Cómo nació la radio por internet

Un rápido repaso por la evolución del audio, desde las primeras emisoras en línea hasta las plataformas de streaming de audio de la actualidad.

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El 15 de febrero de 1996 tuve la fortuna de crear un hito en la radio musical colombiana. Ese día lanzamos la página web de Radioactiva, una cadena de emisoras en Colombia, propiedad de Caracol Radio.

Desde allí, el mundo de las comunicaciones cambió para mí, tal como lo narro en mi artículo de radioNOTAS, “Mi primera experiencia con internet”.

En medio del furor y el descubrimiento de este nuevo mundo, junto con Gustavo Rueda de LatinoNet comenzamos a buscar nuevas opciones de comunicación y entretenimiento para la página y encontramos lo que soñamos desde el inicio: la posibilidad de retransmitir la emisora a través de la página.

Eso sucedió en abril de 1996, cuando solicitamos la demostración de la plataforma RealAudio para hacer el streaming en vivo de nuestra señal.

Lo cierto es que internet era prácticamente desconocido para el público colombiano en general. Las conexiones se hacían a través del teléfono usando un ancho de banda de 14.4 kilobytes por segundo, lo que hacía difícil lograr una transmisión fluida y con buen sonido.

Además, la plataforma de demostración solo permitía tener 5 usuarios simultáneos conectados al mismo tiempo.

Pero si bien esta era una gran novedad para la radio en Colombia -y en Latinoamérica en general- lo cierto es que la primera emisora en transmitir por internet ya lo había hecho 3 años atrás, en los Estados Unidos.

La primera emisora online del mundo

Según el Libro Guinness de los récords mundiales, la primera emisora de tiempo completo por internet fue Radio HK, que comenzó a transmitir música de grupos independientes en febrero de 1995.

La emisora, creada por Norman Hajjar en Marina del Rey, California, usaba un reflector de conferencias conectado a un reproductor de discos compactos. Allí dejaba un CD completo que se repetía constantemente a lo largo del día.

Sin embargo, la historia realmente se remonta a un par de años atrás. Realmente, la primera estación de radio por internet fue diseñada por Carl Malamud en 1993. Como testimonio de la evolución del mundo digital, la estación fue diseñada para aprovechar la creciente tendencia hacia la tecnología en línea.

La emisora de Malmud se llamó «internet Talk Radio». En lugar de hacer una emisora Top 40 con los 40 éxitos del momento, el canal presentaba entrevistas con figuras públicas en industrias como la tecnología y la ciencia.

Inspirándose en Malamud, otras emisoras comenzaron a experimentar con el potencial de la transmisión de radio por internet.

En 1993, “Severe Tire Damage” transmitió el primer concierto por internet.

Pero 1994 parece ser el año en el que la radio por internet realmente ‘explotó’. Ese año, un concierto de los Rolling Stones se convirtió en el primer gran evento musical disponible en línea. Mick Jagger abrió ese concierto dando una “bienvenida especial” a todos los que lo sintonizaron a través de la web.

También en 1994, una emisora de Carolina del Norte en Estados Unidos llamada WXYC se convirtió en la primera estación de música tradicional en comenzar a transmitir por internet. Esta empresa usó una emisora de FM conectada a un sistema digital para comenzar a probar transmisiones y opciones de ancho de banda.

Además, en 1994, WREK de Atlanta también comenzó a transmitir utilizando una solución de software personalizada.

Y llegan las grandes empresas tecnológicas

Eventualmente, las principales empresas de tecnología comenzaron a hacer su parte en la historia de la radio por internet. Microsoft y Nullsoft lanzaron aplicaciones gratuitas que permitirían a los usuarios escuchar contenido de internet en sus computadoras.

A medida que estos reproductores estuvieron disponibles, creció el número de oyentes potenciales. Eso significó que muchas nuevas estaciones de radio por internet comenzaron a aparecer en el mercado.

Durante 1995, un hombre llamado Scott Bourne fundó el sitio NetRadio.com, que se convirtió en la primera cadena de radio que transmitía solo por internet. También fue la primera red en obtener la licencia del grupo ASCAP como un servicio oficial de transmisión en línea.

Por este logro, a Bourne se le considera un pionero en la industria de la radio.

El crecimiento de las estaciones de radio por internet

A lo largo de la historia de la radio en línea, la evolución ocurrió rápidamente. Para 1996, Virgin Radio en Londres se había convertido en la primera estación en Europa en comenzar a transmitir su señal FM en vivo por internet las 24 horas todos los días.

A fines de la década de 1990, el potencial de la radio por internet ya había atraído una cantidad considerable de atención por parte de posibles inversores y equipos de marketing. Las empresas estaban ansiosas por ver cómo podían expandir su alcance involucrándose en la transmisión por internet, tal como habían invertido antes en canales de FM/AM.

En 1998, la empresa Broadcast.com hizo una IPO con la que le abría las puertas a la gente del común para comprar acciones. Esa Oferta Pública Inicial (IPO, por sus siglas en inglés) estableció un récord por el mayor aumento de precio de acciones en los Estados Unidos.

Inicialmente, el precio de oferta de Broadcast.com comenzaba en 18 dólares por acción y saltó a 68 dólares el primer día de negociación. Lo que más llamó la atención de esta exitosa salida al mercado de acciones fue el hecho de que Broadcasting.com estaba perdiendo mucho dinero por esos días.

Y fue tal su éxito que en 1999, tan solo un año después, Yahoo! compró la marca por 5.700 millones de dólares.

A medida que la tecnología siguió evolucionando, creció el potencial de la radio online. La transmisión de audio a través del protocolo HTTP hizo que el streaming de radio por internet fuera una posibilidad para varias cadenas.

Además, en el año 2000, las empresas comenzaron a buscar formas de hacer más económico el uso de su ancho de banda. El resultado fue una radio más eficiente y eficaz.

El surgimiento de nuevos formatos de archivos de audio también significó que las empresas pudieran comenzar a experimentar con la compresión de sus archivos de sonido y brindar calidad sin la necesidad de usar demasiados datos.

Esto significó que también se volvió más fácil para las personas que escuchaban la radio por internet acceder a las transmisiones que en sus teléfonos inteligentes y tabletas. Se hizo más fácil implementar la radio en varias partes de su vida diaria, al igual que la estación de radio tradicional.

Los archivos de audio

Los archivos de audio no eran una gran prioridad cuando se creó internet. Sin embargo, la aparición del protocolo de transferencia de archivos digitales FTP hizo posible descargar y compartir archivos. La transmisión de esos archivos era difícil al principio, especialmente dadas las limitaciones de ancho de banda y la latencia. Uno tardaba hasta horas para descargar un simple archivo.

Aun así, hubo algunos intentos de transmitir archivos de audio en internet. Un experimento de Xerox en 1994 condujo a la transmisión en vivo del concierto de los Rolling Stones que mencioné arriba, aunque su calidad fue muy pobre y se cree que fue vista por menos de 200 personas.

Pero el aumento de popularidad de internet coincidió con el lanzamiento de la aplicación RealAudio en 1995. RealAudio utilizaba una compresión que hacía posible escuchar una pista de audio mientras se iba descargando. Eso es lo que hoy en día llamamos ‘streaming’.

Pero en ese momento no era posible escuchar el audio directamente desde la web. Para ello era necesario descargar una copia del RealPlayer a su máquina. Uno tenía que buscar el enlace del audio y pegarlo al player del RealAudio para poderlo escuchar.

Y aquí es donde llega el señor Scott Bourne que había mencionado atrás. Bourne lanzó NetRadio.com poco después del lanzamiento de RealAudio en 1995. Fue la primera verdadera radio por internet respaldada por la simplicidad de la web.

En su apogeo, el sitio contaba con decenas de miles de visitantes al día. Presentaba información de conciertos y perfiles de bandas junto con transmisiones descargables de RealAudio.

Pero hubo problemas. Para usar el RealPlayer todavía era necesario pasar por un proceso de instalación engorroso y, lo que es peor, internet aún no había alcanzado una masa crítica de usuarios. Pero, además, la calidad del sonido era de muy baja fidelidad.

Las pistas se transmitían a través de micrófonos que se pegaban al parlante de radios tradicionales y se digitalizaban en tiempo real. En pocas palabras, Bourne se adelantó a su tiempo. Al final, vendió su empresa y, a inicios de la década de 2000, se desvaneció.

Después de NetRadio, apareció un señor llamado Mark Cuban, un empresario estadounidense, inversor, y dueño de los Mavericks de Dallas de la NBA.​ Es conocido por ser un inversor en la serie “Shark Tank”.

Cuban conoció a Chris Jaeb en 1994 a través de su amigo en común Todd Wagner. Jaeb había fundado una empresa años atrás que transmitía los partidos de los equipos visitantes para los fanáticos que llegaban desde esas ciudades. Para ello les proporcionaba unos audífonos especiales.

Cuban se interesó por dos razones. Primero, Jaeb estaba usando internet para transmitir dichos partidos. Esa tecnología, de por sí, era valiosa.

Pero lo más importante es que este fue su acceso a las licencias de sindicación de contenidos. Durante años, Jaeb llamaba a emisoras que hacían transmisiones de deportes universitarios y profesionales y les vendía los derechos de transmisión. Eso era una mina de oro.

Cuban no era ingeniero, pero entendía bastante bien cómo funcionaba el negocio. Suficiente, por ejemplo, para saber que podría comprar una oficina en la parte correcta de la ciudad, colocar antenas parabólicas en el techo y obtener la señal de cientos de estaciones de AM.

Y también suficiente para saber que, si pudiera digitalizar esas estaciones, todo lo que necesitaría serían los derechos de transmisión, y él era el dueño de esos derechos.

Y eso fue lo que hizo: compró la oficina e instaló las antenas parabólicas. Formó su propia empresa, apoyó a Jaeb y a Wagner como cofundadores y le dio a Jaeb una participación del diez por ciento. Ese es el origen de Audionet, una emisora online dedicada al deporte.

Estos eran los días de las puntocom y, lamentablemente, los contratos agresivos y leoninos eran comunes. Audionet tenía la historia correcta, los fundadores correctos y el potencial de mercado correcto. Querían ser los reyes de la radio en línea.

En unos pocos meses, Audionet pasó de tener una sola señal a una colección masiva de emisoras de deportes universitarios y profesionales. Unos años más tarde, estarían transmitiendo eventos políticos, conciertos y contenido original.

Después del cambio de marca

Para asegurar su crecimiento, Audionet cambió su nombre por Broadcast.com, demostrando que no solo iban detrás de la radio online sino de todo lo que fueran transmisiones, ya sean de audio o video. Además, salieron a bolsa para capitalizarse.

Fue una de las ofertas públicas iniciales más grandes de la burbuja de las puntocom, y Wagner y Cuban terminaron siendo millonarios de la noche a la mañana.

Menos de un año después, Yahoo también salió a bolsa y compró acciones de la empresa por 5.700 millones de dólares, pero el entusiasmo se desvaneció y el final quedó claro que iban a llegar otros jugadores.

Broadcast.com había sido demasiado ambiciosa con sus proyecciones a largo plazo, basada en esos momentos de popularidad a corto plazo. Pocos años después, Yahoo cambió la marca del producto y luego lo descontinuó.

Para entonces, Cuban y Wagner liquidaron sus bienes, salieron de la empresa y siguieron adelante con otros proyectos. Después de eso, la burbuja de las puntocom estalló y las cosas se calmaron por un tiempo.

Llega Pandora

Después del estallido de la burbuja de las puntocom surgieron nuevas propuestas, más aterrizadas. Primero fue Last.fm, que permitía a los usuarios calificar las canciones con ‘dedito arriba’ o ‘dedito abajo’. De esta forma se iba creando una playlist que, supuestamente, representaría el gusto del oyente.

El principal problema de Last FM era que los derechos por la música eran muy costosos, así que se dedicaron a incluir canciones de artistas independientes, dejando de lado los grandes éxitos de las superestrellas.

El tema de los derechos es muy complicado. Muchos creen que la música es gratis y que cualquiera podría crear una plataforma con millones de canciones y cobrar por el uso.

Sin embargo, la cosa es muy diferente. Esas plataformas tienen que pedir permiso y obtener los derechos de las canciones que ofrecen al público, y esos derechos son supremamente costosos. Además, hay varias formas de pagar por esos derechos.

Por ejemplo, si se transmite música de forma aleatoria se pagan derechos mucho menos costosos que si se da la oportunidad de crear una playlist escogida por el usuario.

Y llegó Pandora. Su fundador, Tim Westgreen, basó su plataforma en lo que llamó el ‘genoma musical’. Creó una serie de características para calificar la música como tono, orquestación, ritmo y más, creando conexiones algorítmicas.

En Pandora no se podían escoger las canciones que el usuario quería escuchar, porque los derechos serían demasiado costosos. Más bien, Pandora ofrecía la posibilidad de escoger una sola canción y, a partir de ella, la plataforma le iba sugiriendo otras que tuvieran las características mencionadas, de forma que hubiera un sonido consistente.

De esta manera, era posible que salieran muchas canciones desconocidas para el usuario, pero este podía marcar si le gustaban o no. Si eran de su agrado, le mostraría canciones con un sonido similar. Si no le gustaban, nunca volvería a mostrarle canciones de ese estilo.

Es decir, el algoritmo iba ‘aprendiendo’ del gusto del usuario y le presentaba canciones que sonaban acordes con su gusto personal, incluso aunque le fueran desconocidas.

Aunque tardó años en despegar y fue rechazado por decenas de inversores, finalmente logró salir adelante gracias a una nueva generación de amantes de la música. Se convirtió en un novedoso concepto de radio, que utilizaba las ventajas de internet para brindar una experiencia musical personal, íntima y en evolución.

En 2013, Pandora contaba ya con 200 millones de usuarios.

Pero esa plataforma seguía contando con un gran problema: los usuarios no podían escoger sus canciones favoritas, sino que se tenían que contentar con lo que el algoritmo aprendiera de sus gustos y le fuera proponiendo cada vez que quería escuchar música.

Deezer, Spotify y otras plataformas

En 2006, Daniel Marhely desarrolló una plataforma llamada Blogmusik, en París. Su idea era permitir que la gente pudiera escoger sus propias canciones y crear sus playlists de manera ilimitada para escuchar a través de la tecnología del streaming, que es lo que Pandora no permitía.

Además, Pandora estaba limitada a los Estados Unidos por derechos de autor.

Originalmente, Blogmusik fue acusado de infracción de derechos de autor por la agencia francesa SACEM y cerrado en abril de 2007. En agosto de ese mismo año, Blogmusik cambió su nombre por Deezer y se hizo un relanzamiento, después de haber llegado a un acuerdo con SACEM.

En el momento de su lanzamiento en 2007, Deezer aún no había negociado acuerdos con las principales discográficas y, por lo tanto, su catálogo de canciones era muy limitado.

Se necesitaron más de dos años para que se firmaran los acuerdos con los cuatro sellos discográficos más grandes, así como con varios más pequeños, pero en 2011 ya tenía derechos sobre unos ocho millones de canciones.

Durante su primer mes de operaciones, el sitio web de Deezer tuvo alrededor de 773.000 visitantes. Para mayo de 2008, 2.75 millones de personas usaban el servicio cada mes y en diciembre de 2009 ya tenían siete millones de usuarios

A pesar del alto tráfico, Deezer tuvo problemas financieros casi de inmediato. Durante la primera mitad de 2008, la empresa obtuvo ingresos de solo 875.000 euros, que no fueron suficientes para pagar los derechos de licencia, pero en octubre de 2008, Deezer obtuvo una financiación de 8,4 millones de dólares.

Deezer creó varios modelos de suscripción que le permitieron salir adelante. Uno de ellos era gratuito, pero con comerciales. Los otros serían de pago sin comerciales y con diferentes calidades de sonido.

Pero, también en 2006, apareció Spotify. Aunque arrancaron tímidamente en su país natal, Suecia, lo cierto es que ya tenían claro que deberían hacer una gran inversión para poder costear los derechos y licencias de las canciones.

Poco a poco fueron creciendo en Europa hasta llegar al Reino Unido, en febrero de 2010. ¿Su estrategia? Permitir el acceso gratuito durante 6 meses, con lo que ganaron cientos de miles de usuarios.

Pero su gran salto se dio al llegar a los Estados Unidos, en julio de 2011. Allí ofreció una suscripción gratuita de prueba por 6 meses, pero incluía comerciales entre las canciones. La gran ventaja, a diferencia de Pandora, es que el usuario podía escoger las canciones que deseaba escuchar.

Al terminar ese periodo de prueba, los usuarios quedaban limitados a escuchar hasta 10 horas de música gratis al mes, y solo podían repetir una misma canción hasta 5 veces. Sí, es que los derechos de licencia también son más costosos si se permite que el usuario repita la misma canción varias veces.

El servicio se convirtió en una verdadera novedad en todo el mundo y comenzó a crecer su número de usuarios de manera exponencial. Para el segundo trimestre de este año, Spotify reportó un total de 433 millones de usuarios en todo el mundo, 188 millones de los cuales pagan por el servicio.

Ante el éxito abrumador de Spotify, plataformas como Apple y YouTube comenzaron a ofrecer servicios similares, llegando a una cantidad de empresas que también lo hacen, diferenciándose por el precio, el número de canciones disponibles o la calidad de audio que entregan.

Conclusión

La radio por internet les abrió las puertas a muchas personas que querían crear sus propias estaciones y no habían podido hacerlo por los elevados costos y las trabas legales existentes, sujetas a licitaciones y permisos para su montaje.

Sin embargo, al haber una explosión de emisoras por internet, la gran mayoría de ellas mal producidas y programadas y sin contenidos en vivo atractivos, estas estaciones no han logrado las audiencias esperadas por sus creadores y se pierden en el océano inmenso de la red.

Sin embargo, aunque estas emisoras solo por internet no han funcionado, hoy se hace imperativo que las emisoras tradicionales, tanto en AM como en FM, retransmitan su señal por la red, logrando así un mayor alcance, incluso global.

Pero lo curioso del caso es que lo que se vio en un principio como un gran aliado de la radio terminó convirtiéndose en su principal enemigo, ante la evolución hacia las plataformas de streaming que permiten a los usuarios escoger sus canciones preferidas cuando lo deseen.

Además, se abrieron las puertas a posibilidades como los pódcasts, que ofrecen un espacio para programas hablados de diferentes contenidos especializados y enfocados a nichos más pequeños, robándole de esta forma audiencia a la radio tradicional.

Todos estos avances no deben ser mirados con temor. Por el contrario, hay que entender que la radio no se debe quedar con su manera tradicional de transmitir, sino que, más bien, debe aprovechar todas las opciones existentes para cautivar más y más público.

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2 COMENTARIOS

  1. Bien detallado, me gusto leerlo, redactado con estilo, bien informado, mis saludos desde donde tambien hacemos historia con «Radio La Mejor», la creamos en 1999, en Chile, 100 por ciento en linea, con las cualidades tecnicas de aquel tiempo, eso si, con muchas ganas y cuidabamos nuestros 10 primeros oyentes en sintonia, el tiempo recorre los años y seguimos y un DETALLE… «Sin embargo, aunque estas emisoras solo por internet no han funcionado» ESA FRASE para nosotros NO es TAN CIERTA.. GRACIAS me gusto comentar y saludos..

    • Mil gracias por tus comentarios, Julio César, y felicitaciones por estar casi 25 años en línea con una estación online.

      Es un caso especial en medio de tantos fracasos. Parece ser una de las excepciones a la regla.

      Cuando menciono que ‘las emisoras solo por internet no han funcionado’, claramente me refiero a la mayoría. Habrá algunas que lo logren, pero son muy escasos los ejemplos.

      ¡Saludes!

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