Ser una personalidad de radio hoy implica mucho más que hablar frente al micrófono. Estas voces, que conectan emocionalmente con la audiencia, son también creadores de contenido para redes sociales, videos, podcasts y otras estaciones. La carga es enorme, especialmente cuando la industria continúa reduciendo personal y multiplicando responsabilidades.
Mientras las grandes figuras del Morning Drive cuentan con equipos completos, muchos otros locutores trabajan sin el mismo respaldo. Sin embargo, su labor es igual de importante: ellos son la voz de la emisora en las tardes, las noches y los fines de semana, construyendo lealtad con su comunidad.
La industria insiste en vender lo “en vivo y local”, pero ¿cómo se sostiene esa promesa si no se apoya al talento que la hace posible? En televisión, figuras como Letterman o Colbert siempre tuvieron un equipo creativo detrás. ¿Por qué no pensar en un modelo similar para la radio?
Una sala de guionistas corporativa podría alimentar a estaciones de distintos formatos con contenido original y emocionalmente potente, pensado para ser memorable y conectar con cada público. No se trata de reemplazar la voz del locutor, sino de enriquecerla.
Quizás suena idealista, pero no imposible. Si la personalidad es clave para diferenciar una emisora, ¿no debería también ser una prioridad en la inversión?
Entonces, la pregunta es simple: ¿Cuándo empezaremos a cuidar y nutrir verdaderamente al talento que mantiene viva la radio todos los días?
Esta nota fue realizada con base en un artículo publicado por Radio Ink.