5 errores de un presentador de radio novato

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5 errores de un presentador de radio novato

Una cosa es sentarse a hacer un turno en una emisora musical y otra, muy diferente, es sentarse a hablar en un programa en el que tendrá invitados y participación de los oyentes.

En un turno usted básicamente se preocupará por hablar entre dos canciones. Seguramente su salida al aire será corta y la conversación será de una sola vía, entre usted y el oyente.

Pero en un programa con conversación, ya sea en una emisora hablada, en un Morning Show o en un simple programa de entretenimiento, usted deberá preocuparse por mantener a la audiencia conectada con el tema que va a tratar, tener contento al invitado para que dé lo mejor de sí y hacer que los oyentes se sientan motivados a llamar.

Como dice el viejo dicho que tantas veces he repetido, “la práctica hace al maestro”. Es probable que usted cometa algunos errores cuando está comenzando y los irá superando con el tiempo.

Sin embargo usted puede acelerar ese proceso procurando evitar algunos errores comunes que cometen quienes participan por primera vez en ese tipo de programas. Aquí hay 5 de esos errores:

Error #1: No tener una opinión

Si usted quiere aburrir a la gente hasta la muerte, no exprese una opinión. La gente no enciende la radio para escuchar a alguien que nunca tiene un punto de vista respecto a cualquier tema.

La gente quiere saber usted de qué lado está, quiere tomar partido con lo que usted dice o estar completamente en desacuerdo con ello. Esto hace que el público quiera participar más activamente, que trate de comunicarse con la emisora y establecer un diálogo.

En Colombia, a Iván Mejía Álvarez o a Carlos Antonio Vélez hay mucha gente que los admira e igualmente hay muchos que los odian, pero lo cierto es que sus comentarios nunca pasan inadvertidos, generan polémica y los hacen acreedores a grandes salarios por su trabajo.

Ellos son especialmente obstinados, pero pueden respaldar sus opiniones con hechos y al mismo tiempo interponer su propia actitud. Y lo mejor: producen recordación, que es la forma como nos miden las encuestas de radio.

Error #2: No respetar a quienes llaman

Un buen presentador de radio contará con una variedad de personas que llaman a expresar sus propias opiniones, ya sea que apoyen la suya o que estén en su contra.

Si usted abre las líneas de su emisora, obviamente deberá estar preparado para que la gente exprese sus propias opiniones y su sentir frente al tema planteado, y es posible que haya opiniones diferentes a la suya.

Si usted siente que alguien lo va a contradecir o a expresar una opinión que no le gusta, y corta esa llamada, sus oyentes van a pensar que usted es una persona de mente estrecha.

Claro, hay ocasiones en las que es necesario interrumpir a algunas personas si se están volviendo despectivas o si usan lenguaje vulgar. Sin embargo, en la mayoría de los casos, lo ideal es dejar que el oyente exprese libremente su opinión.

Y lo ideal es no dejarse llevar por la rabia contra ese oyente, no debe responderle en malos términos ni tratar de ridiculizarlo. Claro que su opinión es importante, pero si abre los micrófonos a los oyentes es porque respeta las opiniones de ellos.

Error #3: Solo hacer preguntas

Si tiene un invitado en el programa, es clave establecer un diálogo sólido de preguntas y respuestas, porque los oyentes quieren escuchar cómo los invitados responden a esas preguntas.

Si quiere aceptar llamadas de sus oyentes para que le hagan preguntas a su invitado, está bien. Será un honor para ellos poder conversar con la persona que está entrevistando.

Sin embargo, la gente quiere escuchar la forma como usted se desempeña en la entrevista, cuáles son sus dudas e inquietudes, saber si usted es capaz de hacer esas preguntas que ellos quisieran escuchar e, incluso, de pronto sacarle algún secreto a ese invitado.

Recuerde que quienes responden a la pregunta también le responden a usted. Los oyentes lo escuchan porque quieren ver cómo usted maneja la entrevista y saber si se ponen de su lado o le llevan la contraria.

Y no se quede con las preguntas que preparó o que tenía en el libreto. Escuche con atención las respuestas de su invitado. Es muy posible que salgan otras preguntas muy interesantes que usted no había preparado y que le darán más espontaneidad a la entrevista.

Error #4: No apagar el micrófono

Cuando termine la entrevista, cuando termine el segmento o cuando vaya a un corte de comerciales, asegúrese de apagar el micrófono. En este error hemos caído muchos.

De pronto usted quería darle una instrucción al productor o al operador. También podría ser que usted, creyendo que ya está cerrado el micrófono, diga alguna grosería, algo que pueda ser sacado de contexto o algún comentario salido de tono.

Pero cuídese también de lo que la gente ve si usted está transmitiendo en video. Muchos recordarán el momento en el que Camila Zuluaga de Blu Radio hace la seña para que corten la llamada del presidente del concejo de Bogotá Carlos Fernando Galán en abril de este año.

El oyente no se tiene que enterar de lo que pasa tras bambalinas en la emisora, y gran responsabilidad de esa tarea recae en usted, como presentador o conductor de un programa.

Error #5: No establecer la mezcla adecuada

Obvio que esta recomendación va especialmente para el productor o el operador de audio, pero usted deberá estar escuchando con atención todo lo que suena al aire en la emisora y preocuparse porque lo que usted o sus invitados hablen se escuche claramente.

Sin una mezcla de audio adecuada, los oyentes pueden tener dificultades para escucharlo a usted, especialmente si los efectos de sonido o la música suenan demasiado alto. Siempre asegúrese de que esté configurada la mezcla adecuada.

Los audífonos no solo se usan para saber si está al aire o para escuchar instrucciones de su productor o del operador. Están ahí para que usted se escuche a usted mismo como si fuera otro oyente.

Conclusión

Recuerde que usted goza de un privilegio que muy pocas personas pueden tener. Hablar por un micrófono de radio solo lo pueden hacer muy pocas personas en su ciudad, así que no desperdicie ese privilegio.

Sus oyentes quieren conocer más de usted, qué piensa, cómo se comporta frente a diversos temas, qué tanto sabe y qué manejo les da a sus invitados y a los mismos oyentes que participan.

Muestre lo mejor de usted. Del impacto que cause en sus oyentes dependerán los resultados de audiencia, la continuidad de su contrato, la posibilidad de ser llamado por otras emisoras y la obtención de un mejor salario.

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