
El pasado 15 de abril lancé una pregunta en mi cuenta de Facebook: ¿qué temas les gustaría leer en mis artículos de radioNOTAS? La respuesta fue enriquecedora: unas 50 personas compartieron ideas.
Una de ellas vino de Philip Salazar, quien propuso un tema que ha sido parte esencial de la radio musical: los conteos de éxitos.
Philip me sugería hablar de cómo se hacen, cómo han evolucionado, cuáles han sido importantes en Colombia, anécdotas personales y curiosidades. Y pensé: ya había escrito algo al respecto, pero es un excelente momento para actualizarlo, ampliarlo y ponerlo en contexto.
Y es que a la gente le encantan los listados. Vivimos rodeados de ellos: los 10 Mandamientos, 10 consejos para perder peso, 10 postres de frutas más fáciles de preparar, 10 celebridades mejor pagadas… Los conteos nos ayudan a ordenar el mundo, a jerarquizar lo importante y, sobre todo, a generar expectativa.
Esa necesidad de clasificar y priorizar también se trasladó a la música, donde desde hace casi un siglo existen conteos de éxitos que buscan responder una pregunta simple pero poderosa: ¿cuáles son las canciones más populares del momento?
Aquí va, entonces, este artículo a petición de uno de esos lectores que siguen creyendo en la radio.
Los conteos antes de los discos y de Billboard
Mucho antes de que la radio juvenil hablara de “Top 40” o de que Billboard se convirtiera en una autoridad global, ya existía el deseo de clasificar la música más popular. Ese impulso tomó forma concreta en 1935 con el nacimiento de “Your Hit Parade”, un programa que se transmitía por la cadena NBC en Estados Unidos.
Se trataba de una cuenta regresiva semanal donde se interpretaban en vivo las canciones más populares del momento. Lo curioso es que en esa época el éxito se atribuía al compositor, no al intérprete. Por eso, una misma canción podía aparecer en la lista con distintas versiones. La popularidad no se medía con datos exactos, sino con una mezcla de ventas de partituras, solicitudes y opinión pública.
Sí, es que, en los años 20 y 30 del siglo pasado, la venta de partituras era la principal forma de difusión musical porque aún no se había consolidado la industria del disco como medio de consumo masivo. Las grabaciones fonográficas existían, pero eran costosas, de baja fidelidad y no estaban al alcance de todos los hogares.
En cambio, muchas familias tenían un piano en casa, y tocar música en reuniones familiares o sociales era una práctica común. Por eso, la gente compraba partituras para interpretar en casa las canciones populares del momento.
Las editoriales musicales promovían estos temas como grandes éxitos, y los periódicos y revistas medían la popularidad de una canción no por quién la cantaba, sino por cuántas copias de su partitura se vendían. Así, el éxito musical se basaba en la composición, no en la interpretación.
Volviendo a “Your Hit Parade”, este programa se transmitió inicialmente por radio desde 1935 hasta 1953, y luego continuó en formato televisivo desde 1950 hasta 1959, con un breve período en el que estuvo presente en ambos medios.
Sin embargo, con la llegada del rock & roll fue difícil mantener el formato. Versionar canciones como “Hound Dog” de Elvis Presley no resultaba convincente, y eso marcó el comienzo del fin para el programa.
La consolidación del Top 40 y los grandes programas globales
El verdadero salto hacia los conteos modernos llegó con el formato Top 40, impulsado por Todd Storz, un joven programador que descubrió que ciertos discos eran repetidos constantemente por los oyentes. Así nació un sistema que se enfocaba en la repetición de los éxitos más demandados.
En ese contexto, el 4 de julio de 1970 se lanzó el legendario “American Top 40”, creado por Don Bustany, Tom Rounds, Ron Jacobs y Casey Kasem. Utilizaba los listados de Billboard, cuyo primer “chart” apareció el 4 de enero de 1936. El programa combinaba narrativa, emoción e información. A finales de los años 80 fue presentado por Shadoe Stevens, y aún sigue vigente con Ryan Seacrest.
En Europa, la BBC creó en 1958 su propio Top 20, y en España la Cadena SER lanzó “Los 40 Principales”, que en 1979 pasó de ser un programa a convertirse en una cadena musical. Hoy tiene presencia en 13 países y sigue siendo un referente.
Colombia y mi experiencia con el ‘Top 40 Radioactiva’
En Colombia también tuvimos nuestros propios conteos, y tuve el privilegio de estar al frente de uno de ellos: el “Top 40 Radioactiva”, que dirigí desde agosto de 1989. En ese momento, la cadena contaba con tres conteos: uno general, uno en inglés y el ”American Top 40” con Shadoe Stevens. Decidí quedarme con el primero y convertirlo en un espacio realmente relevante.
Mi consigna fue clara: el conteo no debía reflejar mis gustos personales, sino los de la audiencia. Por eso, cada disc-jockey de las 16 estaciones del país debía responder el teléfono y anotar las solicitudes.
Bogotá promediaba entre 300 y 400 llamadas diarias. Cada ciudad hacía su propio Top 10 diario, y los jueves enviaba a Bogotá el resumen de las 40 canciones más solicitadas durante la semana, junto con un comentario grabado por un locutor local en el que mencionaba los 3 éxitos más importantes y las actividades en las que había participado la emisora.
Así, el programa nacional —emitido los sábados de 1 a 6 p.m.— incluía voces y acentos de todo el país.
Dividimos las ciudades en tres grupos según su tamaño, y asignamos puntajes proporcionales. Así se garantizaba que una canción número uno en San Andrés no pesara más que una en Cali. El cálculo de puntajes era meticuloso, y toda la producción se hacía en vivo, con discos, cintas y cartuchos.
César Mancipe se encargaba de coordinar los reportes, y Carlos Lugo me ayudaba a montar el programa al aire. Fue una experiencia intensa, artesanal, pero tremendamente gratificante.
La evolución del conteo en la era digital
Hoy, los conteos ya no tienen el mismo impacto que en el pasado. La radio se ha fragmentado, y cada oyente construye su propio “Top 10” con Spotify, YouTube o Apple Music. Ya no es necesario llamar a una emisora para pedir una canción. Basta con hacer clic.
Pero eso no significa que el formato esté muerto. Todo lo contrario: el conteo sigue siendo una herramienta poderosa si se adapta a los nuevos tiempos. Las emisoras pueden aprovechar recursos como WhatsApp, sus propias apps móviles, redes sociales y herramientas analíticas para construir rankings realistas y atractivos.
Además, existen hoy servicios altamente especializados que facilitan la creación de conteos confiables, como Monitor Latino, una plataforma de monitoreo electrónico que realiza un rastreo continuo de las canciones programadas por emisoras de radio en Latinoamérica, Estados Unidos hispano y España.
Gracias a esta herramienta, es posible saber exactamente cuáles temas están sonando, con qué frecuencia y en qué mercados, permitiendo elaborar listados basados en datos reales y verificables.
La ventaja de servicios como Monitor Latino es que eliminan el sesgo del gusto personal y permiten tomar decisiones informadas en tiempo real. En un entorno donde la música circula a gran velocidad, contar con datos precisos es más necesario que nunca.
Además, el conteo sigue ofreciendo algo que las plataformas de streaming no dan: contexto, emoción, voces humanas, anécdotas. Y eso es precisamente lo que necesita la radio para seguir siendo relevante.
Un conteo bien hecho sigue teniendo poder
Un buen programa de conteo puede convertirse en un espacio para:
- Presentar novedades musicales y grandes éxitos.
- Contar historias de artistas y canciones.
- Invitar voces conocidas del entretenimiento.
- Incluir saludos de los artistas y participación del público.
- Comercializar espacios que suelen estar vacíos los fines de semana.
La clave está en hacerlo bien. Con producción, con intención, con alma.
Y, sobre todo, con la convicción de que la radio sigue siendo un lugar donde la música no solo se escucha, sino que se vive.
Conclusión
Si usted dirige una emisora, programa su música o está a cargo de crear contenidos, esta es una invitación a revisar cómo está construyendo su conteo semanal.
- ¿Está basado en datos reales?
- ¿Refleja lo que quiere oír su audiencia?
- ¿Tiene alma, narrativa, participación, emoción?
Hoy existen herramientas como Monitor Latino, que permiten saber con precisión qué está sonando en cientos de emisoras en Latinoamérica, Estados Unidos (Hispano) y España.
También puede apoyarse en las estadísticas de sus propias plataformas digitales, o incluso en la información que recibe de sus oyentes por canales como WhatsApp, redes sociales o encuestas en línea.
No deje el conteo en piloto automático. Hágalo relevante, actual, atractivo. Conviértalo en un programa que la gente espere, comente y comparta.
Hoy, más que nunca, la radio necesita volver a emocionar.

Tito López hace radio desde 1975 y ha creado formatos radiofónicos exitosos en Colombia, Portugal, Chile, Panamá y Costa Rica.
Es coach de talentos, intérprete de investigaciones de audiencia, productor, blogger, libretista y conductor de programas de radio.
Lo puede seguir en Facebook como Oscar.Tito.Lopez y en Twitter como oscartitolopez.