Por años hemos escuchado voces en locuciones, narraciones, doblajes y más trabajos con la voz. Y si bien raras veces tenemos la oportunidad de verlos, sentimos la familiaridad de sus voces. En esta ocasión, RadioNotas charló con Santiago Acevedo, un talento nacional cuya voz comienza a ser distinguida en los circuitos radiales y publicitarios.
Con menos de 30 años, se perfila como una de las referencias para tener en cuenta. En esta entrevista conocemos detalles de su vida y obra.
¿Qué te apasiona de poder usar la voz?
Hay que tener en cuenta que la voz es solo una herramienta. Lo importante realmente es de qué estás hablando y de qué forma lo estás haciendo. Si la utilizas bien puede llegar a tener gran poder. Una voz grave, como la mía, transmite cierto sentido de seguridad, de que la persona que te habla está diciendo la verdad, genera confianza.
Así que si es bien usada y tienes algo importante de qué hablar, la voz es lo que te conecta con las personas a un nivel más profundo. Eso es en gran parte lo que me apasiona, el hecho de poder conectarme más con la gente y de poder usarla para generar cambios en las personas y en la sociedad de alguna forma.
El hecho que alguien que nunca me ha visto ni me verá pueda sentir una emoción que yo quiero que sienta con una buena interpretación y uso de tonos e intenciones es también muy gratificante, porque sin la voz el texto solo es texto, por lindo que sea.
Darle vida a un texto, una historia o una idea y ver un resultado positivo es lo que me mueve. También el poder cambiar de tono y sonar como la persona que quiero interpretar es alucinante. Un momento ser la voz que vende el concierto de una banda que amas y el siguiente interpretar al seductor que toma algún whiskey es pura diversión y ahí está la segunda parte: mi trabajo no se siente como trabajo, es como estar en una reunión entre amigos haciendo payasadas. Y cuando el trabajo se vuelve divertido, te gusta y paga bien. Pues has encontrado algo que vale la pena.
¿Se puede vivir de la voz y si es así qué disciplina tienes o qué haces?
Sí, de esto se puede vivir y muy bien. Si eres bueno, tienes un talento y te sales del lugar común, puede llegar a ser una carrera donde se gana mejor que un senador.
La disciplina en mi caso es estar constantemente buscando cómo mejorar. Saber que no soy el mejor y que siempre habrá algo nuevo que aprender y siempre habrá lugar para mejorar. A veces uno aprende de uno mismo y de sus errores al darse cuenta que le faltó algo en cierta grabación o que no hizo algo bien.
Otra parte de la disciplina es buscar nuevas oportunidades constantemente y hablar con gente. Saber venderte a ti mismo, en todas partes. Mi voz es mi empresa y es mi marca personal, así que es vital saber venderla. Eso no significa andar por la calle con un micrófono entregando volantes. Se trata de saber que no importa a quién conozcas, si creas un impacto en alguien frente a lo que haces, esa persona se va a acordar de ti en el momento en el que sepa que un amigo de ellos o ellos mismos necesiten a alguien con tus habilidades. Es importante no quedarse en la zona de confort.
Probar nuevas direcciones, nuevos tonos, nuevas formas de interpretar e innovar a veces es difícil y da miedo, porque a veces uno se siente un poco ridículo, pero a medida que uno va ampliando su conocimiento, se abren nuevas oportunidades.
Y por último: cuidar la voz, hacer ejercicios vocales, tener en cuenta los músculos faciales que necesitas soltar para una buena dicción, etc. Siempre recordar que las cuerdas vocales son un músculo y como cualquier músculo se pueden entrenar.
¿Cómo defines tu voz?
El registro de mi voz está catalogada en los bajos. Es el tipo de voz más grave, esa que la gente está acostumbrada a oír en los trailers de películas.
En el mundo de la radio, ¿has estado o te gustaría estar en qué tipo de espacios?
Cuando tenía 18 años monté una emisora web con un amigo y estuvimos en eso como un año. Teníamos noticias en la mañana, programas juveniles y obvio musicales. Pero realmente la falta de experiencia y la falta de dirección llevó a que el proyecto se cayera.
Después de eso hice algunas cosas en la radio de la Universidad de La Sabana y tengo algunos proyectos para radio, pero por ahora me he concentrado más en hacer locución comercial. Me gustaría estar en espacios donde pueda hablar sobre música y cultura. Aunque estoy abierto a cualquier cosa.
¿Quiénes consideras tus maestros en el mundo de la voz?
Nunca tomé cursos de nada, simplemente veía los comerciales de televisión y veía los trailers de películas e intentaba imitarlos. Eso se volvió una constante en mi vida. Después de empezar de lleno en este mundo fue que empecé a investigar sobre los grandes de la industria y cómo habían llegado a donde están.
Entre ellos encontré al padrino del mundo de los trailers de películas que se llamaba Don Lafontaine, la voz más impresionante que uno puede escuchar al día de hoy. Tenía algo que me hacía querer llegar a hacer algo parecido a lo que él hacía, me impulsó en esa búsqueda de la perfección.
Otra persona de gran influencia para mí era Ken Sparkes, un australiano que se volvió locutor para poder pagar su afición a las carreras de autos. Se dio cuenta que era tan buen negocio que ahí fue realmente donde se destacó. También trabajó en radio durante gran parte de su vida. Lastimosamente falleció hace un mes.
Ken fue de gran ayuda para mí también porque cuando yo tenía 20 años encontré su página web y decidí escribirle un mail preguntándole cómo llegó tan lejos, qué consejos me podía dar, mi admiración a lo que hacía, etc. Nunca pensé que me iba a responder, pero a los 3 o 4 días me respondió diciéndome exactamente cómo surgió y qué cosas debería hacer para llegar lejos. Entre ellas me aconsejó tomar clases de canto, actuación, improvisación y conseguir un manager. Ese mail cambió mi forma de ver el mundo de la locución y fue una gran guía. Siempre estaré agradecido por esa respuesta que recibí.
¿Qué tan importante es la voz en este mundo?
En el mundo de la locución creo yo que es vital. En mi experiencia personal ha sido la puerta de entrada a muchos lugares y ha sido en gran parte la razón de que me gane un casting de más de 30 personas donde hay actores famosos, personalidades de la vida pública, otros locutores, etc.
Ahora dicen que la era de las cuerdas vocales de oro ya pasó. Que ya no es necesario tener la mejor voz, sino que sepa interpretar bien y demás. Sobre todo porque ahora hay trabajo para todo tipo de voces. Una voz chillona puede ser muy exitosa haciendo el papel de algún dibujo animado o hasta vendiendo una promoción de algún producto. Una voz normal también tiene cabida en este mundo, pero tiene que buscársela un poco más y tendrá que entrenarla muy bien para llegar a tener éxito.
¿En cuáles campañas o comerciales se te ha escuchado?
Las que más satisfacción me dieron fueron unas que hice para Universal Pictures, la voz del trailer de la película Everest y Actividad Paranormal 5. Siempre fue mi sueño llegar a hacer una voz para cine y se dio. También cuñas para el concierto de Aerosmith en Colombia e Iggy Pop. Siempre es grato promocionar un concierto de música que a uno le gusta.
Hay otras campañas que son muy gratificantes también porque presto mi voz para generar un cambio, como lo fue con algunos comerciales de televisión nacional hace un mes para el Alto Comisionado para la Paz, explicando los puntos del Acuerdo a los Colombianos.
He hecho trabajos muy divertidos para Chivas Regal 18 años, al igual que he prestado mi voz a fundaciones como WWF para generar consciencia frente a temas ambientales como las tortugas en vías de extinción que llegan al Pacífico colombiano.
José E. Plata M.
