Opinión
Hoy vengo a poner un tema polémico sobre la mesa. Seguramente has escuchado a compañeros colegas de la industria de la radio que han afirmado que su emisora “va dirigida a todo el público”. Por los menos yo sí he escuchado a más de 10 ejecutivos que hacen esa afirmación con mucha seguridad y orgullo, sin embargo, hoy quiero preguntarte, ¿Realmente estos conceptos de radio que mezclan música al por mayor de cualquier género y época, funcionan?
Personalmente considero que este tipo de emisoras actualmente tienden a tener públicos con un amplio gusto musical, pero realmente no logran enganchar con nadie en particular, lo cual es grave, ya que no existen muchos radioescuchas de estos conceptos que se encuentren verdaderamente comprometidos con encender su dial día con día.
La mercadotecnia contemporánea nos indica que actualmente vivimos en un mundo en donde los bienes y servicios tienen que segmentarse sí o sí, ya que cada generación o cada nicho de mercado tiene peculiaridades muy importantes, las cuales tienen que conectar con algunas características de los productos.
Entonces, qué pasa si tu emisora transmite reggaetón, mezclado con música regional mexicana, salsa, baladas, electrónica; en combinación con contenidos hablados que abarcan aspectos relevantes para las mamás, economía, y tendencias de artistas juveniles. Lo único que lograrás hacer será confundir a tu público, el cual hallará una mezcla que realmente le habla a todos y a la vez a nadie.
Debo ser muy claro, estas emisoras de radio con formato “fluido”, por así llamarlo, surgieron hace más de 50 años, cuando sólo había una radiorreceptor en cada casa y las estaciones tenían que abarcar con su programación a los gustos de cada miembro de la familia, sin embargo, hoy en día las cosas son distintas; al menos en los hogares de clase media, cada persona tiene sus propios devices para consumir contenidos, los cuales van desde radios analógicas, smartphones, altavoces inteligentes, televisiones, etc.
El público de hoy ya no hace de la escucha de la radio un ritual como anteriormente, en donde toda la familia se reunía alrededor de un aparato para informarse y entretenerse.
El querer llegar a todo el mercado hace que todas tus estrategias se diluyan y realmente tu relevancia se pierda en el afán de ser del gusto de todos. Mientras mejor definido tengas al segmento al que le hablarás, más estrategias asertivas podrás idear, con menor margen de error, pero sobre todo, enfocándote en la forma en la que piensan tus consumidores.
Abarcar un mercado más grande, no significa necesariamente que venderás más. Toma esto en cuenta y empieza a hacer tus cambios necesarios 😉