¿Cuánto tiempo se debe hablar en un Morning Show?

Aquí comparto 5 maneras de determinar la duración de los segmentos de conversación y el número de canciones que deben sonar cada hora en un programa matutino.

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La gran pregunta: ¿Cuánto tiempo debería hablar en mi programa de la mañana?

Hasta mediados de los años 80, incluso hasta inicios de los 90, era común escuchar que las emisoras musicales en FM no hicieran locución, o que solo anunciaran los títulos y los intérpretes de las canciones. Se tenía el concepto de que la conversación solo se permitía en la radio AM.

Y llegaron los Morning Shows, y la radio musical en FM cambió para siempre.

Y aunque al inicio la locución era tímida y respetuosa, poco a poco se fue desbordando, llegando a copar gran parte de los programas, muchas veces sin un rumbo fijo, poca preparación y cantidades de chistes flojos, cháchara e improvisación.

A pesar de que las emisoras que tenían buenos Morning Shows generalmente ocupaban los primeros lugares de audiencia, los gerentes, muchos acostumbrados a la radio de AM y con conceptos anticuados, comenzaron a preocuparse por lo que consideraban un exceso de conversación.

¿Cuánta música debe pasar un programa de la mañana? ¿Cuánto deben durar los segmentos de conversación? Estas comenzaron a ser las preguntas habituales en las emisoras musicales. Incluso hoy en día, los gerentes y directores de emisora se siguen preguntando lo mismo.

La duración de los segmentos es una decisión importante para cada programa de radio, pero encontrar la combinación perfecta de contenido hablado en una emisora musical es difícil de definir, porque no hay una fórmula científica, no hay una respuesta que les funcione a todas las emisoras.

Es como preguntar cuánto debe durar una canción. ¿Debería ser de 2 minutos, como muchos de los éxitos actuales, o de 8 minutos, como algunas canciones de Salsa y Rock de los años 70?

Cuando se trata de un trabajo artístico, es muy difícil encajarlo en una duración específica.

¿Una película debería durar más de tres horas? ¿O menos de dos? ¿Cuántos episodios debería tener una miniserie? ¿O cuántas páginas debería tener un libro? La respuesta es, “depende”, porque hay que considerar muchas variables.

Variables en la duración de los segmentos

Saber cuándo apretar o aflojar las riendas y permitir que los locutores se expresen libremente es una decisión difícil. A lo largo de mi carrera me ha tocado trabajar con emisoras en las que lo ideal es que hablen poco y otras en las que se debería hablar más, y algo que he aprendido es que lo ideal es hablar lo que haga falta para dejar a los oyentes con las ganas.

Pero lo que sí hay que tener en cuenta es que cada vez más investigaciones demuestran que la gente prefiere escuchar a los locutores, presentadores, animadores y demás talentos que a la música, que la encuentran fácilmente en las plataformas de streaming.

Sin embargo, eso no quiere decir que los talentos de las emisoras musicales puedan hablar todo el tiempo que les dé la gana. Ese es un derecho que se lo deben ganar por sus méritos, por su disciplina y preparación, y obviamente por sus cualidades histriónicas.

No se trata de un regalo de los jefes. Más bien es un privilegio que se va ganando con el tiempo. Cuando los contenidos llegan a ser más atractivos que la música, es el momento de permitir más conversación y reducir el número de canciones.

Pero eso no es tan sencillo como parece.

Duración de los segmentos de conversación: No se obsesione

Lo primero es entender que la duración no es tan importante como el ritmo de un segmento de conversación.

En la radio, muchos se preocupan más por la duración de un segmento de conversación que en el entretenimiento y la información que reciben los oyentes. Mientras los contenidos sean atractivos y enganchen a los oyentes, pueden volverse más largos.

Pero cuando se pierde el hilo, cuando empiezan a desvariar, a salirse del tema o a hacer chistes flojos y de relleno, los oyentes se van y hay que reducir el tiempo de conversación.

Justo y corto no es lo mismo

No es lo mismo hacer una nota justa que hacer un segmento corto. Estar ajustado es eliminar palabras innecesarias y simplificar el enfoque. La idea no es ajustar el contenido simplemente para hacer más corta la intervención.

Un contenido o una nota se ajusta para mejorar el ritmo del segmento, proporcionar enfoque y facilitar su comprensión. El hecho de que se hable poco o que la salida al aire sea más corta, no significa necesariamente que va a ser mejor.

En otras palabras: justo y corto no es lo mismo. Si usted es un director de emisora, esto es importante.

Elija las palabras que va a decir con cuidado. Si usted es el jefe, tenga cuidado: un comentario como «Me encantó esa salida porque fue corta» puede ser desalentador para los talentos, con un énfasis equivocado en un aspecto que tiene un impacto limitado. Eso puede matar la creatividad.

Más bien, podría hacer un comentario como: «Me encantó ese segmento porque estuvo ajustado. Estuvo enfocado. Avanzó«.

Los oyentes no exigen segmentos de conversación más cortos. Lo que les gusta es que la conversación sea entretenida sin hacerles perder el tiempo.

Obvio que, en general, un director quisiera saber exactamente cuánto deberían hablar y cuántas canciones poner en la hora, pero, como dije arriba, eso depende de lo bien hecho que sea su programa.

El consultor de radio estadounidense Tracy Johnson es autor de los libros “Morning Radio: A Guide to Developing On-Air Superstars” (Radio Matutina: Una Guía para Desarrollar Estrellas al Aire), “Morning Radio II” (Radio Matutina II) y “Morning Radio Revisited” (Radio Matutina Revisitada).

Johnson además escribe artículos de radio regularmente, y en uno de ellos ofrece 5 etapas para ayudar a encontrar la mezcla correcta entre música y conversación en los Morning Shows.

Para ello, Johnson compara esas etapas con las que una persona pasa cuando termina enamorado de alguien. Según él, esas 5 etapas del romance son: Primer contacto, familiarización, profundización, atracción y enamoramiento.

Etapa 1: Primer contacto: 10-12 canciones por hora

Es decir, cuando te presentan a la otra persona. En el caso de la radio, los programas nuevos, en un nuevo mercado, en una nueva emisora o en una estación que ha cambiado de formato, lo ideal es tocar más música.

La audiencia apenas está conociendo al locutor, así que todavía no lo ama, ni siquiera sabe si le gusta o no. Lo está ‘probando’, ya que todavía no ha establecido una relación, por lo que si habla mucho puede ser molesto para el oyente.

Un locutor inteligente prefiere usar la popularidad de la música como una presentación o un primer contacto para que ese oyente conozca sus rasgos de personalidad.

Comience trabajando primero con de 10 a 12 canciones por hora en su Morning Show. Si eso no es posible debido a la carga comercial o a las características informativas, considere editar canciones para aumentar el número de canciones (Más abajo hablaré de esto).

Cuando esté al aire, enfóquese en lo básico. Venda el eslogan, el objetivo del programa y la marca de la emisora, e introduzca algunas secciones clave que sean de interés para los oyentes.

Eso no significa reducir la presencia al aire de los locutores. Dé un toque de entretenimiento a cada elemento cuando vaya a salir al aire. Es decir, agregue contenido relevante para localizar, dinamizar, ampliar y personalizar cada salida.

Etapa 2: Familiarización: 9-10 canciones por hora

A medida que el oyente se va familiarizando con el locutor, puede ser el momento de poner un poco menos de música (9 a 10 canciones por hora), pero todavía está en el plan de gustarle a la otra persona, es decir, al oyente, así que no hay que exagerar. Las expectativas de los oyentes cambian lentamente.

A medida que un programa se vuelve más familiar, el director podrá aumentar la duración de los segmentos de conversación de manera gradual. El hecho de permitirle al locutor que la duración de cada salida al aire sea un poco más larga, unos 30 segundos más, no será percibida por el oyente, pero sí le ayudará al talento a crecer.

Al mismo tiempo, abra más segmentos cortos de conversación cada hora para que el locutor o presentador tenga más exposición y suene más ‘familiar’ a la audiencia.

Esto reducirá el número de canciones a aproximadamente 9-10 por hora, lo que, de todos modos, debería permitir que la emisora siga compitiendo musicalmente.

Etapa 3: Profundización: 6-8 canciones por hora

A medida que el locutor o los personajes del programa van llegando a la etapa 3, ya han logrado convertirse en una buena razón para sintonizarlos. Hay que aprovechar esta fortaleza.

En esta etapa, el talento está ganando impulso y podría experimentar un crecimiento rápido. Si la encuesta muestra que el número de oyentes del programa es igual o superior al promedio global de audiencia, es momento de relajar las restricciones, especialmente si hay una percepción positiva.

Este es el mejor momento para aumentar el número de segmentos al aire en el reloj y aumentar un poco la duración de los segmentos de conversación.

Asegúrese de monitorear la respuesta de los oyentes y, si es posible, investigue a la audiencia para detectar cambios de percepción acerca del programa o de la emisora.

Etapa 4: Atracción: 4 canciones por hora

Cuando se puede comprobar que el programa supera consistentemente al promedio de audiencia que tiene la emisora, esto quiere decir que los oyentes ya sintonizan más el programa por la conversación que por la música.

Este es el momento de evolucionar hacia menos canciones y más presencia de los talentos de manera agresiva. Al dar a los oyentes la oportunidad de oír más conversación que música, la bola de nieve de las encuestas de audiencia continuará.

Rebaje el número de canciones a 4 por hora, es decir, una canción por cada cuarto de hora, de forma que se mantenga una presencia musical constante.

Etapa 5: Enamoramiento: Elimine las canciones

Cuando sienta que la audiencia realmente se ha enamorado del locutor o de los presentadores del programa, permita que hablen lo que quieran, incluso dejando de lado la música.

Esta etapa debe ser el objetivo final al que hay que apuntar. Es el momento en el que los locutores tienen el potencial de dominar la emisora.

Cuando se llega a esta etapa, no tiene sentido tocar 1-3 canciones por hora. Queda claro que, si algún oyente escucha la emisora solo por la música, probablemente no se quede, pero la audiencia que se ha conquistado con la conversación bien vale la pena, y la encuesta le estará dando la razón.

No le dé miedo dejar de pasar música, que puede quitar ritmo y flujo a la conversación. Ahora el programa se ha convertido en uno de pura conversación y contenidos hablados.

Consejos y notas

  • Al realizar cambios de programación, hágalo gradualmente. Los ajustes pequeños son menos impactantes que un gran cambio. Eliminar las canciones poco a poco, siguiendo las etapas propuestas, asegura una transición más suave tanto para el locutor como para la audiencia.
  • Cuando se habla de ‘editar canciones’ lo que se busca es una forma efectiva de aumentar gradualmente la locución mientras se mantiene el mismo número de canciones. Eliminar 45 segundos de cada canción podría ahorrar 7 minutos y medio cada 10 canciones. De esta forma, podrá tener más locución en su programa y continuar tocando el mismo número de canciones. (Esto debe hacerse de manera profesional en conjunto con el productor de audio)
  • Mantenga una alta presencia de locutores y presentadores al aire y aproveche cada salida para relacionarse con los oyentes. Hable antes y después de los bloques comerciales. Una presencia frecuente en el programa permite que los oyentes conozcan a los talentos e integrantes del programa.
  • Al evolucionar el programa, elimine el número de canciones poco a poco, aumentando la conversación. No cambie repentinamente de 12 canciones por hora a 9.
  • Mida el tiempo. La duración perfecta de los segmentos depende de muchas variables. Pero esta regla general debería guiar todas las decisiones: Cada segmento debe durar lo que tenga que durar, y no más. Cuando un amigo nos envía un video de YouTube, ¿qué es lo primero que miramos? La duración. Uno quiere saber si vale la pena el tiempo que gastaré viéndolo. Los oyentes se hacen la misma pregunta acerca de un programa de radio.

Conclusión

Como se aprecia en las sugerencias de Tracy Johnson, y al igual que cuando uno está en plan de conquista amorosa, estos son los pasos que debería seguir un Morning Show a medida que va alcanzando el éxito, y ese éxito tiene que ser cierto, comprobable, medido, por ejemplo, con las encuestas de audiencia.

Si el programa no va logrando los objetivos de audiencia, no deje de pasar música. Ante todo, asegúrese que tanto los talentos como los contenidos sean tan atractivos que hagan que el número de oyentes del programa sea mayor que el promedio del número global de oyentes de la emisora.

Y cuando lo logre, vaya paso a paso. Estas etapas requieren tiempo, a veces, mucho tiempo. No hablo de un mes o 6 meses. Podría tardar uno o dos años. No hay prisa.

Igual que en el amor…

ACERCA DEL AUTOR
Tito López hace radio desde 1975 y ha creado formatos radiofónicos exitosos en Colombia, Portugal, Chile, Panamá y Costa Rica.
Es coach de talentos, intérprete de investigaciones de audiencia, productor, blogger, libretista y conductor de programas de radio.
Lo puede seguir en Facebook como Oscar.Tito.Lopez y en Twitter como oscartitolopez.
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