Conectar con la gente a través de la voz es una habilidad que se perfecciona con el tiempo, y el entrevistado de hoy lo ha convertido en su sello. Originario de Tasquillo, Hidalgo, este joven comunicador encontró en la locución una pasión inesperada que surgió durante sus años universitarios. Hoy, su voz resuena tanto en la cabina de radio como en los estadios, donde ha logrado crear una conexión auténtica con el público, ya sea en transmisiones íntimas o en medio del bullicio de un partido.
En esta entrevista nos comparte cómo fueron sus inicios, los aprendizajes que le ha dejado estar frente al micrófono en diferentes contextos, y la forma en que equilibra su trabajo como locutor deportivo con su programa de radio. También reflexiona sobre el estado actual de la radio, las habilidades que considera esenciales para quienes quieren entrar a este mundo, y sus aspiraciones a futuro dentro del universo de la comunicación.
¡Descubre todo lo que hay detrás de su voz y su pasión por la locución!
¿Cómo fue que iniciaste en el mundo de la locución?
Desde muy temprano, cuando entré a la universidad, decidí estudiar Ciencias de la Comunicación y del Deporte. Desde los primeros semestres comencé a agarrarle un gusto muy peculiar al tema de la voz. He de confesarte que, antes de eso, solía huir de lugares donde tuviera que hablar en público, sin saber que hoy se convertiría en una de las cosas que más adoro en la vida.
En la uni siempre era el elegido para conducir los programas, ya fuera frente a una cámara o ante el público, y eso me ayudó mucho a ganar experiencia, confianza y también a mejorar a través de la retroalimentación. Aproximadamente en el último tercio de mi carrera comenzaron a aparecer materias relacionadas con lo que tanto me gustaba: radio, televisión, locución, crónicq deportiva y formación de la voz. En esta última, mi profesor, el licenciado Juan Pablo Díaz, con base en el rendimiento que había mostrado en clase y lo que me había escuchado hacer, me hizo una invitación para empezar a practicar con pequeñas menciones y promocionales en la voz del Estadio Hidalgo, durante los partidos del primer equipo, tanto varonil como femenil. A partir de ahí empecé a afianzarme y fue entonces que tomé las riendas de esta carrera.

¿Cómo logras combinar tu trabajo como locutor en los estadios con tu programa de radio? ¿Qué es lo que más disfrutas de cada uno?
Poder combinar dos de las cosas que más amo en la vida es algo maravilloso, aunque también es un reto porque son experiencias completamente distintas. Aunque en ambos casos la herramienta principal es la voz, el ambiente y la forma de conectar con el público varían muchísimo.
En el estadio, disfruto cuando la gente comienza a gritar o cuando, después de un mensaje de aliento, responden emocionados. Esa retroalimentación instantánea, esa energía que se vive ahí, es única. Siento que formo parte del espectáculo y que tengo la oportunidad de encender a la tribuna.
Por otro lado, la radio es algo más íntimo. Estoy en una cabina aislada del sonido exterior, donde solo puedo ver a mi productor, Saúl Ortíz. Podría parecer aburrido en comparación, pero en realidad es un espacio que me da libertad para experimentar, crear, guiar y darle rumbo a mi programa. Me encanta tener esa autonomía.
Tener escenarios distintos me enriquece profesionalmente, me permite explorar diferentes versiones de mí como comunicador y me mantiene motivado todo el tiempo.
Aunque tu programa de radio es breve, ¿qué lugar ocupa en tu carrera? ¿Qué te aporta a nivel profesional y personal seguir teniendo ese espacio?
Mi programa de radio ha transformado completamente mi vida. Aunque no le dedico tanto tiempo como a otras actividades, es un espacio muy especial para mí porque representa una nueva forma de expresión dentro de la locución.
Me permite innovar desde otro enfoque, explorar ideas diferentes y seguir desarrollándome más allá de las nuevas plataformas digitales. Profesionalmente, me ha ayudado a perfeccionar mis habilidades y personalmente, me da un sentido de pertenencia y pasión que me impulsa a seguir creciendo.

¿Qué tan diferente es conectar con una audiencia en vivo en un estadio a hacerlo a través de la radio? ¿Qué retos encuentras en cada formato?
Son experiencias completamente distintas. En el estadio tienes una retroalimentación inmediata; escuchas los gritos, las reacciones, ves las caras. Pero también dependes mucho del contexto del partido. Si el equipo no está teniendo una buena actuación, aunque tú tengas toda la actitud, debes ser mesurado, entender el juego y saber cómo mantener la conexión con la audiencia.
En la radio, en cambio, estás en un espacio más controlado, sin esa respuesta directa. No sabes cuántas personas te están escuchando en tiempo real y eso representa un reto importante: tienes que atraparlos solo con tu voz, tu contenido y tu energía, para que no solo se queden en esa transmisión, sino que regresen en las siguientes. Aun así, en ambos formatos el objetivo es el mismo: conectar con la audiencia y generar una experiencia significativa.
¿Cómo ves el estado actual de la radio? ¿Crees que sigue teniendo fuerza como medio o que necesita evolucionar para seguir vigente?
Desde mi perspectiva, hay dos panoramas muy claros. En Tasquillo, Hidalgo, que es de donde soy originario, la radio sigue siendo un medio vigente. La mayoría de los negocios y casas la sintonizan de manera habitual. Pero en las grandes ciudades, eso ya no ocurre tanto. La gente ha migrado a otros formatos de contenido.
Por eso creo que la radio es el medio que más necesita innovar para mantenerse vigente. No basta con tener buenos programas: hay que adaptarse, sumar plataformas, interactuar con la audiencia y ofrecer nuevas experiencias. Solo así podrá seguir siendo relevante.
Desde tu experiencia, ¿qué habilidades son clave para alguien que quiera dedicarse tanto a la locución deportiva como a la radio tradicional?
Sin duda, el carisma es fundamental. Si no logras conectar con tu público, se pierde por completo el propósito de la comunicación. También es clave la empatía: saber cómo hacer que la gente se sienta cercana, incluida, parte de lo que estás compartiendo.
Tener una buena voz ayuda, claro, pero no lo es todo. Lo importante es saber cómo usarla, cómo transmitir emociones, generar vínculos, mantener la atención. Y, sobre todo, tener pasión por lo que haces. Eso siempre se nota al aire o en el estadio.

¿Qué te gustaría que pasara a futuro con tu carrera: seguir creciendo en los estadios, tener un programa más grande o quizás explorar otros medios?
Lo único que tengo claro es que quiero seguir en este hermoso mundo de la comunicación. Deseo hacer crecer mi programa de radio a otros niveles, con mayor alcance e impacto. También me gustaría emprender y crear una productora que me permita desarrollar proyectos propios y apoyar a otros talentos.
Además, uno de mis grandes sueños es trabajar con una empresa deportiva de alto nivel. Quiero seguir construyendo mi carrera con firmeza, estar presente en los lugares que siempre he anhelado, y, sobre todo, despertar cada día con la alegría de saber que hago lo que más amo en la vida.
Sintonízalo los lunes, miércoles y viernes de 8:30 a 9:00 a. m. a través de la señal de radio y televisión de Hidalgo.
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Esta nota fue realizada por Alpha González, Lic. en Periodismo por la EPCS, con experiencia en la cobertura de la industria de la radio y los medios de comunicación.















