En el mundo de la radio, escuchar no es lo mismo que sintonizar. Las métricas pueden indicar cuántas personas pasan por una frecuencia, pero eso no siempre significa que estén realmente conectadas con el contenido. El reto actual de AM/FM no es solo atraer o retener oyentes, sino lograr que la audiencia participe activamente y se identifique con la programación.
Hoy, la competencia no está únicamente entre estaciones, sino contra plataformas digitales, redes sociales y servicios de streaming. Un usuario puede saltar de una app de música a un video en cuestión de segundos, lo que obliga a la radio a ofrecer experiencias más personalizadas y relevantes.
La clave está en generar conexión emocional. Una canción puede gustar, pero una historia detrás de ella, una anécdota del locutor o un momento interactivo con el público puede marcar la diferencia. El oyente debe sentir que forma parte de algo, no solo ser un receptor pasivo.
Además, la radio debe aprovechar la inmediatez y cercanía que la distingue. Informar sobre lo que está pasando ahora mismo en la comunidad, ofrecer entrevistas en vivo, concursos o transmisiones desde eventos locales, son estrategias que crean valor único y difícil de replicar en otros medios.
En resumen, sintonizar es solo el primer paso; escuchar de verdad implica atención, interés y compromiso. Para que AM/FM siga vigente, debe transformarse en un espacio que la audiencia elija no solo por costumbre, sino porque no quiere perderse lo que allí sucede.
¿Está la radio preparada para dejar de contar oyentes y empezar a ganar escuchas reales?
Esta nota fue realizada por Alpha González, Lic. en Periodismo por la EPCS, con experiencia en la cobertura de la industria de la radio y los medios de comunicación.
