Luego de haber pasado por varias emisoras independientes, muy exitosas, el 1º de agosto de 1989 hice mi incursión en “las grandes ligas” de la radio: llegué a Caracol, la cadena más importante de Colombia.
Mi tarea: dirigir Radioactiva en Bogotá, una emisora de formato Top 40 que tenía el enorme reto de competir contra 88.9 Súper Estéreo, líder indiscutible en ese momento y que fue, paradójicamente, la emisora que dejé para llegar a Caracol.
Claro, también tenía el reto de comenzar a construir un sistema radiofónico que llegó a tener 16 estaciones en todo el país, pero esa es otra historia.
El caso es que, cuando llegué, encontré una serie de programas que se venían realizando desde que Armando Plata Camacho lanzó el formato, 3 meses atrás.
Estaba el Dr. Rock con un programa de ese género. Fernando Martelo, que tenía un programa de música de la Nueva Era. Había dos conteos de éxitos: el ‘American Top 40’ de Casey Kasem y el ‘Top 40 Radioactiva’ de Hernán Orjuela. De hecho, había otro Top 40 solo de éxitos en español.
Pero el más exitoso de todos, probablemente, era “A que no me duermo”, conducido por Deysa Rayo, en un horario realmente difícil: de 10 de la noche a 6 de la mañana del día siguiente.
Mientras los demás disc-jockeys y talentos de la emisora gozábamos de la atención del público y de los medios, en una época en la que la radio juvenil pasaba por su mejor momento, Deysa y su compañero Enrique Souza estaban relegados a un horario difícil, alejados de la fama.
Sin embargo, gracias a su talento fueron convirtiendo ese horario en algo muy importante para la emisora. Aunque las emisoras habladas tradicionales también tenían programas para los trasnochadores, ninguno se parecía al de Deysa y Enrique.
Claro, a diferencia de aquellos espacios, “A que no me duermo” estaba enfocado a un público diferente. Ya no les hablaba simplemente a los solitarios, los taxistas, los ladrones y los insomnes, sino que su público también incluía a público más joven, generalmente universitario.
Allí estaban los estudiantes de Arquitectura, que construían sus maquetas, los de Odontología, que hacían los encerados, los de Derecho, que estudiaban la nueva Constitución, y los demás que probablemente estaban preparando sus exámenes parciales o finales,
Pero, además de los temas que trataba Deysa al aire, hubo algo que comenzó a marcar la gran diferencia frente a esos programas particulares: la participación de los oyentes.
Al principio, esos estudiantes encontraron la posibilidad de saludar a través de la radio a sus otros compañeros y a todos aquellos que tenían que trabajar en esas largas madrugadas. Seguramente hasta salieron romances de allí, en medio de los mensajes.
Pero, poco a poco, y gracias a la conversación de los oyentes, fue surgiendo la posibilidad de hablar de diferentes temas. Al fin y al cabo, la gente es más abierta a discutir y opinar sobre todo tipo de tópicos, y los micrófonos se abrieron para darles esa opción.
A partir de allí, esta especie de ‘talk show’, acompañado de música, fue tomando forma y comenzó a transmitirse a otras emisoras de la cadena vía satélite, y su éxito fue tan claro que otras emisoras comenzaron a realizar programas similares.
Los temas de hoy
Claro: este no fue el invento de los ‘talk shows’. Estos existen prácticamente desde los inicios de la radio. La diferencia está en que, de manera general, solo se hacían para el público adulto.
Hoy en día, este tipo de programas es común en todo tipo de emisoras, se hacen en diferentes horarios y los temas son más variados e incluso polémicos que los que se entregaban en esa época, cuando el lenguaje era más cuidado y respetuoso.
Y los temas ya no se discuten solo por teléfono, sino que las plataformas de chat y las redes sociales se han convertido en herramientas obligadas para la participación del público.
Ahora, hay temas que hace que mucha gente participe, pero hay otros que no son tan interesantes, de ahí la necesidad de estar muy atentos a todo lo que sucede en nuestras vidas, en las cosas que nos pasan, que nos hacen reír, que nos molestan o que, simplemente, nos entretienen.
Pensando en todas aquellas personas que hacen programas con participación de los oyentes, incluso en aquellos que hace pódcasts, he querido compartir una batería de temas de conversación que podrían motivar la participación de la audiencia.
Guarde este artículo. Cópielo. Téngalo a mano para cuando necesite inspiración. Aquí están los temas:
- Las anécdotas más graciosas de vacaciones en familia.
- Momentos embarazosos en citas o reuniones sociales.
- Las mejores y peores experiencias en restaurantes y pedidos a domicilio.
- Consejos para sobrevivir a la mudanza y anécdotas de traslados.
- Locuras y travesuras de la infancia que recordamos con cariño.
- Historias curiosas de encuentros con famosos o personajes célebres.
- Rituales y supersticiones divertidas que seguimos en nuestra vida diaria.
- Anécdotas de mascotas y sus travesuras en casa.
- Cosas que nunca faltan en nuestro bolso o mochila.
- Momentos más embarazosos en el transporte público.
- Experiencias graciosas en clases o en el trabajo.
- Consejos divertidos para superar el estrés y la ansiedad.
- Bromas y trucos que nos han hecho nuestras amistades.
- Dificultades para seguir recetas de cocina y resultados inesperados.
- Las situaciones más cómicas en las que hemos perdido objetos personales.
- Descubrimientos divertidos de cosas que creíamos perdidas.
- Errores al enviar mensajes de texto o en las redes sociales.
- Momentos incómodos en el gimnasio o en actividades deportivas.
- Historias de cómo hemos resuelto problemas domésticos de manera creativa.
- Anécdotas de situaciones ridículas causadas por el autocorrector del teléfono.
- Los momentos más divertidos con amigos en fiestas y reuniones.
- Experiencias graciosas con aplicaciones móviles y juegos.
- Dificultades al armar muebles y objetos de bricolaje.
- Las confusiones más cómicas con nombres y apellidos.
- Momentos vergonzosos en los que hemos olvidado el nombre de alguien.
- Anécdotas de viajes con alojamientos inusuales o extravagantes.
- Descubrimientos sorprendentes al hacer limpieza en casa.
- Las situaciones más cómicas en las que hemos quedado atrapados en el tráfico.
- Anécdotas de intentos fallidos de aprender nuevos idiomas.
- Momentos graciosos en los que hemos perdido la paciencia con la tecnología.
- Los disfraces más originales que hemos usado en fiestas o Halloween.
- Experiencias curiosas en citas a ciegas o aplicaciones de citas.
- Las confusiones más divertidas al seguir indicaciones de navegación GPS.
- Anécdotas de escapadas de fin de semana y vacaciones improvisadas.
- Momentos cómicos de enfrentarnos a insectos o bichos no deseados.
- Descubrimientos divertidos en tiendas o mercados de pulgas.
- Las situaciones más graciosas al intentar tomarnos selfies.
- Anécdotas de momentos en los que hemos sido testigos de situaciones insólitas.
- Los peores y más graciosos auto regalos que nos hemos hecho.
- Experiencias con disfraces que no resultaron como esperábamos.
- Las situaciones más embarazosas en el transporte compartido o carpooling.
- Anécdotas de comidas picantes o platos exóticos que hemos probado.
- Descubrimientos curiosos en tiendas de segunda mano o mercadillos.
- Los momentos más graciosos en los que hemos tropezado o caído en público.
- Experiencias divertidas con juguetes o juegos de la infancia.
- Anécdotas de cómo hemos sobrevivido a situaciones de mal tiempo.
- Las confusiones más cómicas al intentar aprender nuevas habilidades.
- Momentos inusuales en los que hemos encontrado objetos valiosos en la calle.
- Descubrimientos sorprendentes al hacer limpieza digital en nuestro dispositivo.
- Las situaciones más graciosas al tratar de imitar recetas de programas de cocina.
- Los peores trabajos de todos los tiempos.
- Las cosas más extrañas que han encontrado en sus carteras.
- Las cosas más locas que han hecho para ahorrar dinero.
- Las citas más embarazosas que han tenido.
- Las cosas más extrañas que han escuchado a sus vecinos hacer.
- Los peores regalos de navidad que han recibido.
- Las cosas más extrañas que han visto en un viaje de carretera.
- Los momentos más humillantes que han tenido en público.
- Las cosas más locas que han hecho mientras estaban borrachos.
- Los sueños más extraños que han tenido.
Hablemos de cosas extrañas:
- Las cosas más extrañas que han encontrado en la playa.
- Las cosas más extrañas que han encontrado en el bosque.
- Las cosas más extrañas que han encontrado en el sótano.
- Las cosas más extrañas que han encontrado en el ático.
- Las cosas más extrañas que han encontrado en el refrigerador.
- Las cosas más extrañas que han encontrado en la basura.
- Las cosas más extrañas que han encontrado en la cama.
- Las cosas más extrañas que han encontrado en el baño.
- Las cosas más extrañas que han encontrado en el coche.
- Las cosas más extrañas que han encontrado en el trabajo.
- Las cosas más extrañas que han encontrado en la escuela.
- Las cosas más extrañas que han encontrado en el hospital.
- Las cosas más extrañas que han encontrado en la cárcel.
- Las cosas más extrañas que han encontrado en el cementerio.
- Las cosas más extrañas que han encontrado en el museo.
- Las cosas más extrañas que han encontrado en el zoológico.
- Las cosas más extrañas que han encontrado en el parque.
- Las cosas más extrañas que han encontrado en el mar.
- Las cosas más extrañas que han encontrado en la montaña.
- Las cosas más extrañas que han encontrado en el desierto.
- Las cosas más extrañas que han encontrado en la selva.
Conclusión
La diferencia principal entre una plataforma de música como Spotify o YouTube y una emisora musical de radio está en la conversación y en la participación de los oyentes.
Comparta estos temas con el público. Genere conversaciones entretenidas.
Y si quiere más ideas de temas de conversación, lo invito a leer este artículo de mi autoría. Solo hay que dar clic en el enlace: “5 temas de conversación en radio”.