16 razones por las cuales un locutor de radio podría ser considerado un problema

Como director, es importante abordar estos problemas y fomentar un ambiente de trabajo positivo y profesional para garantizar el éxito de la emisora.

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Cada punto destaca un aspecto que puede afectar la calidad del contenido, la experiencia del oyente y la reputación general de la emisora.

Muchos de quienes trabajamos en radio soñamos con llegar a dirigir una emisora. Es la oportunidad para aplicar todos nuestros aprendizajes y demostrar el talento que hemos desarrollado a lo largo de nuestra carrera.

El sueldo será mejor. El reconocimiento del público será más grande. El crecimiento profesional será reconocido por la empresa. Otras empresas comenzarán a fijarse en usted. Manejará la emisora como siempre lo soñó. Y se convertirá en amigo de artistas y ejecutivos de disqueras y eventos.

Esas son algunas de las muchas ventajas de alcanzar este cargo.

Pero, como en todo, también está el lado negativo, esas cosas que hacen que no todo se vea color de rosa: la presión de los ratings, enfrentar a la competencia, limitaciones de presupuesto, reuniones eternas con sus jefes, cargar con la culpa de las fallas que se presenten, tomar decisiones difíciles.

Y estos dos últimos puntos son, tal vez, los más complicados de manejar.

Probablemente, si usted viene de ser locutor y es promovido a director, tendrá que empezar a mirar a sus compañeros de trabajo de otra forma. Esas personas, que eran sus compinches, que eran sus amigos de farra y con quienes se sentaba a despotricar de las malas decisiones de la empresa, ahora serán sus subalternos.

Y usted será ‘la empresa’.

Y ahora le tocará velar porque cumplan con la programación, por su comportamiento, por su cumplimiento, por sus relaciones con el resto del personal, por su lenguaje, en otras palabras, por todo lo que usted hacía y que molestaba a su jefe.

Usted tendrá la responsabilidad de mantener un ambiente de trabajo agradable y muy productivo, pero también deberá aplicar las políticas de la compañía y hacerlas cumplir. Y en ese proceso, seguramente se va a encontrar con personas que no cumplen con esas expectativas.

Probablemente, antes de asumir su puesto de director no había notado esos problemas. Al fin y al cabo, eran sus compañeros, sus amigos. Pero ahora, cuando la responsabilidad de los resultados caiga sobre sus hombros, seguramente usted verá a sus colegas con una mirada diferente.

¿Y con qué se va a enfrentar? ¿Cuáles serán las falencias que encontrará en el personal a su cargo? Aquí hay 16 razones para considerar que un locutor o presentador de radio es un problema:

  1. Contenido inapropiado:

Si un locutor o presentador presenta contenido inapropiado u ofensivo, puede dañar la reputación de la emisora y causar problemas legales. Es importante que sigan las pautas de la emisora y eviten temas o lenguaje inadecuados.

Probablemente, desde su nueva perspectiva, ya entienda por qué lo regañaban y le insistían en que cuidara su lenguaje.

  1. Falta de respeto por el horario:

Cumplir con los horarios programados es esencial en la radio, ya que los programas suelen estar interconectados. Un locutor o presentador que no respeta los horarios asignados puede causar desajustes en la programación y afectar la audiencia de otros programas.

Pero hay otro problema: esa falta de respeto por sus compañeros de trabajo puede ser fuente de conflictos internos y de un malestar generalizado.

Además, esa falta de puntualidad puede interrumpir la programación y causar confusión entre los oyentes y puede afectar la logística de otros programas o segmentos.

  1. Falta de preparación:

Un locutor o presentador que no se prepara adecuadamente para su programa puede afectar la calidad del contenido y la experiencia del oyente. Pueden cometer errores, tener dificultades para improvisar o no cumplir con las expectativas de la audiencia.

Sobre este tema he escrito vario artículos, haciendo énfasis en que hoy en día no podemos hacerle perder tiempo al oyente, que tiene demasiadas opciones de entretenimiento a su disposición.

Si lo que un locutor habla no dice nada nuevo, entretenido, informativo, y de manera breve y concisa, podrá hacer que el oyente se vaya a otro lado a buscar su música y los contenidos que esperaba encontrar en su emisora.

  1. Baja capacidad de improvisación:

Si bien es necesario preparar el turno o el programa, también es clave que un locutor de radio tenga la capacidad de contar historias o de hablar de un tema determinado cuando sea necesario.

La radio requiere la capacidad de improvisar y adaptarse rápidamente a diferentes situaciones. Si un locutor o presentador tiene dificultades para improvisar o responder de manera efectiva a los cambios inesperados, puede afectar la calidad del programa y la satisfacción de los oyentes.

  1. Falta de creatividad:

La radio es un medio creativo que requiere constantemente nuevas ideas y enfoques para mantenerse relevante. Un locutor o presentador que carece de creatividad puede generar una programación monótona y poco atractiva para los oyentes.

Busque locutores que generen ideas, que lean mucho, que estén al tanto de todo lo que pasa, que tenga una mirada crítica, que le guste dar su opinión, que intente hacer cosas nuevas o presentar los contenidos de una manera diferente.

Evite los locutores que solo se limitan a mencionar títulos, intérpretes, la hora y a invitar a visitar las redes sociales. Eso no tiene nada de creativo.

Y algo clave: permita que se equivoquen cuando estén tratando de hacer algo nuevo.

  1. Uso excesivo de autopromoción:

Si un locutor o presentador se promociona constantemente a sí mismo o a otros proyectos personales durante el programa, puede distraer a los oyentes y disminuir la calidad de la experiencia auditiva. El equilibrio entre la autopromoción y el contenido relevante es crucial.

Está bien que cada locutor quiera crear una imagen, una marca personal. Esto puede traer beneficios para él y para la emisora que usted dirige. Pero no todo lo que hable debe girar en torno a su persona.

  1. Desconexión con la actualidad:

Los locutores y presentadores deben mantenerse actualizados y conectados con las noticias y los eventos relevantes para poder proporcionar contenido interesante y relevante. Si un locutor o presentador no muestra interés o conocimiento en la actualidad, puede perder la atención y el interés de los oyentes.

  1. Problemas de interacción con los invitados:

Un locutor o presentador que tiene dificultades para interactuar de manera efectiva y respetuosa con los invitados puede generar un ambiente incómodo durante las entrevistas. Esto puede afectar la calidad del contenido y la reputación de la emisora.

Aquí debe primar el respeto. Evitar las burlas cuando el oyente no se da cuenta de que la canción que pide acaba de sonar, o hacer un chiste por su manera de hablar, o hacerlo sentir mal por un comentario que expresó.

Si alguien llama a la emisora es porque tiene un interés genuino en lo que están presentando. Es gente que desea entrar en contacto con la gente que le anima el día, con las personas que admira y sigue de manera incondicional.

Lo menos que un locutor puede hacer con los oyentes que llaman es tratarlos bien.

  1. Desconocimiento del público objetivo:

A los adultos no se les debe hablar con el mismo tono que se usaría para un público joven, y viceversa. A una mujer se le puede hablar de una manera diferente que a un hombre. No es lo mismo hablarle a un alto ejecutivo que a un campesino.

Un locutor o presentador debe comprender y conectar con el público objetivo de la emisora. Si no tienen conocimiento o no se esfuerzan por entender las necesidades e intereses de los oyentes, es probable que no logren generar una conexión significativa.

Aquí es clave el trabajo del director, quien debe explicar claramente a quiénes se les está hablando, y fijar el tono y el estilo que se va a utilizar para lograr un mayor impacto.

  1. Falta de compromiso con las políticas de la emisora:

Si un locutor no respeta las políticas y directrices de la emisora, puede generar conflictos internos y dificultades en la gestión de la programación. Además, puede dañar la imagen y la reputación de la emisora.

Al no seguir las pautas y políticas establecidas por la empresa, puede causar problemas legales o éticos. Además, puede generar conflictos internos y molestias con el resto del personal.

Las reglas son para todos. De esta forma se genera un mejor ambiente de trabajo y se evitan las injustas preferencias.

  1. Falta de compromiso:

Si un locutor no muestra un compromiso real con su trabajo y con la emisora, es probable que su rendimiento y dedicación sean insuficientes.

Trate de evitar contratar locutores que solo quieren estar en la emisora para ganar un sueldo o recibir unos ingresos mientras consigue algún otro empleo. Estos personajes no rendirán lo suficiente, no serán proactivos, no estarán dispuestos a trabajar la milla extra.

Cuando usted tiene un equipo comprometido con la emisora, cuando sabe que todos están jalando para el mismo lado, cuando usted, a veces, tiene que frenarlos en lugar de empujarlos, tendrá un equipo de trabajo ganador.

Eso sí, no se deje impresionar por los que se la pasan adulando de manera zalamera su trabajo o el de la emisora. Esos ‘lambones’ -como los llamamos en Colombia- solo quieren ganar puntos con el jefe, pero generalmente no hacen mayores aportes al éxito de la emisora

  1. Problemas de cohesión con el equipo:

La radio es un trabajo en equipo, y un locutor o presentador que tiene dificultades para trabajar en armonía con el equipo de producción y otros colegas puede afectar el ambiente laboral y la eficiencia general de la emisora.

Una persona con una actitud constantemente negativa puede afectar el ambiente de trabajo y disminuir la moral del equipo. Además, puede transmitir esa negatividad a los oyentes, lo que puede resultar en una pérdida de audiencia.

Evite personas que siempre están sembrando cizaña, esas que todo lo ven de manera negativa. Esas ‘manzanas podridas’ pueden terminar contagiando al resto del personal. Con esas personas no hay que tener piedad, por muy talentosas que sean. Si descubre a alguna, no dude en retirarla de la empresa.

  1. Falta de profesionalismo:

El comportamiento poco profesional, como el uso de lenguaje inapropiado o el tratamiento irrespetuoso de los invitados o colegas, puede dañar la reputación de la emisora y alienar a los oyentes.

Un locutor que no muestra interés en su propio crecimiento personal y profesional puede estancarse en su desarrollo. Esto puede llevar a una falta de innovación y mejoras en la programación, lo que afectará su calidad y atractivo para los oyentes.

Hay que buscar locutores y presentadores que se cultiven, que lean, que estudien, que enseñen, que compartan sus experiencias. Personas que realmente aportan con su trabajo y que, probablemente, sueñan con dirigir la emisora o incluso llegar a gerenciarla.

Esos son los talentos que valen. Y son los que las directivas reconocen y, muchas veces, terminan recibiendo los mejores salarios.

  1. Falta de adaptabilidad:

Claro, lo ideal es trabajar en el horario que a uno mejor le quede y tocar la música que a uno le guste. Sin embargo, usted no trabaja para darse gusto. Lo hace para darle gusto a la audiencia.

Es probable que, por decisión de la compañía, la emisora cambie su formato y comience a tocar música que a usted no le gusta, o que se dirija a un público al que usted no está acostumbrado.

En el mundo de la radio, es importante poder adaptarse rápidamente a los cambios y desafíos que surgen. Un locutor o presentador que tiene dificultades para adaptarse a nuevas situaciones o tecnologías puede afectar negativamente la eficiencia y la calidad del programa.

  1. Problemas de comunicación:

Si una persona no es capaz de comunicarse correctamente con sus compañeros de trabajo, mucho menos lo será para hablarle al público.

La comunicación efectiva es fundamental en un entorno de radio. Si un locutor no puede hablar claramente con el equipo de producción, los colegas de otras áreas o con sus jefes, puede haber malentendidos y errores que afecten la fluidez y la coherencia de la programación.

Desconfíe de las personas calladas. En la radio se necesitan locutores extrovertidos, que sepan manifestar sus emociones y contagiar al público con ellas, y que sean capaces de hablar sin rodeos cuando algo no les gusta o cuando ven que algo funciona muy bien.

En un medio de comunicación es esencial que sus empleados, y especialmente sus locutores, sepan comunicarse entre sí.

  1. Falta de compromiso con la calidad del sonido:

Hay locutores que solo se preocupan por abrir el micrófono y hablar, y creen que la atención del público solo gira en torno a ellos.

Se les olvida que, si la calidad del sonido no es buena, si hay distorsión, si su micrófono suena muy bajo y la música muy arriba o, lo peor, si ni siquiera se dan cuenta de que la emisora está fuera del aire, la gente se irá a otra parte.

La calidad del sonido es crucial en la radio. Si un locutor no se preocupa por mantener un sonido claro y sin problemas técnicos, puede afectar la experiencia auditiva de los oyentes y generar frustración.

Un buen locutor de radio debe estar siempre atento a la buena calidad del sonido, dentro y fuera de la empresa. Debe monitorear la emisora de manera permanente, escuchar la ecualización y la modulación, compara su estación con las de la competencia y sugerir mejoras continuas.

Conclusión

En resumen, estas son algunas de las razones por las cuales un locutor o presentador podría ser considerado un problema en una emisora. Cada punto destaca un aspecto que puede afectar la calidad del contenido, la experiencia del oyente y la reputación general de la emisora.

Como director, es importante abordar estos problemas y fomentar un ambiente de trabajo positivo y profesional para garantizar el éxito de la emisora.

Tito López hace radio desde 1975 y ha creado formatos radiofónicos exitosos en Colombia, Portugal, Chile, Panamá y Costa Rica.
Es coach de talentos, intérprete de investigaciones de audiencia, productor, blogger, libretista y conductor de programas de radio.
Lo puede seguir en Facebook como Oscar.Tito.Lopez y en Twitter como oscartitolopez.
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