Los dos criterios básicos para diferenciar los tipos de guiones son: la manera en que presentan la información y el tipo de información que contienen. Te recomendamos siempre elaborar aunque sea un esbozo de guión, pues una directriz base será la que mantenga la transmisión en orden, clara y entretenida para el auditorio.
Guión americano. La denominación se refiere específicamente a la manera en que se presenta la información en el papel. En este caso se coloca todo el contenido en una sola columna y las indicaciones técnicas se separan del discurso del locutor a través de la alineación o sangrado de los párrafos. En algunos casos se marca un espacio en la izquierda para hacer anotaciones antes o durante el proceso de grabación.
Guión europeo. Al igual que el anterior, se refiere a la forma, y en este caso se utilizan dos columnas. La de la izquierda es la de “Control” y se colocan las indicaciones técnicas, mientras que en la izquierda, “Locutorio”, se concentra el discurso del locutor.
Guión literario. En este caso, la denominación toma en cuenta el tipo de información que se vierte en ella. Casi siempre, el guión literario es una guía básica que sólo sirve a los locutores para saber qué y cómo van a decir. Si bien se dejan algunas indicaciones, como la inflexión de la voz o estados de ánimo, no contiene especificaciones técnicas de ningún tipo.
Guión técnico. Se refiere al guión que se entrega a la sala de control y los técnicos, pues en él vienen señalados los tempos, características de programación sonora, efectos, equipo a utilizar, cortinillas, entradas y salidas de secciones, etc.
Guión técnico literario. Como su nombre lo dice, se trata de la fusión de ambos guiones. Esta opción se ha vuelto más popular por su practicidad, ya que en lugar de hacer un guión distinto para la cabina y para control, se trabajan en conjunto, elevando el nivel de sincronización entre las dos áreas.
