La historia de los softwares de grabación y edición de audio digitales (DAW)

En mi adolescencia, y antes de pensar en trabajar en radio, realmente lo que me gustaba era experimentar con el sonido, llevarlo de un sitio a otro, transformarlo, tratar de crear sonidos nuevos.

En mi casa había una grabadora de carrete abierto. Entiendo que mi papá la recibió como premio por su labor en ventas y la trajo desde México a Medellín luego de participar en una convención de la empresa de calzado para la cual trabajaba.

Esa grabadora se convirtió en mi laboratorio de pruebas: yo grababa a velocidades bajas para escuchar mi voz como las de las ardillitas de las caricaturas, o grababa a alta velocidad para imitar con mi voz a algún monstruo.

Incluso me arriesgué a experimentar la forma de hacer sonar una grabación al revés. Recuerdo que en mi cuarto tenía varios afiches -era la moda a inicios de los años 70- y uno de ellos promocionaba, en letras e imágenes sicodélicas, unos desfiles de modas que se realizaban en algunos de los vuelos de la aerolínea Aerocóndor.

A esa actividad promocional la llamaron ‘Aeroshow’.

Y esta palabra fue la que usé para mi experimento con la grabación al revés. De alguna forma hice que la cinta corriera hacia el otro lado, y la palabra que usé fue “Wóshorea”. Al ponerla a correr de manera normal, se escuchaba claramente la palabra “Aeroshow”.

Más adelante, en 1975, cuando comencé a hacer mis primeros programas para la emisora que construí con un amigo, también comencé a ver la forma de grabar esos espacios. Para ello ya no contaba con la grabadora de carretes, porque su chasis lo usé para construir sobre él la emisora.

Yo tenía dos grabadoras de casetes. Bueno, realmente eran de mi madre, pero me fui apropiando de ellas. Perdón, mamá…

Una de ellas era muy sencilla, pero la otra era una radiograbadora ‘todo en uno’ con tornamesa, y venía configurada dentro de lo que parecía un maletín de ejecutivo.

Fueron muchos los experimentos de sonido que realicé con ese par de equipos. En ese momento yo no tenía un mixer, así que no tenía forma de que un sonido se ‘fundiera’ con el siguiente, tal como escuchaba yo en la radio.

Aquí surgió una idea que salió de mi curiosidad innata: descubrí que las grabadoras de casetes normales tenían 2 cabezas por las que pasaba la cinta magnetofónica. Al momento de grabar, la primera borraba lo que había allí, y la segunda era la que grababa o reproducía los sonidos.

Mi solución para ‘empatar’ o ‘fundir’ dos canciones fue tapar con un pedazo pequeño de cinta pegante (scotch) la cabeza borradora. De esta forma podía grabar la segunda canción un segundo antes de que terminara la primera.

Sobra decir que la calidad no era la mejor.

Cuento todo lo anterior solo para reseñar la curiosidad que sentía por el audio y por las ganas que tenía de aprender a transformarlo, lo que al final me llevó a grabar mis primeros programas, que me abrieron las puertas a la radio.

Llega el audio digital

A inicios de los años 90, cuando llevaba más de 15 años haciendo radio, llegó a Caracol el audio digital. Hasta ese momento, todos trabajábamos con discos de vinilo, algunos CD’s, pero las grabaciones se seguían realizando en conta magnetofónica.

Obviamente la transmisión de las grabaciones también era totalmente analógica, usando los inolvidables cartuchos.

Primero llegó el sistema AudioVault. Pocos en Caracol sabían que se llamaba así, porque el departamento de mercadeo decidió ponerle un nombre a esa herramienta digital de automatización de audio. El nombre era “Max”.

De hecho, Caracol lanzó al aire y con algunos anuncios en prensa una campaña promocional en la que decía: “A Caracol llegó Max”.

Y la novedad no solo estaba en poder tener en un computador toda la música, el ‘vestido’ de la emisora y los anuncios comerciales. Para nosotros, en las cabinas, también nos llamó mucho la atención que las pantallas tenían el sistema ‘touch-screen’, así que podíamos elegir entre usar el mouse o tocar la pantalla para apretar las teclas y botones que aparecían en la pantalla.

Por esa época, las directivas de Caracol sentían que el merado de la radio en Colombia estaba saturado, lo que frenaba su crecimiento. Por eso comenzó a comprar emisoras en otros países.

Primero fue Caracol Miami, una emisora de AM enfocada a la comunidad colombiana de esa ciudad estadounidense. Y luego se compró una pequeña cadena de 5 emisoras en Francia llamada Radio Latina.

Al final, Caracol se deshizo de 4 de esas frecuencias y se quedó con la 99.0 FM de París, una emisora denominada etnológica y enfocada a la comunidad Latina de la capital francesa.

Y esa emisora contaba con un sistema digital de automatización de audio llamado Dalet, fabricado en ese país

Carlos Arturo Gallego, quien se encargó de recibir la emisora y ponerla en marcha bajo la nueva administración de Caracol, estuvo algunos meses allí, y a su llegada, como Gerente Nacional de Programación y Sintonía, recomendó cambiar el AudioVault, que por esa época era muy limitado, por el Dalet.

Una de las ventajas del Dalet en ese momento era que, además de la emisión, se podía usar como herramienta de grabación digital, así que aprendimos a usarlo para ambas funciones: emisión y producción de audio, y esto cambió nuestra forma de trabajar.

Ya no había que usar cintas. Su costo era alto y acarreaba graves problemas. Uno de ellos, tal vez el peor, fue que, por ahorrar costos, muchas veces se grababan programas, promos y cuñas en cintas que habían sido usadas para la producción de otros programas.

De esta forma, gran parte del archivo histórico de Caracol fue borrado. Una pérdida realmente lamentable. Hoy en día es muy difícil encontrar grabaciones de programas legendarios como los de humor, las radionovelas, las narraciones deportivas y las transmisiones de grandes eventos noticiosos de la historia reciente.

¿Pero, qué es un editor de audio digital?

En 1997 nació el nuevo formato de Radioactiva, que pasó de ser una emisora de Pop, con un formato Top 40, a ser una emisora de Rock.

En ese momento, la costumbre era identificar las emisoras con jingles, pero yo me enteré de una empresa estadounidense que estaba realizando algo novedoso para esa época. Se llamaban ‘Anti-jingles’.

La idea era tomar grabaciones de voces divertidas, frases cortas de la televisión pronunciadas por personajes famosos y mezclarlas con efectos de sonido para mostrar la marca de la emisora de una manera más creativa.

17Viajé a Los Ángeles, llevé el material necesario y entré a los estudios de la casa productora, y allí conocí, por primera vez, el famoso Pro-Tools. El productor me hizo una demostración de lo que podía hacer con ese software y, realmente, quedé con la boca abierta.

Claro, estoy hablando de hace más de 25 años, y la tecnología digital ha avanzado a pasos agigantados. Hoy en día todos conocemos softwares de edición digital de audio, de pago e incluso gratuitos, pero ¿cómo surgieron?

Empecemos por mencionar que a esos sistemas se les conoce, técnicamente, como DAW, siglas en inglés de Digital Audio Workstation, es decir, Estación de Trabajo de Audio Digital.

La existencia y evolución de las DAW se debe, principalmente, al afán de los músicos de poder grabar en casa sus producciones, primero para hacer sus ‘demos’, y después para hacer producciones completas.

Obviamente también se debe a que los estudios de producción encontraron que estas herramientas eran más sencillas, ocupaban menos espacio, no requerían el mantenimiento de las grabadoras de cintas magnetofónicas ni de las inmensas consolas mezcladoras.

Y para las emisoras de radio en general, y para los locutores en particular, representaron una forma de poder trabajar desde casa sin tener que ir a encerrarse por horas en un estudio de grabación, entregando además la opción de poder grabar a la hora deseada sin estar pendiente de que les asignen una cita.

Antes del DAW

Antes de la llegada del DAW, los músicos, los actores de voz, los estudios y los ingenieros estaban limitados a la tecnología disponible, que consistía en grabar audio en una máquina de cinta de carrete a carrete. Hasta 1970 este era el estándar.

El ruido, el siseo (hiss) y la distorsión eran problemas comunes que casi siempre estaban presentes y que algunos consideraban una molestia. Había que alinear las cabezas de las grabadoras y, muchas veces, cambiarlas, por el desgaste físico.

Otro problema de las grabaciones en cinta era el no poder automatizar algunos procesos. La automatización en el DAW permitió que no se necesitaran varias manos manejando una consola en la grabación, en la edición y la masterización.

Antes de los días de la automatización, los productores tenían que pedir ayuda a otras personas (aparte de los ingenieros) para operar manualmente una consola de mezclas y manejar los atenuadores, perillas o cualquier otra configuración que debiera ajustarse en tiempo real mientras se estaba produciendo la mezcla.

La llegada del DAW

La creación del DAW supuso una nueva forma de abordar el audio multipista. Permitió al usuario crear, grabar, mezclar e incluso masterizar audio profesional de alta calidad directamente en la computadora en lugar de en costosas máquinas basadas en cintas. Esto podría lograrse, con el beneficio adicional de lograr una salida de alta fidelidad.

Un DAW es una mesa de mezclas en computador como la que uno podría ver en un gran estudio; sin embargo, en lugar de tener una consola de mezclas grande y costosa creada por un fabricante de renombre, todos los componentes están hechos para funcionar dentro del computador y mostrarse a través de un monitor. Este sistema no depende de cintas sino de microprocesadores.

La primera etapa del DAW se conocía como DAW integrado. Este DAW constaba de una consola de mezclas, una superficie de control, un convertidor de audio y almacenamiento de datos, todo en un solo equipo o aparato.

El otro tipo de DAW que existe actualmente es el software DAW, que tiene cuatro componentes básicos: una computadora, un conversor de sonido, un editor de audio digital y al menos 1 dispositivo de entrada.

La tarjeta de sonido y el software que procesa la información de audio quedan instalados en un computador, lo que permite grabar en formato multipista usando mono o estéreo, editar todas las tomas, mezclarlas y masterizarlas para crear una pieza de audio profesional de alta calidad, todo en un solo equipo.

Primeros DAWS

Los primeros intentos de crear un DAW se realizaron a finales de los años 70. Como el hardware informático era muy limitado, estos intentos resultaron engorrosos, muy costosos y no dieron resultados duraderos.

No sólo el precio del almacenamiento era alto, sino que las velocidades del disco y la potencia de procesamiento eran extremadamente lentas.

Soundstream es la primera empresa que intentó crear el primer DAW y lo llamó «Sistema de edición digital».

En 1979, surgió una empresa llamada Fairlight que desarrolló el “instrumento musical por computador”. Este sampler y sintetizador digital continuaría desarrollando un sistema de grabación en disco duro y una estación de trabajo de audio digital de la serie MFX.

Aunque el CMI no era un DAW basado en computadora, tenía un monitor CRT y ejecutaba un sistema operativo llamado QDOS.

Una de las características notables que muchas empresas modelan hasta el día de hoy fue el software «Page R» de CMI, que era un secuenciador de patrones gráficos en tiempo real. Algunos dicen que esto dio paso a la secuenciación MIDI actual.

A principios de los años 80, las empresas comenzaron a impulsar realmente la idea del software DAW, especialmente ahora que computadoras como Apple II, Atari ST y Commodore Amiga tenían mejor potencia de procesamiento y podían manejar la tarea de edición de audio digital.

Muchas de las plataformas de software más importantes de la actualidad tuvieron raíces humildes durante esta época temprana.

Pro-tools de AVID, que hoy en día es considerado el estándar de la industria, comenzó como un editor de audio llamado «Sound Designer» de Digidesign. Este software se utilizó principalmente para editar muestras para teclados de sampleo como el E-mu Emulator II y el Akai S900.

Sound Designer finalmente se incluyó con hardware compatible con Mac para formar Sound Tools.

En 1985 se fundó la empresa Opcode, creada por Dave Oppenheim. En 1986, la empresa había lanzado dos productos: el MIDIMAC Sequencer y la interfaz MIDIMAC para computadores Macintosh Co.

El Sequencer más tarde se conocería como Opcode Sequencer y, finalmente, el popular programa conocido como Vision. Ambas plataformas fueron extremadamente revolucionarias y fueron utilizadas por muchos artistas conocidos en ese momento.

Steinberg Research surgió alrededor de 1994, cuando el Commodore 64 era una de las herramientas más usadas en la escena de la música por computadora. Como dato curioso, se dice que su primer producto, apropiadamente llamado “Mulitrack Recorder”, vendió menos de 50 copias.

Sin embargo, el concepto pronto se transformó en su próxima plataforma titulada «Pro-16», que era un multisecuenciador básico de 16 pistas con una interfaz clara de una sola página y grabación en tiempo real.

Después del Pro-16 llegó el Pro-24, seguido de Cubit. En 1992, Steinberg finalmente vio la llegada de uno de los estándares de la industria conocido hoy como Cubase.

Otro competidor notable en el mercado DAW que echó raíces en el mercado de la grabación de audio por computador fue Emagic, una empresa de software con sede en Alemania, conocida por su secuenciador de música llamado “Creator”.

A Creator le siguió Notator, que se ejecutaba en la plataforma Atari ST. Notator Logic se lanzó en 1992 para Atari, Macintosh y Windows. Emagic rápidamente eliminó el «Notator» del nombre y fue rediseñado con una nueva apariencia y llamado «Emagic Logic».

En 2002, Apple compró el software y suspendió todo el soporte para el programa basado en Windows. Hoy en día, Logic sólo existe actualmente en la plataforma Apple y es ampliamente considerado como uno de los DAWS más populares disponibles.

Mac VS PC: Los primeros días

Hasta 1993, todos los DAW funcionaban en computadores Atari, Commodore o Apple. Programas como Performer, Creator, Pro-16, Vision, Studer Dyaxis, Sonic Solutions y Sound Designer dependían todos de Apple.

El primer producto basado en Windows que se introdujo fue Samplitude Studio. Antes de 1992, este software existía como editor de audio para Commodore Amiga.

También comenzaron a surgir otras empresas como IQS (Innovative Quality Software) conocida hoy como SAWStudio, Soundscape Digital Technology que fue adquirida por Mackie y luego por SSL, SADiE, Echo Digital Audio y Spectral Synthesis.

DAWS populares de hoy

Hoy en día existe una gran cantidad de opciones cuando se habla de un DAW. Fácilmente se podría decir que el mercado actual está saturado de ellos.

Si bien un DAW puede ser el líder de la industria por unos días, siempre habrá un afán por tener más funciones, procesamiento de audio más rápido, enrutamiento de modulación adicional, edición de muestreo más rápida, menor uso de CPU, etc.

Hay muchas aplicaciones DAW comerciales y gratuitas disponibles para Android e iOS, muchas de las cuales son mucho más potentes que las primeras DAW de finales de los 80 y mediados de los 90.

Incluso, hoy en día existen softwares de grabación y edición digital de audio que funcionan desde teléfonos inteligentes, más baratos y cada vez con más funciones y capacidad de trabajo, permitiendo grabar desde el móvil en cualquier sitio y lugar, con una excelente calidad.

Por la experiencia que he tenido en radio desde hace años, por la asesoría que presto actualmente a diferentes emisoras de España y Latinoamérica, y por lo que encuentro publicado en múltiples grupos de Facebook a los cuales estoy suscrito, me doy cuenta de que uno de los softwares preferidos por los radiodifusores es el Adobe Audition.

En mi caso personal, me gusta trabajar con Audacity, un DAW gratuito que se actualiza permanentemente y que ofrece muchas de las opciones de los softwares de pago en un ambiente muy amigable y fácil de entender y manejar. Si usted sabe manejar el editor de texto Word, seguramente sabrá manejar Audacity.

Además de esos dos DAW populares, a continuación publico una lista de algunas de las principales plataformas de software actuales. Obvio, no están todas, pero sí dan una luz acerca de lo que se puede conseguir en la actualidad.

• AVID – Pro Tools
• Steinberg – Cubase, Nuendo
• Apple – Logic, GarageBand
• Ableton – Live
• Bitwig Studios
• Sony – ACID
• MuTools – MuLab
• Magix – Samplitude Pro
• Renoise
• Motu – Digital Performer
• Sonar – Cakewalk
• Propellerhead – Reason
• Image-Line – FL Studio
• PreSonus – Studio One

Conclusión

Sin duda, el DAW ha cambiado la cara de la grabación multipista de audio. Su tecnología ha mejorado enormemente la eficiencia, el costo, la creatividad y el tiempo, y ha derribado la barrera entre los locutores y actores de voz y los estudios de grabación.

Ahora el poder de grabar en casa o en un estudio personal con calidad profesional está en manos de cualquiera que tenga acceso a una computadora. Verdaderamente se trata de una revolución en el sonido.

Nota: Esta publicación no está auspiciada por ningún fabricante de DAW.

Nota 2: Artículo realizado con información extractada del blog de https://logitunes.com/