Estamos en navidad y en Colombia tenemos una bonita costumbre: las novenas de aguinaldos. En ellas se sigue paso a paso el camino de la Virgen y San José hacia un establo en Belén donde se ubicará para dar a luz al Niño Jesús.
En cada país existen celebraciones y ritos parecidos y, más allá de su connotación religiosa, se trata de una tradición familiar, en la que padres, hijos y demás familiares se reúnen con ese pretexto para departir, ponerse al día con los últimos acontecimientos y, al final, unirse para cantar, ofrecer los mejores deseos y compartir los regalos de navidad.
En mi caso, recuerdo que mi papá nos rezaba esa novena cada noche a partir del 16 de diciembre, y de niño, el mejor momento era cuando decía:
“Todo lo que quieras pedir, pídelo por los méritos de mi infancia y nada te será negado. Llenos de confianza en ti, oh Jesús, que eres la misma verdad, venimos a exponerte toda nuestra miseria”.
Justo en ese momento se detenía y cada uno de quienes participábamos en la novena comenzábamos a leer la carta que le habíamos escrito al Niño Dios y que habíamos dejado debajo del árbol de navidad.
Tomando como inspiración esa linda tradición, quiero compartir mi lista de pedidos para este año. No sé si se parezca a su lista o si a usted se le ocurren otras cositas.
Querido niño Dios.
Con motivo de la pandemia, este año me he portado muy bien. Al estar encerrado en casa evité muchas tentaciones y no tuve muchas oportunidades de pecar. Debido a mi buen comportamiento creo que merezco recibir algún premio.
Aquí está mi lista de pedidos, a ver cuáles me puedes conceder:
1. Dile a mi jefe que reconozca mi esfuerzo con algo más que una palmadita en el hombro. Un bono o un par de días de vacaciones extra no me caerían mal.
2. Yo sé que no me puedes regalar un carro nuevo. Pero sí podrías hacer que en el próximo remoto desde el concesionario de Lamborghini me regalen una prueba de manejo.
3. Entiendo que el público quiere entretenerse con la música y la energía que los locutores entregamos las noches del 24 y el 31 de diciembre. Permíteme ser un oyente más. No dejes que me pongan a trabajar en esos turnos.
4. Por un día, por un solo turno, déjame salirme de la programación y poner al aire la música que a mí me gusta, las canciones que yo escoja.
5. Permite que las fotos de esa oyente que conocí en Instagram no estén llenas de filtros y Photoshop, y que me vaya bien en nuestra primera cita.
6. Haz que los oyentes que llaman todos los días a pedir las mismas canciones o a que les mande ‘saluditos’ se vayan de vacaciones por un buen tiempo y que no puedan regresar porque hay restricción de vuelos.
7. Mi celular está un poco maltrecho. Lo he dejado caer varias veces, especialmente durante los remotos. ¿Qué tal si la empresa decide premiarme con uno de esos iPhones nuevos que sobraron de la promoción?
8. A propósito: con el sueldo que recibo no me puedo dar el lujo de comprar un plan de datos costoso. Habla con mis jefes a ver si, al menos, me tienen en cuenta los minutos que me he gastado en las transmisiones remotas, aunque también podrían incluirme en el plan de la empresa, tal como hacen con los ejecutivos de ventas…
9. Haz que esa oyente que conocí por Whatsapp no me diga que me imaginaba diferente, y que me pregunte que, con esta pinta, cómo es que no estoy en televisión.
10. Haz que mi franja sea la de mayor audiencia dentro de la emisora en la próxima medición. Prometo que haré mi mejor esfuerzo. Y si no lo logro, haz que al menos le gane a mi competidor.
11. Este regalo no es para mí sino para mi compañero: él necesita un buen desodorante y un tratamiento especial para su malestar estomacal. Aunque a mí no me traigas nada, acuérdate de él.
Conclusión
La verdad, yo ya estoy retirado de la radio. Tristemente ya no estoy sentado frente a una consola compartiendo la música y conversando con mis oyentes. Este podría ser otro de mis pedidos navideños…
Pero seguramente usted sí lo puede hacer. Ojalá todos sus deseos se cumplan y que el Niño Jesús, Santa Claus, los Reyes Magos o simplemente sus personas más queridas lo colmen de regalos, alegría y mucho amor.
¡Feliz navidad!
