Cuando uno trabaja en radio escucha muchos mitos, historias que pueden ser falsas o verdaderas. En este artículo, el tercero de la serie, trataremos de resolver algunas de esas cuestiones, alguna de ellas muy arraigadas en el medio.
Que alguien escuche su emisora no significa que le guste
Es razonable pensar que si alguien escucha su emisora es porque le gusta lo que oye. Al fin y al cabo, ¿por qué la escucharía si no le gusta?
Lamento desilusionarlo, pero muchas personas pasan mucho tiempo escuchando emisoras y programas que no les gustan. En una de las muchas investigaciones que he revisado, alrededor del 25% de los oyentes no estaban dispuestos a hacerlo: hubieran preferido escuchar otra emisora o no escuchar radio.
Entonces, ¿por qué estaban escuchando? Simplemente porque alguien más había elegido esa estación.
Algunos ejemplos: usted se sube a un bus o a un taxi y le toca oír lo que el conductor escoge. Otro ejemplo ocurre cuando la mamá lleva a sus hijos al colegio. Es posible que los niños tengan que escuchar las noticias que oye su papá o, al contrario, que el papá no pueda escucharlas por complacer a sus hijos.
Cuando alguien prueba una nueva emisora, rara vez es en el horario de la mañana
Los hábitos de las personas parecen ser más fijos al principio del día. A medida que avanza el día los hábitos van cambiando y las personas se vuelven más aventureras y prueban cosas nuevas, como, por ejemplo, las emisoras que no escuchan habitualmente. Esto también aplica cuando la gente está de vacaciones o fuera de su rutina normal.
»Recomendación: no crea que va a perder oyentes si uno de los integrantes de su programa de la mañana se va de vacaciones. Un oyente habitual tarda varias semanas antes de cambiar de emisora, incluso si lo quisiera. La excepción, por supuesto, es cuando lo escuchan en el carro, donde el conductor tiene el radio al alcance de la mano y solo tiene que presionar un botón de la memoria.
Sea predeciblemente impredecible
Si los programas son demasiado predecibles los oyentes se aburren y apagan. Pero, también, si los programas son demasiado impredecibles, los oyentes se confunden y apagan.
Muchas emisoras que tocan el mismo tipo de música son demasiado predecibles. Y, por el contrario, muchas estaciones que tienen una amplia variedad de programas hablados son demasiado impredecibles.
»Recomendación: Trate de hacer que el contenido de sus programas sea un poco más impredecible, pero procure que comiencen siempre a la misma hora.
Un cambio inesperado hace que la gente se cambie de emisora
La gente oye más radio de lo que cree, pero se molesta cuando oye algo que se sale de la rutina habitual, como, por ejemplo, cuando la música para y aparece un break de cuñas.
»Recomendación: Evite cambios repentinos en el sonido de su estación, especialmente en horarios de baja audiencia.
Cuando un programa cambia de horario, los oyentes tardan mucho tiempo en ajustarse
Incluso si todos los oyentes supieran que hay un cambio en la programación (aunque muchos no se dan cuenta y usted lo promocione fuertemente), les lleva tiempo cambiar sus hábitos, especialmente cuando un programa se mueve a un horario diferente.
»Recomendación: Si mueve un programa a un horario diferente, promociónelo fuertemente en el horario que tenía anteriormente al menos durante 6 meses.
La atención de una persona no dura más de 10 minutos
Según algunos estudios, la persona promedio tiene un lapso de atención de 10 minutos como máximo. Una investigación sueca descubrió, incluso, que solo dura 7 minutos. Y eso es cuando la gente tiene tiempo disponible y no hay distracciones.
Por supuesto, siempre habrá algunas personas que escuchen durante mucho tiempo, pero esto sucede muy ocasionalmente y en especial en programas especializados o de música Clásica.
»Recomendación: Aunque un programa puede durar media hora o más, evite tener secciones que duren más de 10 minutos. Este es el tiempo que un oyente necesita para comprender completamente lo que dicen.
Los oyentes recuerdan poco de lo que oyen
Investigadores suecos solían realizar llamadas a los oyentes unos minutos después de que se emitiera un boletín de noticias para preguntar: «¿Cuál fue la noticia más interesante de ese boletín que acaba de escuchar?». La mayoría de las personas no tenían ni idea. Algunos ni siquiera podían recordar algo de lo que se había hablado allí.
Una de las conclusiones podría ser, entonces, que tal vez las personas usan las noticias no para descubrir qué está pasando sino para asegurarse de que no ha ocurrido nada malo.
»Recomendación: Evite transmitir listas largas de cosas, especialmente datos con números, por ejemplo las temperaturas pronosticadas para 20 lugares diferentes. Otros medios hacen esto mucho mejor que la radio. Por ejemplo, un sitio web es un excelente complemento para una estación de radio.
El público conoce más su emisora que el personal que trabaja en ella
La mayoría de los oyentes probablemente ha escuchado durante más años su emisora que la mayoría del personal que trabaja en ella, a menos que su audiencia sea mayoritariamente menor de 20 años o que su emisora sea nueva.
»Recomendación: Tenga cuidado cuando haga una promo diciendo: «Esta emisora está haciendo algo que nunca antes hemos hecho». Algún oyente seguramente llamará y dirá, «ey, eso ya lo habían hecho en 2005». Para evitar esto, mantenga un registro de los cambios pasados de su programación. Si usted no sabe dónde ha estado no puede saber a dónde va.
El personal de la emisora se cansa de un programa nuevo antes de que los oyentes lo conozcan
Esto se debe a que el personal es mucho más consciente de un nuevo programa y pasa más tiempo pensando en él. A menudo pasa un año antes de que la mayoría de los oyentes conozcan un nuevo programa, especialmente si se emite en un horario que no sea importante.
»Recomendación: Sea paciente cuando un programa nuevo no parece producir una reacción inmediata de la audiencia. Espere un año o dos, o tome medidas especiales para que los oyentes conozcan el programa.
La música atrae más público que la charla
Pero una emisora no debería ser 100% hablada o 100% musical, así como tampoco debería ser mitad hablada y mitad musical. Las emisoras más exitosas son las que son mayoritariamente habladas o musicales. Es decir, hay que saber balancear cuidadosamente ambos elementos.
»Recomendación: Si su emisora es Hablada, procure que pase máximo 20 minutos de música por hora, y si es musical, asegúrese de que tenga como máximo 20 minutos de charla por hora. Y si usted se encuentra en una ciudad con muchas estaciones de radio disponibles (10 o más), esto debe aplicarse con más cuidado aún.
Los jóvenes prefieren la música y los adultos prefieren la charla…
Aunque es cierto que hay adultos que también prefieren oír música, pero una música diferente.
»Recomendación: Hay que tener cuidado con la música que va a tocar en una emisora Hablada. Teniendo en cuenta que su público probablemente sea más adulto, asegúrese de poner música acorde a esa edad.
Los oyentes de radio local no quieren escuchar solo información local
La gente quiere saber cómo encaja su ciudad dentro de un marco global. Las emisoras que solo tienen noticias locales solo consiguen audiencias pequeñas. Cuanto menos poblada y más aislada esté una población, más fuertemente aplica lo anterior.
»Recomendación: Para evitar perder audiencia frente a las grandes cadenas nacionales, entregue noticias nacionales y mundiales cada cierto tiempo. También tenga en cuenta que si su población está cerca de una gran ciudad, muchos de sus oyentes visitarán esa ciudad o conocerán a gente que vive allá, así que incluya alguna cobertura de esa ciudad en sus noticias locales.
Conclusión
Tenga en cuenta la información anterior para tratar de desterrar algunos mitos que la gente acostumbra compartir. Para conocer o recordar otros mitos de la radio lo invito a leer estos dos artículos ya publicados en radioNOTAS hace algún tiempo con solo dar clic encima de cada titular: