Estos consejos le ayudarán a agregar dimensión, fuerza, vitalidad y autoridad a su voz al hablar.
Su mejor herramienta como locutor es su voz. Cada vez que le habla a una audiencia, su mente, su cuerpo y su voz actúan como socios en su esfuerzo por comunicarse con sus oyentes. Cuando usted habla, su voz es el vínculo principal entre usted y sus oyentes. Es el medio de su mensaje.
Sin embargo, lo más probable es que la voz que está utilizando ahora no sea su mejor voz. Es posible que su voz óptima haya quedado escondida bajo capas de malos hábitos. A pesar de ello, si quiere convertirse en un buen locutor es clave que la encuentre y la ponga a trabajar.
Su voz refleja su personalidad con un lenguaje propio. Una voz natural que proyecta cordialidad, cultura y autoridad es una herramienta importante para el éxito personal.
Más allá de ayudarle en su carrera como locutor o actor de voz, una voz bien manejada puede ayudarle a desempeñarse mejor frente a sus amigos, familiares y jefes, a ganarse el respeto de los demás y a mejorar sus oportunidades sociales, así como a hablar de manera efectiva con su audiencia.
Cuando usted habla, su voz refleja su estado mental psicológico y emocional.
No puede esperar persuadir o influir en los demás, o incluso lograr que lo escuchen de manera positiva, si su tono es duro y antipático. Una voz así puede ahuyentar al oyente incluso cuando esté tratando de atraerlo con su charla.
La amabilidad es un requisito para hablar bien. Es, en gran parte, una cuestión de costumbre, que es igual a lo que pasa si usted ha adquirido un tono hostil.
Si usted suena como si estuviera regañando, si lo hace en un tono desagradable, es posible que deba hacer algo más que simplemente desarrollar su voz. Es posible que deba reevaluar cómo se ve a sí mismo, a otras personas y a cómo ve la vida en general.
Luego de darse una mirada autocrítica, lo más probable es que pueda desarrollar el tipo de voz que atraiga una atención favorable y refleje las cualidades que desea proyectar. Simplemente tiene que deshacerse de los malos hábitos del habla y reemplazarlos por otros positivos que mejorarán su voz al hablar.
Lo ideal es llegar a desarrollar una voz que sea:
- Agradable, que transmita una sensación de calidez.
- Natural, reflejando su verdadera personalidad y sinceridad.
- Dinámica, que dé la impresión de fuerza, incluso cuando no se requiera hablar duro.
- Expresiva, que retrate varios matices y que nunca suena monótona o sin emoción.
Para lograr lo anterior es importante tener en cuenta varias consideraciones, pero lo primero que debe hacer es encontrar su tipo de voz. A continuación presento algunas ideas que le permitirán saber cuál es el suyo.
¿Susurra o golpea?
Algunas personas hablan demasiado alto. En el otro extremo están los que apenas se escuchan. El volumen de la voz debe ser apropiado en fuerza e intensidad y debe ser variado para agregar énfasis e impacto dramático a lo que hable.
Usted puede hablar en voz baja con apoyo vocal, pero debe tratar de que ese susurro sea audible. Un susurro es aire sin sonido; el aire debe vibrar contra sus cuerdas vocales para producir un sonido audible.
Si su voz es susurrante, evite que se desvanezca. Una frase puede comenzar bastante bien y luego llegar a ser ininteligible. Si usted realmente quiere comunicarse con su audiencia, tiene que aprender a proyectar su voz.
¿Es monótono o melodioso?
Cuando habla de algo, ¿su voz transmite vida, color y melodía, o sus frases salen planas, rígidas y sin variedad? ¿La gente encuentra agradable su rango vocal?
Los buenos locutores varían su conversación para expresar emoción y convicción. Si el tono de su voz es chillona, gutural, estridente o plana, entonces usted deberá trabajar en su tono. Lo ideal es que ese tono suene bajo, claro, completo y variado.
¿Su voz es una nube de lluvia o un arco iris?
La esencia del sonido de su forma de hablar es la calidad de su voz. Ella expresa “color” emocional. El color de su voz es lo que usted usa para transmitir sus sentimientos, y estos sentimientos deben ser positivos cuando se dirige a una audiencia.
Sus pensamientos son una especie de energía que les transmite a los demás. A través de la calidad de su voz usted establece, realmente, el tono de su relación con una audiencia o con una persona con la que está hablando.
Si su voz es plena, clara, suave y entusiasta, puede crear un vínculo inquebrantable de amistad y aceptación. Por otro lado, si la calidad de su voz es nasal, entrecortada, áspera o sin vida, debe concentrarse en mejorarla.
La causa principal de una voz negativa es la tensión emocional o física que usted viva y termine reflejando, por lo que controlar la tensión es fundamental para mejorar la calidad de su voz.
La clave para desarrollar una calidad de voz efectiva es ser consciente de los diferentes roles que desempeña durante un día típico, como padre, empleado, jefe, amigo, amante, consumidor, vendedor, etcétera.
Cada uno de estos roles refleja diferentes rasgos de su personalidad y requiere diferentes imágenes de voz.
Escuche cómo suena su voz en sus diversos roles mientras habla con otras personas. Ponga atención en lo que hace con su voz. ¿Cómo se mueve su boca? ¿Cómo está usando sus labios?
Para mejorar su voz, debe tomar conciencia del estrés, la tensión muscular y la relajación. La recomendación más importante es relajar la garganta mientras habla.
Piense en términos de amabilidad, confianza y deseo de comunicarse. Si libera la tensión de su voz, probablemente resultará un tono agradable. Recuerde que las emociones y los matices vocales que expresa con su voz pueden despertar emociones similares en los demás.
¿Es usted un ‘murmurador’?
¿Ha visto cantar a Julio Iglesias? Parece que lo hiciera con la boca medio abierta y algunas veces es difícil entender lo que dice.
Cuando usted habla debe entenderse lo que trata de comunicar. Si pronuncia mal sus palabras, si se las traga, las reprime o las dice murmurando, la gente podría cansarse muy pronto de lo que usted trata de decirles.
¿Cómo es su articulación vocal?
El término ‘articulación’ se refiere a la claridad con la que usted formula sus palabras cuando habla. Incluye tanto cómo pronuncia palabras individuales como con qué claridad crea los sonidos del habla.
La pronunciación es la formación y expresión de palabras. Es el producto de sonidos correctos en la secuencia de una palabra. La mala pronunciación, por otro lado, es la incapacidad de producir los sonidos correctos.
Ejemplos de mala pronunciación: Pa’ qué (para qué). Pu’allá (por allá). Veniste (viniste). Halicótero (helicoptero). Fideligno (fidedigno). Venistes (viniste). Hubieron (hubo). Haiga (haya).
La enunciación se relaciona con la plenitud y claridad de los sonidos del habla. La pronunciación y la enunciación se combinan para formar la base de la articulación o dar forma a los sonidos de la lengua, los dientes, el paladar, los labios y la nariz. La articulación clara requiere tres condiciones:
1. El sonido debe formarse con precisión.
2. El sonido debe estar suficientemente apoyado por la respiración.
3. El sonido debe terminarse completamente.
¿Se arrastra como una tortuga o corre como una liebre?
La velocidad a la que usted habla está estrechamente relacionada con su personalidad. En consecuencia, es difícil cambiar esa velocidad porque se relaciona con la forma como usted piensa y se comporta, como vive su vida.
Como sea, usted debería evitar hablar demasiado lento o demasiado rápido porque podría distorsionar su articulación, limitar los cambios de tono y alterar la calidad de su voz.
Alguien que hable muy lento puede no darse cuenta de cómo los oyentes deben esforzarse para prestar atención. La gente piensa a un ritmo mucho más rápido que la velocidad normal del habla, y hablar demasiado lento hace que los oyentes traten de terminar las frases antes de que usted acabe.
Además, hablar muy lento podría resultar en distorsión del sonido y falta de variedad, lo que puede hacer que lo que diga sea incomprensible.
Pero hablar demasiado rápido crea problemas similares. Cuando la información se arroja a un ritmo rápido, los oyentes se frustran y dejan de prestar atención. Un hablante rápido también puede acortar los sonidos, comerse palabras y no variar la intensidad, el volumen y el tono.
La velocidad de conversación más eficaz es de 120 a 160 palabras por minuto. Usted puede mantenerse fácilmente dentro de este rango óptimo hablando lo suficientemente rápido para evitar un sonar aburrido, pero lo suficientemente lento como para que lo que diga sea comprendido.
Al variar su velocidad de habla durante una charla, también puede reflejar los cambios en las emociones y el estado de ánimo, así como enfatizar los puntos críticos.
¿Cómo es su modulación?
La gente habla con notas musicales. Si no me cree, y aunque está en inglés, mire con atención este video, en el que su autor trata de seguir la modulación del entrevistado usando notas musicales:
Él es Louis Farrakhan, un líder religioso y activista estadounidense, quien parece cantar mientras ofrece esta entrevista al periodista Mike Wallace, de “60 Minutes”.
Un buen locutor puede usar hasta 25 notas diferentes para transmitir variedad y significado. Un locutor de una sola nota es tedioso para la audiencia y promueve la falta de atención y el aburrimiento. La variedad vocal es la forma en que usa su voz para crear interés, entusiasmo y participación emocional.
Eso se logra variando el tono, el volumen y la sincronización.
Las inflexiones comprenden otra característica importante del habla. Una inflexión es un tono elevado, una nota alta que se usa para agregar énfasis a una palabra. Un solo cambio en la inflexión a menudo puede cambiar el significado o la implicación de una oración
Mire con atención cómo cambia el sentido de una misma frase dependiendo de la palabra donde haga la inflexión:
- Yo nací en Australia (Hago énfasis en que hablo de mí y no de usted).
- Yo nací en Australia (Hago énfasis en que he nacido)
- Yo nací en Australia (Hago énfasis en que no nací fuera de Australia).
- Yo nací en Australia (y no nací en Nueva Zelanda).
Conclusión
Ahora que conoce sus problemas de voz, deberá tratar de mejorarla realizando diferentes ejercicios. Su objetivo debe ser la eficiencia vocal: tratar de producir la máxima salida vocal con mínimo esfuerzo. Una voz eficiente es suave, versátil y se produce con muy poco esfuerzo.
Para conocer esos ejercicios y para leer otros consejos que le ayuden a mejorar su voz, lo invito a leer estos artículos. Dé clic en cada título para leerlos: