los principales elementos comunes de todas las formas de entretenimiento es la definición apropiada de roles y personajes. ¿Alguna vez ha visto alguna película en la que todos los actores interpreten el mismo papel? Por supuesto que no. En un circo, ¿todos son payasos? No, alguno tendrá que caminar por la cuerda floja y alguien será el maestro de ceremonias. Y ¿cuántos éxitos lograría un grupo en el que todos tocaran la guitarra?
Cuando se definen personajes se genera una tensión creativa, y se les proporcionan al oyente actitudes y comentarios más diversos que generen más diversión.
Miremos un ejemplo de dos programas de la mañana hablando acerca de la ‘fiebre’ de Pokemon:
Programa A:
- Talento #1: «Parece que lo único que mis hijos hacen por estos días es jugar Pokemon».
- Talento #2: «Los míos también».
- Presentadora de Farándula: «Yo llevo a mi hija a Burger King a intercambiar juguetes de Pokemon cada martes desde hace días…»
Este programa tiene una cosa buena: Refleja algo que todos los padres han vivido.
Programa B:
- Talento #1: «Parece que lo único que mis hijos hacen por estos días es jugar Pokemon.»
- Talento #2: «Eso no es nada, mi novia me abandonó simplemente ‘poke-sí’…»
- Presentadora de Farándula: «Claro, con esa forma de tratarla, ¿qué más se podía esperar?»
- Talento #3: «No se quejen. Con lo único que yo jugaba cuando era niño era con pistolas de balines…!»
Un ejemplo muy fácil, pero muy claro. Este programa hizo mucho más: Hubo una diferenciación entre casado/soltero, y padre/hijo irresponsable.
¿Cuál fue más divertido?
La definición de los personajes es una función tanto individual como de grupo. Para el personaje la pregunta es: ¿Quién soy yo? ¿Qué me importa a mí? ¿Cuál es mi punto de vista? ¿Cómo me diferencio de los demás integrantes del elenco del programa?
Una vez cada individuo haya respondido estas preguntas, tanto para sí mismo como para los demás integrantes del programa, el grupo ahora deberá preguntarse: ¿Esta colección de respuestas nos permite tener un buen programa? ¿Representan las actitudes de nuestro target? ¿Son lo suficientemente diferentes para ser divertidos o entretenidos?
Recuerde: Los polos opuestos no solamente se atraen… Crean entretenimiento.
Está bien que todos los del grupo, cada uno haciendo el papel de sí mismo, sea entretenido. Pero usualmente este no es el caso. Generalmente esos personajes tienen que ser modificados o potenciados para construir un buen grupo. Llega entonces el momento de definir los roles.
Algunos integrantes del programa se rehusarán a adoptar un rol. «Ese no soy yo. Eso es una farsa». Si un personaje de su programa se resiste a definir y refinar su personalidad al aire, aquí les presento algunas cosas que vale la pena considerar:
¿Es usted un periodista o un personaje de entretenimiento? Si usted es un periodista, la guía son los hechos y las realidades. Si usted es un personaje de entretenimiento, el entretenimiento debe ser su máxima prioridad.
Pongamos un ejemplo: si usted fuera un actor, y el productor de ‘Breaking Bad’ lo llamara para decirle que le tiene un papel en su programa de televisión, ¿usted diría, «no lo puedo aceptar, pues yo no soy un criminal»? De otro lado, seguramente usted lo rechazaría si fuera, por ejemplo, Johnny Depp, y todo el mundo supiera que usted es uno de los mejores actores del mundo. Pero la verdad es que usted no dejaría pasar la oportunidad si estuviera tratando de comenzar una carrera como actor.
¿Sus talentos de la mañana son unos ‘Johnny Depps’ o están en el proceso de construir una carrera?
Si son extremadamente exitosos, no hace falta trabajar en ellos. Pero si no lo son, trabaje en sus personajes.
Cualquiera que sea el papel que sus talentos adopten debe ser similar a como son en la vida real. No le pida a un tipo de 43 años, con esposa y tres hijos, que actúe como un soltero libertino… a menos que realmente lo sea. Pero si en el programa se va a discutir acerca de una película (o cualquier otro tema) y a todos les gusta (o están de acuerdo), alguien tiene que tomar un punto de vista diferente o alternativo. Un dicho de radio reza: «Si usted y yo estamos de acuerdo, uno de los dos sobra».
En el libro «Morning Radio: A Guide to Developing On-Air Superstars» («Radio Mañanera: Una guía para desarrollar superestrellas al aire»), Tracy Johnson y Alan Burns describen una buena manera de ayudar a definir los personajes del programa y a identificar las características de cada uno de los integrantes para lograr el máximo impacto. Este ejercicio, además de ser divertido, le permite a cada uno de los personajes desarrollados estar lo más cerca posible a la realidad de cada uno y ayudará a lograr una buena fusión de personalidades en el programa. Aquí está:
- Reúna en un sitio, ojalá fuera de sus oficinas, a la gente de su programa con el director de la emisora y a todos aquellos que conozcan bien a cada uno de los personajes del programa (incluyendo esposas, amigos cercanos, etc.). Haga una lista completa de cada uno de los atributos de los integrantes del programa, uno a uno. Escriba todo. ¿Es una persona honesta? ¿Cocina bien? ¿Les teme a las arañas? Busque toda la información posible.
- Cuando haya agotado la información de cada uno, péguele una mirada cuidadosa a cada uno de ellos. Encontrará toneladas de oportunidades para profundizar en las personalidades de cada uno. Por ejemplo, ¿alguno de los integrantes de su programa nació en un pueblito, y otro en una gran ciudad? ¿Alguno es hipocondríaco y la otra es la hija de un doctor?
- Busque las características, actitudes, comportamientos, historia y creencias que pueden ser divertidas si se exageran y se promueven, o que son contrarias a las personalidades de otros dentro del show.
- Seleccione esas características personales que sean más divertidas y diferentes, y que podrían entretener más a su audiencia, y descubra con cuáles sus personajes se van a sentir más cómodos.
- Haga que todos se pongan de acuerdo en la definición de su rol. Escríbalo. Haga un pequeño manual. Esto permitirá que cada talento del programa interprete de manera consistente y verdadera su personalidad, y el director velará porque esto se cumpla.
- Se le puede pedir a otra persona, por ejemplo al productor, que se convierta en el vigilante permanente del programa. Su trabajo sería el de no permitirle a ninguno de los integrantes del elenco a desviarse de su personalidad.