¿La radio está muriendo? La respuesta en un rotundo «no».

Cada vez son más las personas que piensan que la radio desaparecerá dentro de poco tiempo. ¿Están sus días contados? ¿Realmente se encuentra en estado crítico? ¿Qué podría hacer para que esto no suceda?

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Desde sus inicios, hace más 100 años, muchos le han presagiado la muerte a la radio...

Hace un par de días hablaba con un amigo veterano de radio, creador de formatos musicales exitosos, programador, descubridor de talentos y exdirector de varias emisoras de radio en Colombia.

Se trata de un personaje altamente conocido en el medio, no solo por haber trabajado y triunfado en varias ciudades, sino por su personalidad afable y divertida, su figura inconfundible, su manía de halarse la oreja cuando entabla una conversación seria y referirse a sus amigos como «amistá».

Bueno, y también por haberse hecho a pulso, por su gran sentido común, por su desarrollado “olfato” para descubrir artistas, canciones y tendencias, y por algunos manejos controvertidos, a veces no muy santos, que han generado diferentes reacciones entre sus colegas.

No voy a mencionar su nombre, pero seguramente ya muchos sabrán de quién estoy hablando.

Este amigo y gran talento, a quien admiro por su conocimiento de radio y por la serie de éxitos que ha logrado a lo largo de su amplia carrera, me decía, en pocas palabras y un tanto descorazonado, que ya la radio se murió.

Hablaba de las dificultades de conseguir un receptor de radio tradicional, de las plataformas de streaming de audio y video, de la deserción de los oyentes jóvenes y de los graves problemas de facturación que están enfrentado las empresas de radio en todo el país, en mercados grandes, medianos y pequeños.

Es muy triste escuchar ese panorama de boca de una de las personas más apasionadas por la radio que he conocido en mi vida…

Por otro lado, Armando Plata, el presidente de la Asociación Colombiana de Locutores, me entrevistó la semana pasada para hablar de lo que él llamó “El fenómeno Veracruz Estéreo”, una emisora de Medellín que algunos consideran pionera en muchos sentidos.

Al cierre de la entrevista, el señor Plata me preguntó si la radio estaba muriendo. Como se sabe, soy fanático de la radio, y le advertí que mis comentarios podrían estar muy sesgados, pero finalmente le dije que la radio sigue viva, masiva y en plena transformación.

Como se aprecia, es un tema que está en boca de todos…

¿VA A MORIR LA RADIO?

Para responder a esta pregunta trataré de hacer un seguimiento lo más racional posible, tratando de dejar de lado cualquier sesgo y fanatismo. Con esto no pretendo que mis argumentos sean la palabra de Dios ni que esta sea la verdad revelada.

Solo se trata de un ejercicio que puede ser controvertido por cualquiera. De hecho, me encantaría conocer los comentarios de todos quienes lean este artículo, lo cual pueden hacer en la parte de abajo de esta página o en mi Facebook, https://www.facebook.com/Oscar.Tito.Lopez

Y empiezo diciendo que, a lo largo de la historia, a la radio se le ha pronosticado la muerte en varias ocasiones, cada vez que han surgido nuevas tecnologías o medios de comunicación que se creían más avanzados.

Estas predicciones han sido hechas por profesionales del sector, académicos y medios de comunicación, y se basan en distintos parámetros, como la evolución tecnológica, los cambios en los hábitos de consumo de la audiencia o la competencia de nuevos medios.

OCASIONES EN LAS QUE SE HA PRONOSTICADO LA MUERTE DE LA RADIO

– La llegada de la televisión: A mediados del siglo XX, cuando la televisión empezó a popularizarse, muchos expertos aseguraban que la radio sería reemplazada.

El razonamiento era que la televisión ofrecía imagen y sonido, lo que parecía más atractivo para las audiencias que solo escuchar. ¿Les suena conocida esta apreciación?

El caso es que la radio se adaptó enfocándose en información, opinión, música, narraciones deportivas, información local, envolvimiento con la comunidad, ubicuidad, portabilidad, segmentación de audiencias y creación de formatos especializados.

– El auge de Internet y el streaming: A finales del siglo pasado e inicios del presente, la llegada de Internet, las plataformas de descargas legales e ilegales (iTunes, Napster, Kazaa, LimeWire, Ares) y las plataformas de streaming de música (como Spotify y Deezer) llevaron nuevamente a predicciones sobre la desaparición de la radio.

La idea era que las personas preferirían elegir su música, en el momento que lo quisieran, sin anuncios y sin la intervención de locutores.

Sin embargo, la radio ha seguido relevante y masiva, especialmente por su contenido en vivo y su capacidad para acompañar a las audiencias en momentos específicos (como en el carro, por ejemplo).

– Los pódcast y la personalización: El auge de los pódcast desde inicios de la década pasada generó otra oleada de predicciones sobre la muerte de la radio.

Se argumentaba que los oyentes preferirían contenido a la carta y temáticas específicas que pudieran escuchar en cualquier momento.

A pesar de ello, y de que en algunos países se han producido grandes crecimientos de consumo de pódcast, la radio ha coexistido con ellos, ofreciendo contenidos en directo, noticieros y programas interactivos.

TEORÍAS ACTUALES SOBRE LA MUERTE DE LA RADIO

Resumiendo lo anterior, las teorías más recurrentes hoy en día que predicen la desaparición de la radio se centran en estos puntos:

– Dominio de plataformas digitales y streaming: Se argumenta que, con el crecimiento de plataformas como Spotify, Apple Music o YouTube, las nuevas generaciones ya no sienten la necesidad de escuchar radio, ya que pueden crear listas personalizadas y evitar anuncios.

Además, las plataformas ofrecen algoritmos que conocen los gustos de los usuarios, proporcionando una experiencia más personalizada.

– Pódcast como reemplazo del contenido hablado: Otra teoría sostiene que los pódcast están reemplazando las funciones de la radio en cuanto a noticias, entrevistas, comedia y otros contenidos hablados.

El argumento es que poder obtener y escuchar contenidos por demanda se adapta mejor a las necesidades modernas de los oyentes, que quieren contenido cuando lo deseen y sin interrupciones.

– Convergencia tecnológica: Se habla también de cómo los parlantes inteligentes o asistentes de voz (Alexa, Google Home, etc.) y los smartphones están desplazando el papel de la radio.

Estos dispositivos pueden reproducir música o noticias de manera inmediata, con comandos de voz, personalizando la experiencia sin necesidad de sintonizar una emisora.

– Preferencia de las audiencias jóvenes: Se argumenta que las audiencias más jóvenes (Generación Z y Millennials) están menos interesadas en la radio tradicional y prefieren los formatos de contenido digital, lo cual pone en riesgo la viabilidad a largo plazo del medio.

¿TIENEN RAZÓN ESTAS PREDICCIONES?

No pienso controvertir esas razones. Tienen mucho sentido. Sin embargo, lo que también es cierto es que la radio ha demostrado una notable capacidad de adaptación y transformación.

– Transformación digital: Muchas emisoras han evolucionado al ofrecer transmisión en vivo por Internet, creando aplicaciones móviles, pódcast de sus programas y manteniendo una presencia activa en redes sociales.

– Segmentación y nichos: La radio sigue siendo fuerte en muchos segmentos, como las emisoras locales, comunitarias y especializadas, así como en los segmentos adultos de la población.

Además, sigue siendo uno de los medios más confiables y accesibles en situaciones de emergencia.

– El templo sagrado de la radio: La radio sigue siendo muy popular en automóviles, un espacio en el que los servicios de streaming aún no han dominado por completo, especialmente en regiones donde el internet móvil tiene limitaciones o costos altos.

Más bien, en nuestra región, la mayor amenaza podría venir de las memorias de USB, de manera particular en los segmentos populares de la población.

– Radio en directo: Uno de los principales atractivos de la radio es su capacidad para ofrecer contenidos en directo, algo que aún la diferencia de otros formatos pregrabados como los pódcast o el mismo streaming.

Las noticias de última hora, los programas de interacción con los oyentes y la cobertura de eventos en vivo siguen siendo áreas donde la radio tiene una ventaja competitiva, al lado de las redes sociales, que se han convertido en un insumo clave para la misma radio.

PROBABILIDADES DE QUE LA RADIO MUERA

La probabilidad de que la radio «muera» completamente es baja en el corto y medio plazo. Aunque enfrenta una fuerte competencia de los medios digitales y las plataformas de streaming, sigue ocupando un nicho relevante en la vida de muchas personas.

Especialmente en regiones rurales o en países donde el acceso a Internet no es tan generalizado, la radio sigue siendo un medio muy importante.

Además, mientras la radio se adapte tecnológicamente, como lo ha venido haciendo, parece que mantendrá su relevancia. La convergencia con los medios digitales, la creación de contenido complementario (como pódcast de programas), y su capacidad para ofrecer contenidos en directo o locales, son factores que apuntan a su permanencia más que a su desaparición.

¿Y QUÉ SE PUEDE HACER PARA QUE SIGA VIVA Y FUERTE?

La radio puede afrontar los retos actuales y continuar vigente adoptando estrategias de adaptación y evolución que se alineen con las demandas cambiantes de la audiencia y los avances tecnológicos.

Algunas formas en las que la radio puede asegurar una larga vida y relevancia podrían ser estas:

  1. Transformación digital e integración con plataformas online

– Streaming y aplicaciones móviles: Las emisoras tendrían que adoptar las transmisiones no solo a través de frecuencias tradicionales, sino también mediante plataformas de streaming como sitios web, apps móviles y smart speakers (Alexa, Google Home, etc.).

Esto amplía la accesibilidad a la radio y le permite llegar a una audiencia más joven, que consume contenido digital a través de smartphones y dispositivos conectados.

– Pódcast de contenido: Muchas emisoras ya lo están haciendo, pero es esencial que continúen generando contenido que puedan convertir en pódcast.

Esto les permite extender la vida útil de sus programas y llegar a oyentes en cualquier momento. Al ser por demanda, los pódcast son ideales para complementar la programación de radio en vivo.

– Canales en plataformas de streaming y YouTube: La creación de canales en plataformas de vídeo y música (YouTube, Twitch, Spotify) para compartir segmentos populares de programas de radio o contenido exclusivo también es una manera de conectar con audiencias más amplias.

  1. Personalización y participación del oyente

– Interactividad en tiempo real: La radio tiene la capacidad de interactuar con los oyentes en tiempo real, algo que las plataformas de streaming tradicionales no pueden hacer tan fácilmente.

Ampliar esta interactividad con llamadas, mensajes en redes sociales, encuestas y votaciones en directo puede aumentar el compromiso de los oyentes.

– Segmentación de contenido por nichos: Al igual que los algoritmos de las plataformas de streaming sugieren contenido basado en las preferencias del usuario, las emisoras pueden ofrecer programación más personalizada.

Crear canales temáticos o segmentos de programas que se adapten a intereses específicos (deportes, humor, tecnología, música especializada) es clave para atraer audiencias más jóvenes y diversas.

  1. Enfoque en contenido en vivo y eventos locales

– Fortalecer el contenido en vivo: Uno de los principales activos de la radio sigue siendo la inmediatez y su capacidad de transmitir en directo.

La radio tiene que aprovechar este punto al ofrecer coberturas de eventos locales, deportivos, noticias de última hora o emergencias, algo que las plataformas por demanda no pueden replicar tan rápidamente.

– Cobertura de eventos comunitarios y noticias locales: Las emisoras locales tienen un valor único al ser una fuente de información sobre lo que sucede en la comunidad. Esto sigue siendo un gran atractivo para audiencias locales que buscan noticias, eventos y cultura cercanos a su entorno.

  1. Integración de multimedia y redes sociales

– Incorporación de vídeo: Muchas emisoras de radio han comenzado a añadir vídeo a sus programas para transmitir entrevistas, conciertos en vivo o programas especiales a través de YouTube, Instagram Live o Facebook Live.

Esto les permite mantener a la audiencia conectada visualmente, algo que ayuda a crear una experiencia más rica y multidimensional.

– Colaboración con influencers y redes sociales: Las emisoras pueden aliarse con creadores de contenido e influencers que tengan una base importante de seguidores en redes sociales para atraer a nuevas audiencias.

También deben estar presentes de manera activa en plataformas como Instagram, TikTok, Twitter y Facebook para generar discusiones, compartir momentos destacados de la programación y conectar directamente con los oyentes.

  1. Desarrollo de nuevas experiencias de audio, como la radio interactiva

– Uso de tecnología de inteligencia artificial: Las emisoras pueden integrar tecnologías como la IA para crear experiencias más personalizadas y mejorar la calidad del contenido.

Desde la creación de recomendaciones musicales con base en las preferencias del oyente hasta el uso de chatbots para interactuar con la audiencia en tiempo real, la IA puede optimizar la experiencia.

– Contenido transmedia: Crear experiencias transmedia que combinan la radio con otros medios, como eventos en vivo, concursos interactivos o realidad aumentada (AR), puede mantener a las audiencias comprometidas y ofrecer experiencias que superan el formato tradicional de audio.

  1. Ofrecer contenido exclusivo y único

– Especialización en música y cultura: A pesar de su misión es tocar los éxitos más reconocidos, la radio también puede diferenciarse de las plataformas de streaming ofreciendo contenido especializado, que destaque lo que los algoritmos no logran hacer.

En horarios y programas especializados, los locutores y DJ’s pueden profundizar en música emergente, cultura local, artistas independientes o tendencias de nicho que no siempre son accesibles en las grandes plataformas de música.

– Programación exclusiva: Programas de entrevistas con artistas, sesiones en vivo, retransmisión de conciertos y eventos culturales, así como la producción de contenido exclusivo que no está disponible en plataformas de streaming, le pueden dar a la radio una ventaja competitiva.

  1. Alianzas estratégicas y diversificación de ingresos

– Asociaciones con plataformas tecnológicas y de streaming: En lugar de competir directamente con servicios de streaming, las emisoras pueden colaborar con estas plataformas para ofrecer contenido exclusivo o programas curados.

– Diversificación de los ingresos: Además de la publicidad tradicional, la radio puede explorar nuevas fuentes de ingresos, como patrocinios de pódcast, eventos en vivo, merchandising o suscripciones premium para contenido sin anuncios o experiencias exclusivas.

  1. Optimización de la experiencia en el automóvil

– Integración con sistemas de entretenimiento en automóviles: Aunque las memorias de USB y las plataformas de streaming han comenzado a entrar en los coches, la radio sigue siendo el medio dominante.

Las emisoras deben seguir mejorando su integración con los sistemas de entretenimiento de los carros modernos, asegurándose de que los conductores tengan fácil acceso a sus emisoras, servicios de noticias en vivo y programas especializados mientras conducen.

  1. Adaptación a nuevas audiencias

– Atraer a generaciones jóvenes: La radio necesita generar contenido que sea relevante para las generaciones más jóvenes, como los millennials y la generación Z, enfocándose en temas que les interesen, como música emergente, tecnología, cultura pop, derechos sociales, medio ambiente y otros.

Incluir segmentos de podcasting, concursos, eventos virtuales y juegos interactivos puede atraer a estas audiencias.

– Educación sobre el valor de la radio: Puede ser necesario educar a las nuevas generaciones sobre las ventajas de la radio como medio informativo y de entretenimiento.

En tiempos de crisis o emergencias, la radio sigue siendo una fuente confiable de información, lo cual es algo que debería comunicarse más activamente a las audiencias más jóvenes.

  1. Creer y vender la vigencia e importancia de la radio

– Datos y estadísticas sólidas: Presentar informes y estudios que respalden la vigencia de la radio y su alcance, mostrando cómo sigue siendo un medio poderoso en la mezcla de medios.

– Historias de éxito: Compartir casos de campañas publicitarias exitosas que se han llevado a cabo en radio, resaltando su impacto y resultados positivos.

– Integración multiplataforma: Enfatizar cómo la radio puede complementar el marketing digital, potenciando las campañas al combinar medios.

– Innovación en contenido: Destacar la adaptabilidad de la radio, desde la transmisión de programas interactivos y podcasts hasta el uso de redes sociales y plataformas digitales para extender la experiencia auditiva.

CONCLUSIÓN

Nadie garantiza que la radio pueda seguir viva por los siglos de los siglos, pero lo que sí es cierto es que ha sabido adaptarse a las circunstancias de una manera más exitosa que, por ejemplo, las revistas, los periódicos y los medios impresos, en general

Para continuar siendo vigente, masiva y relevante, la radio debe continuar evolucionando, integrando tecnología, ofreciendo contenido personalizado y manteniendo su relevancia local y en directo.

Lejos de desaparecer, tiene una oportunidad única de adaptarse y seguir siendo una parte fundamental del ecosistema mediático, siempre que adopte una mentalidad innovadora, combinando lo mejor de la tradición con las nuevas tendencias tecnológicas y de consumo.

Las teorías actuales sobre su posible desaparición subestiman su habilidad para evolucionar junto a las tecnologías emergentes.

Por eso mi conclusión es que la radio, tal como la conocemos, probablemente cambiará, pero no desaparecerá por completo en el corto plazo.

¿Y usted que piensa?

ACERCA DEL AUTOR
Tito López hace radio desde 1975 y ha creado formatos radiofónicos exitosos en Colombia, Portugal, Chile, Panamá y Costa Rica.
Es coach de talentos, intérprete de investigaciones de audiencia, productor, blogger, libretista y conductor de programas de radio.
Lo puede seguir en Facebook como Oscar.Tito.Lopez y en Twitter como oscartitolopez
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1 comentarios

  1. Por lo que respecta a Colombia, es necesario que nuestros legisladores —lastima que estén tan ocupados en cosas como legislar sobre la letra de las canciones ó declarar el arroz con huevo patrimonio nacional— se ocupen de proteger la radio de AM para que en caso de emergencias, cuando los otros medios fallen, los damnificados puedan informarse por dicho medio. Ninguno de los otros medios de comunicación funcionaría en caso de una emergencia, apagón informático ó cosa similar.
    Por otra parte y en el extremo opuesto, ¿por qué en Finlandia toda la radio es DAB y en Colombia a nadie le ha interesado desarrollar ese tipo de radio? Obvio, esto lo anoto sin abandonar lo arriba escrito.
    Gran parte de la culpa de que la radio en Colombia muera la tienen algunos propios radiodifusores que se cansaron de hacer radio y dedicarse a ganar plata. Me explico. Lamento tener que mencionarlos como ejemplo porque algunos son amigos del autor de esta columna, pero propietarios como los de Veracruz o 88.9 sucumbieron a arrendar las frecuencias a grandes grupos económicos, recibir un arriendo y dejar que esas cadenas hicieran lo que se les diera la gana con las frecuencias. Esos son solamente dos ejemplos, pero como esos hay varios. En ese mismo rubro están aquellos a quienes se les adjudicó, en tiempos de Ernesto Samper, frecuencias de radio, pero nunca hicieron radio, no generaron un solo empleo, jamás instalaron una antena, no montaron un estudio, apenas recibieron la licencia se la alquilaron a esos grupos económicos. En este último caso hablo de personas como Juan Gossain y Yamid Amat, cada uno recibiendo arriendos desde los años 90 por las frecuencias que les adjudicaron e inmediatamente arrendaron a RCN y Caracol.
    Obviamente el péndulo no se iba a quedar así, y ahora esos grandes pulpos de a poco han venido «devolviendo» (así dicen) frecuencias al Estado. De estas frecuencias radiales hay varias que el Estado simplemente recibe y no hace nada con ellas porque a nadie le interesa explotarlas. Todas esas frecuencias de las cuales cada uno se apoderó a finales del siglo pasado y comienzos del XXI con el afán de que su competencia directa no lo hiciera, ahora son un encarte, son tantas que no saben qué hacer con ellas, algunas están allí transmitiendo relleno, otras simplemente hacen simulcast de transmisiones de sus cadenas básicas, sin ser autosostenibles, esperando a que algún día les llegue también el turno de ser «devueltas» al Estado.
    Sí, coincido en que la radio muerta no está, pero en Colombia hacen grandes esfuerzos para matarla.

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