En radioNOTAS estamos de estreno, con la sección, ‘En La Pluma de’, un espacio abierto para todos los colaboradores de la radio que tengan algo qué compartir con nuestros lectores.
En esta ocasión, nuestro segundo invitado es Josué Del Castillo ‘El Bronco’, quien cuenta con 30 años de experiencia continua en la radio y los medios de comunicación en Mexico y Estados Unidos. Es Licenciado en Ciencias de la Comunicación egresado de la Universidad Valle Del Bravo con especialidad en Mercadotecnia. En su trayectoria profesional ha sido programador musical de las estaciones de radio La Pantera en Bustos Media con cede en Portland Oregon, además titular del «Bronco Show» de La GranD en Oregon, Washington y California.
Durante mucho tiempo, cada que surge una nueva tecnología de transmisión de contenidos o música, escucho nuevamente el grito aguerrido de algún sector que dice, “ahora sí, ya se acabó la radio”. Desde los días en que salió el primer disco compacto en 1982 las personas argumentaban que no había necesidad de escuchar AM/FM “en vivo” porque este nuevo formato te permitía traer contigo la música que querías escuchar.
El 14 de julio de 1995 nació el formato de audio más extendido y conocido, el MP3, que unido a la popularidad del internet ayudó al surgir de las primeras “Radios virtuales” y claro la llamada “Radio convencional” ya no tenía cabida. Qué decir de la evolución de los celulares que al convertirse a “inteligentes” y dejar de ser solo para hablar o mensajearse; estos devices se convirtieron en pequeñas computadoras portátiles que abrieron el camino al nacimiento de aplicaciones y redes sociales, las cuales de a poco entrarían al mercado de venta, transmisión o distribución de música o contenidos, ya sea de manera legal o a través de la popular “piratería”. Claro, fuertemente se escuchó el grito de: “ahora si ya se acabó la radio”.
Y si, en un sentido estricto la radio ya cambió y tenía que suceder, no podía existir de la misma manera en la que surgió el jueves 07 de septiembre de 1930 a las 8 de la noche con 5,000 watts; cuando la XEW daba inició sus transmisiones desde el número 9 de la calle 16 de septiembre, en los altos del cine Olimpia en el Distrito Federal donde tocó la banda de policía bajo la batuta del maestro don Miguel Lerdo de Tejada.
La radio tenía que cambiar ante tanto avance tecnológico y movimiento social, pero tenía que sucumbir para renacer, para reinventarse, ante los cambios y ser más fuerte para sobrevivir a los cientos de opciones disponibles para el consumidor.
Este renacimiento de la radio está en proceso, y se vive con diferentes realidades en México como en USA, así como en sus diferentes formatos y niveles socioeconómicos. Entrar en detalles será tema de otro momento, pero sus síntomas generales son muy similares. La radio a nivel gerencial necesita una renovación de sus maneras de hacer ventas, no podemos seguir con las mismas ideas y esperar diferentes resultados. Debemos darle mejor valor a su factor humano el cual hace la diferencia en la personalidad de cada estación de radio, la competencia es mucha.
Los contenidos necesitan ser apropiados a los tiempos y necesidades de la sociedad; los locutores en su gran mayoría necesitan aspirar a un nivel de profesionalización si es que queremos una dignificación de lo que se ha convertido este “oficio” para poder esperar mejores sueldos y mejores condiciones. Creo que además estamos viviendo un cambio generacional en los dueños de empresas radiales lo cual veo muy positivo.
También estoy convencido que para este renacimiento de la radio necesitamos, aprender y jugar con las nuevas reglas del negocio, veo a las grandes compañías de música y/o aplicaciones anunciarse en grande en los principales eventos a nivel nacional con llamativas campañas de publicidad, la gran mayoría de las veces la radio es un medio de publicidad que parece que no cree en la publicidad y no se anuncia; no me refiero a los solitarios comerciales regionales o locales de algunas estaciones de radio, la industria debería de unirse, elaborar fuertes campañas para recuperar el lugar que por derecho le pertenece a AM/FM y que por percepción, el auditorio cree ya no se tiene.
Hoy estoy convencido que la radio está más viva que nunca, lista y en evolución para competir y seguir cumpliendo con sus funciones básicas con las que un día nació: educar, entretener e informar.
