En Colombia lo llamamos “director de emisora”, aunque al entrar a ser parte de conglomerados industriales o económicos, el nombre del cargo puede haber variado. Por ejemplo, en algún momento dejé de ser “director” para ser “jefe de emisora”.
En Estados Unidos lo llaman “director de programación” y en otros países se le conoce como “director artístico”.
Estoy hablando de esa persona que está a cargo del sonido general de la estación. Administra la programación de la emisora y supervisa al personal para garantizar que siempre suene lo mejor posible y se adapte a las necesidades de sus oyentes.
Si usted tiene aspiraciones, si quiere avanzar en su carrera y llegar a dirigir una estación de radio, es clave que entienda cuáles serán sus responsabilidades y privilegios.
Para conocerlos puede leer este artículo que publiqué en marzo de 2020: “¿Qué hace un director de emisora?”
Así mismo, al final dejaré enlaces a otros artículos recomendados para quien desee llegar a ser un buen director.
Pero antes de leer esos artículos, aquí está mi lista de cualidades y requisitos que debe cumplir un buen director:
- Comprende que la radio es un negocio impulsado por las encuestas y ofrece cifras de audiencia ganadoras al departamento comercial.
- Es un defensor de los oyentes de su target. Sabe exactamente cuáles son las necesidades y deseos de sus oyentes más fieles.
- No le teme a la investigación de mercados y, por el contrario, quisiera que en su empresa dedicaran más presupuesto para conocer más de cerca los gustos y necesidades de su público objetivo.
- Ama, respeta y asume los increíbles poderes de la imaginación, el conocimiento, la creatividad, la actitud, el enfoque y la tecnología. Sabe que la radio es el teatro de la mente.
- Es un líder, un entrenador, un empresario.
- Valora las habilidades sociales y procura ser una persona buena y justa que intenta crear un entorno estimulante, positivo y desafiante para las personas creativas.
- Sabe que construir una gran emisora es igual a correr una maratón que no tiene línea de meta. Sabe que el precio de su éxito es tener que enfrentar más competidores.
- Sabe y no teme tomar decisiones a veces impopulares, es un pensador estratégico, un excelente oyente.
- Es una persona que tiene clara en su mente cómo debería ser una emisora ideal y se esfuerza por ponerla al aire en cada salida al aire, en cada cuarto de hora, en cada día.
- Es una persona que sabe manejar los recursos económicos que le han asignado. Para ello acepta esa responsabilidad, hace una planificación diligente y maneja con prudencia los recursos más importantes de la empresa: talento, tiempo y dinero.
- Exige y trabaja para mantener un entorno en el que no haya “sorpresas”. Siempre mantiene a sus jefes informados de todo lo que pasa al aire, en programación y en el mercado.
- Entiende que, al igual que los demás programadores, tiene los mismos sesenta minutos para entregar el mejor contenido, así que utiliza cada minuto para sacar el máximo provecho en la batalla por el tiempo, la mente, la lealtad y la recordación del oyente.
- Mantiene su emisora fresca, convincente, entretenida, informativa, de actualidad, local, fácil de identificar, memorable y dentro de la estrategia establecida cada hora de cada día.
- Sabe en qué gasta su tiempo.
- Se centra en tomar acciones positivas y proactivas para cambiar la realidad en la que viven y trabajan él y sus compañeros.
- Pone la integridad en primer lugar. Además, siempre entrega más resultados de los que promete.
- Sabe que nunca podrá ejecutar un plan solo y que debe inspirar, motivar, dirigir y liderar un equipo para ganar de manera constante.
- Se da cuenta de que la cabina de radio es un escenario y no una oficina. La actividad más importante de toda la emisora ocurre en ese estudio, en el que los talentos se la pasan hablando solos y presionando botones.
- Concentra sus esfuerzos en los resultados más que en su trabajo.
- Basa su trabajo en sus propias fortalezas y en las de sus superiores, sus colegas y sus subordinados.
- Sabe que debe primar la estrategia sobre sus gustos personales y mantiene fuera del aire elementos que no agreguen valor.
- Se mantiene al día frente al cambiante mundo tecnológico y procura adaptar su trabajo a este nuevo entorno. Se rodea de mentes talentosas y aprende de líderes de clase mundial.
- Sabe que el mayor esfuerzo creativo, el más efectivo, mejor redactado, mejor producido, más atractivo y entretenido es el que le pone a una promoción que involucre a un cliente.
- Cuida y protege la licencia que tiene su empresa en concesión. Sabe cuáles son los límites y evita ponerla en riesgo, porque sin ella no hay emisora.
- Siempre les está dando a los oyentes motivos para escuchar más y hacer que regresen más seguido.
- Sabe que el respeto por los demás es lo primero y que nunca hay una excusa para los malos modales. Comprende que la forma más eficaz de tratar con promotores artísticos, disqueras, proveedores y otras personas a las que se les paga por ofrecerle a usted sus servicios es dejarles hacer su trabajo (porque sabe, además, que algún día ellos podrán ayudarle a su emisora).
- Siempre les da la bienvenida a opiniones y consejos de otras personas, y está abierto críticas constructivas y a nuevas ideas.
- Nunca subestima la competencia.
- Disfruta genuinamente de lo que está haciendo y se divierte haciéndolo.
- Le encanta compartir lo que sabe y está comprometido con una vida de aprendizaje, lectura, observación y crecimiento.
- Posee una curiosidad sin límites y una exuberancia casi infantil y contagiosa: se atreve a ser ingenuo.
- Se apasiona por crear, reinventar y montar una gran radio todos los días.
Conclusión
Si quiere conocer más acerca de los requerimientos para llegar a ser un buen director de emisora, le recomiendo leer estos artículos: