En el mundo del trabajo, los problemas son inevitables sin importar el sector o el cargo que ocupes. Todos enfrentamos desafíos, pero lo que realmente importa es cómo elegimos abordarlos. Rick Fink, expresa haber aprendido una lección hace mucho tiempo, en un momento en el que entró en la oficina de su Gerente General con la carga de un problema a cuestas.
Recuerda claramente su respuesta, llena de sabiduría y perspicacia. En lugar de permitirse quedar atrapado en la negatividad del problema, él le recordó que cada dificultad es en realidad una oportunidad disfrazada. En lugar de llamarlo un problema, él lo llamó una situación que requería una solución.
Es por eso que propone desde entonces, adoptar esa mentalidad en la vida laboral y personal. Y es que sin duda, cada vez que nos enfrentamos a un desafío, es importante recordarse a sí mismo que se tiene la oportunidad de encontrar una solución innovadora. Esta forma de pensar no solo beneficiará a la empresa en la que colabores, sino que también fortalecerá las relaciones entre colegas al fomentar un enfoque colaborativo hacia la resolución de problemas.
Así que la próxima vez que te encuentres diciendo «Tengo un problema», recuerda que en realidad tienes una oportunidad para demostrar tu creatividad y habilidad para resolver problemas. Transforma esas situaciones en soluciones y verás cómo todos salen ganando.
¡Buena suerte enfrentando tus desafíos y creando soluciones innovadoras!
Esta nota es una adaptación al español de un artículo publicado por Radio Ink.
