Carlos Sarmiento/Amor 90.9 FM; El poder de la radio está en la conexión

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Con una trayectoria de dos décadas en los medios de comunicación y una pasión que nació desde la infancia, Carlos Sarmiento ha demostrado que los sueños sí se cumplen cuando se combinan el talento, la disciplina y la autenticidad. Aunque durante años trabajó detrás del micrófono en producción y noticias, su verdadera vocación lo llevó a dar un giro decisivo hacia la locución, logrando destacar entre más de 500 voces en un casting que lo llevó a formar parte de Amor 90.9 FM, una de las estaciones románticas más queridas de Monterrey.

En esta conversación, Carlos comparte cómo ha sido su evolución profesional, el valor de la autenticidad en la radio y la importancia de conectar con la audiencia desde las emociones. Además, nos habla sobre su experiencia al frente de programas como ‘La Hora de Luis Miguel’ y ‘Luna de Amor’, espacios en los que combina su voz, sensibilidad y cercanía con el público para crear momentos llenos de nostalgia, reflexión y calidez al aire.

En esta entrevista nos revela los retos, aprendizajes y momentos que han marcado su camino en la radio. ¡Aquí te contamos todo!

Llegaste a Amor 90.9 FM tras un casting con más de 500 voces. ¿Cómo fue esa experiencia y qué crees que te ayudó a destacar entre tantos participantes?

Creo que lo que me ayudó a destacar, además del timbre de mi voz, fue justamente mi inexperiencia. Después supe que mucha gente que participó en el casting ya tenía tiempo grabando o trabajando en radio. Tuve la oportunidad de escuchar algunos audios y la mayoría seguía ese estilo de locutor tradicional, con una voz fuerte, exagerada, ese tono ‘gritón’ muy característico del norte del país, sobre todo aquí en Monterrey.

En cambio, mi estilo es distinto. Aunque no soy una persona tan seria, me gusta mantener un equilibrio entre lo formal y lo divertido, y creo que eso llamó la atención. Al momento de grabar, lo hice con naturalidad, sin pretender sonar como nadie más, y esa espontaneidad fue lo que terminó marcando la diferencia. A veces, no tener experiencia también juega a tu favor, porque te permite ser más auténtico.

Tienes 20 años en los medios, pero antes trabajabas detrás del micrófono. ¿Qué te motivó a dar el paso hacia la locución?

Tengo muchos años de experiencia en desarrollo de contenidos, producción y noticias, pero desde niño la radio fue mi gran pasión. Recuerdo que me encantaba escuchar estaciones locales, conectarme solo para oír canciones o programas, y después jugaba con mis amigos a ser locutor. Inventábamos producciones o hacíamos imitaciones, sin saber que años después eso se convertiría en mi profesión.

Cuando estudiaba la carrera y llevé la materia de producción de radio, confirmé que era algo que me encantaba. Sin embargo, la vida me llevó por otro camino: terminé trabajando en noticias, donde permanecí mucho tiempo. Ahí fue donde mis compañeros y hasta mi director empezaron a notar mi voz. Me pedían grabar piezas informativas o presentar notas de otros reporteros. No era mi propio contenido, pero mi voz ya comenzaba a sonar al aire.

Ese fue el punto de partida. Un día vi una convocatoria para un casting y decidí probar suerte. Lo hice sin muchas expectativas, solo con la curiosidad de ver qué pasaba, como esas historias que cuentan los artistas cuando dicen: “mandé mi casting y quedé”. Y así fue. Puse todo mi empeño, me preparé con dedicación, repetí las grabaciones hasta quedar satisfecho y, para mi sorpresa, logré quedar seleccionado. Fue algo que no esperaba, pero que me cambió la vida.

¿Recuerdas cómo te sentiste la primera vez que te escuchaste al aire?

Sí, fue una sensación muy extraña pero emocionante. La primera vez que escuché mi voz fue en televisión, porque presté mi voz para algunas piezas, y honestamente no me reconocía. Lo mismo me pasó después en radio. La gente me decía: “Te escuchas muy diferente al aire”, y es verdad. Uno no habla igual en su vida diaria que frente al micrófono.

Algunos piensan que finges, pero no es así. Lo que sucede es que aprendes a modular tu voz, a usarla de forma profesional. Eso se vuelve parte del trabajo, y personalmente me encanta hacerlo. Cuando me escuché por primera vez en radio, sentí una mezcla de nervios, emoción y orgullo. Recuerdo que pensé: “¡No manches, me escucho muy bien!”. Fue una sensación increíble, porque supe que estaba cumpliendo un sueño.

Conduces ‘La Hora de Luis Miguel’, un espacio muy querido por el público romántico. ¿Qué representa para ti este programa y cómo conectas con la audiencia?

Aunque no soy fanático al cien por ciento de Luis Miguel, sí disfruto mucho su música. Sé muchas de sus canciones y me gusta lo que representa su figura en la música mexicana. Lo que más me llena de este programa es la interacción con la audiencia. Cada día recibimos más mensajes, saludos y dedicatorias; se ha formado una comunidad muy especial.

La gente se identifica entre sí, se saluda, comparten sus historias, y yo ya reconozco a varios oyentes por sus nombres. Algunos me preguntan cuáles son mis canciones favoritas, y eso genera una conexión genuina. Incluso hay niños que mandan audios cantando, lo cual me parece hermoso. Este programa me ha permitido conocer a personas muy apasionadas y sentir ese cariño directo del público. Además, tener la oportunidad de ser la voz en un espacio dedicado a uno de los artistas más grandes de México es algo que me enorgullece muchísimo.

En ‘Luna de Amor’ abordas temas para reflexionar al final del día. ¿Cómo eliges los temas y qué te inspira a compartirlos?

Al principio elegía los temas de manera aleatoria, pero con el tiempo me di cuenta de que, sin querer, cada reflexión tenía algo de mí. Me estaba proyectando en los mensajes: hablaba de cosas que vivía, de emociones que sentía o incluso de situaciones del pasado que necesitaba sanar.

‘Luna de Amor’ se convirtió en una especie de terapia personal. A través de estos temas logro conectar con mi parte más sensible, y también con la de la gente. Todos tenemos días buenos y malos, momentos de fuerza y momentos de vulnerabilidad. Compartir reflexiones que nacen desde lo personal me ha ayudado a conectar más profundamente con la audiencia.

La radio tiene ese poder de acompañar, de ser refugio. Y para mí, este programa es eso: un espacio de desahogo y conexión humana.

A lo largo de tu trayectoria, ¿Qué te ha enseñado la radio sobre la forma de conectar con las personas?

La radio me ha enseñado humildad. A veces uno no dimensiona el alcance que puede tener una voz al otro lado del micrófono, hasta que un radioescucha se acerca a saludarte, a tomarse una foto o simplemente a agradecerte por acompañarlo cada día. Son cosas que sigo aprendiendo a asimilar.

Aunque llevo poco tiempo como locutor —ni siquiera un año—, ha sido una experiencia muy enriquecedora. Me ha enseñado que la conexión real no está en hablar bonito, sino en hacer sentir a las personas que son parte de algo.

Y aunque muchos dicen que ya no se escucha radio, yo no lo creo. La mayoría de la gente que maneja un auto la escucha en algún momento. En Monterrey, Amor 90.9 es una de las estaciones románticas más sintonizadas, y formar parte de ella me hace sentir orgulloso. Cuando alguien me dice: “¿Tú eres Carlos Sarmiento, el de la radio?”, me llena de alegría. Es un recordatorio de que estoy construyendo un vínculo real con el público.

¿Qué consejo le darías a quienes sueñan con tener una oportunidad al aire como la que tú lograste?

Les diría que se preparen, y no solo en lo técnico, sino también en lo personal. Leer, viajar, observar, escuchar, todo eso alimenta la mente y el alma. La radio no se trata solo de tener buena voz, sino de tener algo que decir y sentir.

En mi caso, cuando hice el casting, me propuse hacerlo lo mejor posible. Grabé y regrabé muchas veces hasta quedar satisfecho. Sabía que era mi única oportunidad de ser escuchado, y me esforcé aunque llegara cansado del trabajo. Cada audio lo hacía con la convicción de que debía sonar mejor que el anterior.

No se trata de ser perfecto, sino de buscar tu mejor versión y de disfrutar el proceso. Yo creo que Amor 90.9 llegó a mi vida en el momento justo, cuando realmente estaba preparado para vivirlo. Y eso me hace sentir profundamente agradecido.

Si pudieras definir en una frase lo que significa la radio para ti, ¿Cuál sería?

La radio, para mí, es un sueño cumplido. Es uno de esos deseos de la infancia que hoy estoy viviendo con alegría y gratitud. Y lo mejor es que lo disfruto más de lo que alguna vez imaginé.

Conoce más de Carlos con estas 5 cualidades con las que él se identifica:

  • Amigable
  • Profesional 
  • Transparente 
  • Escucha activa  
  • Apasionado

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Esta nota fue realizada por Alpha González, Lic. en Periodismo por la EPCS, con experiencia en la cobertura de la industria de la radio y los medios de comunicación.

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