Nohe Tapia/Cantante; Adaptación y pasión: Claves de un buen proceso creativo

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Desde sus primeros pasos, bailando y cantando frente a una cámara a los tres años, hasta compartir escenario con figuras como Ricardo Montaner, Gloria Trevi y Víctor García, nuestra entrevistada ha construido una carrera marcada por la versatilidad y la pasión. Cantante, compositora, productora y corista, ha sabido adaptarse a distintos géneros y entornos, demostrando que en la música no existen escenarios pequeños, solo grandes oportunidades para conectar con el público.

En esta conversación, nos comparte cómo ha sido su camino artístico, los aprendizajes que le dejó ser corista, su visión sobre el impacto de las plataformas digitales, la importancia de las redes sociales para los músicos actuales y el valor de la disciplina en el proceso creativo. También habla sobre sus proyectos más recientes, el significado detrás de sus shows y el mensaje que quiere dejar a quienes comienzan en la música.

¡Así nos contó su historia y su visión de la música!

¿Cómo fueron tus primeros pasos en la música y qué te motivó a dedicarte profesionalmente a esta carrera?

Sin saberlo, ya estaba destinada a la música. Cuando tenía tres años, mi papá grababa videos para eventos sociales y mi hermana me enseñaba coreografías para que bailara. Tengo esos recuerdos grabados en video y, cada vez que los veo, confirmo que nací para esto. Amo a esa niña que aparece bailando sin imaginar que, años después, estaría en escenarios cumpliendo ese sueño.

No fue un camino fácil; me tomó tiempo descubrirlo. Hubo etapas en las que sentía que no cantaba bien, pero una ex cuñada me llevó a un programa de televisión y ahí me di cuenta de que sí podía hacerlo. Llegar de provincia, sin experiencia escénica, y quedar seleccionada en un reality a nivel nacional fue increíble. Desde entonces, seguí trabajando sin pensar todavía que me dedicaría de lleno a la música, pero poco a poco todo fue fluyendo hasta convertirlo en mi profesión.

Además de ser cantante y compositora, también has trabajado como corista. ¿Qué aprendizajes te dejó esa experiencia y cómo ha influido en tu estilo y presencia en el escenario?

Ser corista me ha dado grandes lecciones y sigo aprendiendo cada día. Actualmente formo parte del equipo de coros de Víctor García, quien regresó a los escenarios después de varios años. También he tenido la oportunidad de acompañar a artistas de distintos géneros como Margarita “La Diosa de la Cumbia”, Ricardo Montaner, Jair, Yuridia, Gloria Trevi, Daniel Boaventura, María Conchita Alonso, entre otros.

Cada artista es un mundo distinto y requiere algo diferente, no solo en lo vocal. A veces implica presencia escénica, coreografías o simplemente ser un apoyo emocional. En el escenario, los músicos y coristas formamos un equipo: si el artista está cansado física o emocionalmente, debemos transmitirle energía para realzar su desempeño. Esa conexión y capacidad de adaptarse son fundamentales.

Ser corista no es solo “hacer coritos”; se necesita oído, intuición, profesionalismo y entender que también eres parte de la imagen del artista. Desde que llegas al aeropuerto hasta que termina el evento, representas a ese proyecto. Es un trabajo que me apasiona y que agradezco profundamente, porque ha fortalecido mi versatilidad y mi capacidad para adaptarme a cualquier escenario.

La música ha cambiado mucho con la llegada de las plataformas digitales. Desde tu perspectiva, ¿cómo ha impactado esto en la forma de crear y compartir canciones?

La tecnología ha permitido que la música viaje más rápido y llegue a más personas. Gracias a las plataformas digitales, hoy podemos descubrir artistas y fusiones que antes parecían imposibles. Sin embargo, también vivimos en una era de consumo rápido, donde muchas propuestas se enfocan más en los números que en la conexión emocional.

Aun así, estas herramientas han rescatado canciones de décadas pasadas, acercándolas a nuevas generaciones. Creo que, como todo, tiene un lado positivo y uno negativo. La clave está en encontrar un balance: aprovechar la inmediatez para conectar, pero sin perder la esencia artística que da sentido a la música.

El panorama digital también ha transformado la manera en que los artistas se conectan con sus fans. ¿Cómo manejas tu presencia en redes sociales y qué tan importantes crees que son hoy para un músico?

Las redes sociales son un potenciador enorme, pero también un arma de doble filo. Al ser figuras públicas, estamos expuestos a interpretaciones erróneas, críticas y malentendidos. Es una responsabilidad, porque influyes en quienes te siguen, para bien o para mal.

Me gusta verlas como una oportunidad de mostrar no solo mi faceta musical, sino también la humana. A veces eso genera mayor conexión; otras, puede provocar que alguien no comparta tu visión, y eso también es válido. Lo importante es que las personas elijan qué consumir.

Además, las redes han permitido que talentos ocultos tengan visibilidad y que artistas que parecían olvidados revivan su carrera. Pero no todos los músicos desean estar presentes de manera constante; algunos prefieren nichos pequeños y eso también es válido. Personalmente, trato de usarlas para conectar, compartir y dar a conocer mis proyectos, pero siempre con cuidado y conciencia del impacto que pueden tener.

Crear música implica un proceso emocional y creativo. ¿Cómo describes el tuyo y qué buscas transmitir con tus composiciones?

Creo firmemente que no existen escenarios pequeños, sino egos grandes. Esa filosofía me ha permitido disfrutar cada oportunidad, desde cantar en eventos íntimos hasta producir shows de gran formato. Me apasiona crear conceptos originales, fusionar estilos y reinterpretar canciones icónicas de los 80 y 90 para que las nuevas generaciones las descubran.

Uno de mis proyectos es “Drama Society”, un show que no busca “tirarle” al género opuesto, sino cantar a las historias de desamor y nostalgia que todos, hombres y mujeres, hemos vivido. Para mí, el objetivo es que el público no solo escuche, sino que sienta y se divierta.

En mi proceso creativo, la disciplina y la constancia son tan importantes como el talento. La música requiere esfuerzo, trabajo en equipo, respeto y pasión. Siempre busco que mis canciones transmitan verdad, porque eso es lo que realmente conecta.

Mirando hacia el futuro, ¿qué proyectos o sueños musicales te gustaría alcanzar y qué mensaje le darías a quienes comienzan en este camino?

Mi meta es seguir haciendo lo que amo, ya sea música o cualquier proyecto creativo que me inspire. Me encanta producir, crear conceptos y sumar a personas talentosas. Una parte fundamental en mi carrera ha sido rodearme de gente que comparte la pasión por la música, como Jorge Casas, mi pareja y colaborador, con quien he desarrollado varios shows.

A los que comienzan les diría que la música, como cualquier profesión, requiere dedicación, preparación, disciplina y amor por lo que haces. El talento es importante, pero no lo es todo; la constancia y la capacidad de aprender marcan la diferencia.

También creo que es valioso apoyar a otros artistas. A mí me hubiera encantado que, desde el inicio, alguien me guiara más allá del “tú puedes”, dándome consejos prácticos basados en su experiencia. Compartir este conocimiento puede inspirar a otros a construir su propio camino.

¡Te invitamos a que lo sigas en sus redes sociales!

Instagram: @nohe_music

Esta nota fue realizada por Alpha González, Lic. en Periodismo por la EPCS, con experiencia en la cobertura de la industria de la radio y los medios de comunicación.

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