Cómo es trabajar Nochebuena y Año Nuevo en la radio

0
En navidad y año nuevo, y para celebrar a lo grande, la gente en Colombia sabe exactamente cuándo son las 12 de la noche gracias a la radio.

En Colombia, la víspera de Navidad (24 de diciembre) y la de Año Nuevo (31 de diciembre) transforman las emisoras de radio en un reflejo de las tradiciones festivas del país, llenas de alegría, nostalgia y unión familiar.

En la noche del 24, las emisoras suenan principalmente canciones que recuerdan ‘aquellos diciembres’. No son villancicos, sino cumbias, porros, salsas y merengues que han acompañado a los colombianos desde mediados del siglo pasado y que, extrañamente, se convirtieron en la música preferida para navidad.

Muchas emisoras transmiten novenas (parecidas a las posadas mexicanas) en vivo o grabadas, con rezos, gozos y algunos villancicos. El ambiente general es emotivo y familiar, con mensajes de paz y unión.

Ya para el 31 de diciembre, la fiesta continúa con música bailable y tropical, rumbera y nostálgica, para despedir el año con fiesta. Se escuchan clásicos como «El Año Viejo» de Tony Camargo, «Cantares de Navidad» o «Adonay» de Rodolfo Aicardi y Los Hispanos, temas de Pastor López como «Traicionera» o «El ausente», y el infaltable «Cinco pa’ las 12» de Néstor Zavarce.

Las radios organizan maratones bailables, con jingles festivos (como el icónico de Caracol Radio: «De Año Nuevo y Navidad…»). El sonido es enérgico, con trompetas, percusión y coros que invitan a bailar, brindis y agüeros (como las 12 uvas o la maleta para viajar).

Los que acompañan la fiesta…

Pero mientras millones de personas se preparan para brindar, abrazarse o sentarse a la mesa, la radio sigue funcionando como cualquier otro día… solo que no es cualquier otro día.

No porque falte la fiesta, sino porque alguien decidió que la emisora debía seguir sonando, que no debería parar, que debería acompañar a quienes, por cualquier razón, no pueden estar festejando en casa.

Bueno, incluso hay casas que celebran la navidad y el año nuevo con el radio a todo volumen, siendo la compañía perfecta. O al menos, así sucede en Colombia.

Aquí, a diferencia de otros países donde la radio baja el volumen emocional en estas fechas, las emisoras suelen sonar alegres, cercanas, festivas. Cambia la música, cambia el tono, cambia el ritmo.

Lo que no cambia es algo fundamental: todo lo que suena existe porque hay locutores, operadores, productores y técnicos que esa noche no están en la sala de su casa, sino en una cabina.

A inicios de diciembre publiqué un meme en Facebook que puede parecer chistoso, pero que para muchos se convierte en una especie de pesadilla. Habla de una predicción que muchos no quisieran que se cumpliera:

A algunos les gusta, a otros no…

Pero en mi artículo de hoy no pretendo hablar de pesadillas, de sacrificios heroicos ni de vocaciones sufridas. No va por ahí. Hablo, más bien, de orgullo profesional, de entender el lugar que se ocupa dentro de la empresa y del rol silencioso, pero clave, de quienes hacen posible que la radio celebre… aun cuando ellos la celebran trabajando.

De hecho, sé de muchos colegas que disfrutan estar al aire en estas fechas de navidad y año nuevo.

Para ellos y para todos aquellos que sienten que tienen que sacrificarse para alegrar a la gente a través de la radio, van las siguientes recomendaciones, que hablan de la importancia de su trabajo:

  1. Usted no está fuera de la fiesta: usted es parte de ella

Quien está al aire en Nochebuena o en la víspera de Año Nuevo no es un espectador que mira la celebración desde lejos. Está dentro. Solo que su forma de celebrar no es con copa en mano, sino con micrófono abierto, consola encendida y oído atento.

Mientras suenan canciones que acompañan brindis, abrazos y despedidas de año, usted está ahí ayudando a construir ese ambiente. En taxis, en turnos nocturnos, en reuniones familiares donde la radio sigue encendida como fondo sonoro. La fiesta ocurre también gracias a su trabajo.

  1. No es un castigo

Generalmente, a nadie “le toca” trabajar en estas fechas al azar. Las emisoras no se arriesgan con personal improvisado en noches simbólicas. Quien queda a cargo lo hace porque hay confianza, porque conoce la casa, porque sabe resolver problemas sin dramatizar y porque puede sostener una transmisión cuando no hay jefes, supervisores ni oficinas abiertas.

Eso no es menor. Es una señal clara de confianza y respaldo profesional.

  1. Sonar festivo no significa fingir la alegría

Uno de los errores más comunes es creer que estas noches exigen una euforia sobreactuada. El oyente detecta eso de inmediato. En estas fechas, la radio no tiene que gritar felicidad; tiene que acompañar.

Un tono cálido, cercano, tranquilo y honesto conecta mucho más que el entusiasmo impostado. La radio de diciembre no necesita demostrarse nada: solo necesita estar ahí, sonando bien, sonando humana, eso sí, sin perder la alegría y el ánimo.

  1. Esa programación especial no existe sin usted

Las parrillas navideñas, los conteos de fin de año, los bloques musicales especiales, los mensajes de los oyentes… todo eso depende de alguien que está pendiente de la consola, del ritmo, de lo que suena al aire.

Las emisoras no “se ponen festivas” solas. Lo hacen porque hay personas sosteniendo la operación cuando muchos otros descansan.

  1. Usted le llega a una audiencia distinta y profundamente agradecida

Quien escucha radio en Nochebuena o en la madrugada del 1.º de enero es una audiencia silenciosa, fiel, que valora la compañía. Muchos de ellos también están trabajando: vigilantes, conductores, personal médico, hotelero, de transporte.

Para esa gente, la radio festiva no es ruido de fondo sino una presencia real, una gran compañía, un ejemplo clarísimo de empatía.

  1. Hacer del turno algo especial cambia todo

No se trata de realizar grandes producciones. Basta con acciones pequeñas: una cabina mínimamente decorada, un café distinto, una lista musical preparada con gusto, un saludo pensado con calma.

Cuando el turno se vuelve “especial” deja de sentirse largo.

  1. La fiesta no se cancela, sino que se reprograma

Celebrar el 25 de diciembre o el 1 de enero no le quita valor a nada. Al contrario: muchas veces se disfruta más, sin afanes ni excesos. La madurez profesional también consiste en mover los rituales sin culpa.

  1. La radio es una tradición que alguien debe sostener

En Colombia, la radio de Navidad y Año Nuevo sigue siendo un ritual. Y como todo ritual, necesita gente que la maneje a la perfección. Personas que estén dispuestas a sostenerla incluso cuando el mundo exterior está celebrando de otra forma.

Usted es parte de esa minoría que mantiene la radio encendida cuando todo lo demás se apaga.

  1. Al final del turno

Cuando termina la noche, la emisora habrá sonado como debía sonar: alegre, cercana, acompañante. Y eso no fue casualidad. Fue porque alguien decidió estar ahí.

¿Y qué pasa con los que tienen que madrugar al otro día?

Quienes llegan a recibir turno a las 6:00 de la mañana del 25 de diciembre y del 1.º de enero tienen una gran responsabilidad. Seguramente estuvieron de fiesta la noche anterior con sus amigos y familiares, pero el deber los llama, y hay que demostrar su profesionalismo y responsabilidad.

Y es que, si hay un turno silencioso en la radio, es el de las seis de la mañana del 25 de diciembre y del 1.º de enero. Afuera, la ciudad sigue en pausa. Muchos no se han acostado; otros apenas están despertando. Y, sin embargo, la radio vuelve a estar ahí, puntual, como si nada.

Para quienes llegan a recibir ese turno, estas recomendaciones no hablan de sacrificio, sino de oficio, continuidad y presencia.

  1. Entender que usted es el primer “buenos días” del día: Para muchos oyentes, su voz es el primer contacto con la normalidad después de la celebración. No es poca cosa. Usted es quien marca el regreso gradual al ritmo cotidiano.
  2. No forzar el ánimo: la mañana pide otro tono: No es madrugada de fiesta ni mañana laboral plena. Es una franja de transición. Un tono tranquilo, amable, respetuoso del silencio de la ciudad conecta mucho mejor que la euforia.
  3. Asumir que la audiencia también está desfasada: Hay oyentes trasnochados, otros recién despertando, algunos viajando. Su tarea no es “activar” a nadie a la fuerza, sino acompañar ese momento raro del día.
  4. Cuidar el ritmo más que el contenido: En estas mañanas, el cómo importa más que el qué. Música bien elegida, pausas naturales, locución clara. Menos, es más.
  5. Sentir orgullo de ser quien reactiva la emisora: Cuando usted llega, la radio vuelve a entrar en modo día. No es solo un cambio de turno: es un cambio de clima.
  6. Entender que ese turno también es de confianza: No se le asigna a cualquiera. Llegar temprano, recibir la emisora y mantenerla estable cuando todo está medio dormido requiere criterio y experiencia.
  7. No comparar su mañana con la de otros: Mientras muchos siguen celebrando o durmiendo, usted está haciendo radio. No es mejor ni peor: es distinto. Y es necesario.
  8. Pensar que alguien aprende viéndolo trabajar: Operadores nuevos, productores jóvenes, practicantes. Estos turnos enseñan más de radio que muchos manuales.
  9. Darse un pequeño premio al terminar: Un desayuno distinto, una llamada tranquila, un descanso merecido. Cerrar bien el turno también hace parte del trabajo.
  10. Recordar esto: La radio no descansa. Solo cambia de ritmo. Y usted es quien ayuda a que ese cambio ocurra sin sobresaltos.

Conclusión

La radio sigue siendo una gran compañía en estas fiestas. De hecho, Colombia se pone en modo ‘navidad’ desde el mes de septiembre, cuando las emisoras Olímpica de todo el país lanzan su campaña “¡Desde septiembre se siente que viene diciembre!”, que ha sido replicada, de alguna forma, por las emisoras de la competencia.

El ambiente se siente festivo, se dejan de lado los problemas, la gente está más alegre, y la radio está ahí para acompañarlos en los mejores momentos, y en las cabinas, ya sea en los controles o detrás de un micrófono, siempre habrá gente que comparte su energía con los oyentes para hacerlos sentir de fiesta.

Todo el reconocimiento y agradecimiento para ellos y sus familias, que se pierden de tenerlos a su lado en estas fechas…

ACERCA DEL AUTOR
Tito López hace radio desde 1975 y ha creado formatos radiofónicos exitosos en Colombia, Portugal, Chile, Panamá y Costa Rica.
Es coach de talentos, intérprete de investigaciones de audiencia, productor, blogger, libretista y conductor de programas de radio.
Lo puede seguir en Facebook como Oscar.Tito.Lopez y en Twitter como oscartitolopez.
COMPARTIR

Agrega un comentario

Please enter your comment!
Please enter your name here