El 12 de diciembre de 1901 Guillermo Marconi, en colaboración con el inglés John A. Fleming, recibió en la ciudad canadiense de San Juan de Terranova la primera señal telegráfica sin hilos, una «S» en código Morse, enviada desde Poldhu, en Cornwall, Inglaterra, estableciendo una distancia de 2.400 km.
De esta forma Marconi pasó a la historia por establecer la primera comunicación transatlántica, sin el uso de cables de ningún tipo, por ondas de radio.
La leyenda cuenta que al terminar la transmisión subió al filo de una alta montaña. Allí se abrieron los cielos y una voz potente pero calmada le habló para entregarle, en medio de truenos, rayos y centellas, las tablas con los 10 Mandamientos de la radio.
No sabemos dónde se encuentran actualmente las tablas originales. Lo único que tenemos es el texto que quedó allí inscrito en piedra, por lo que esos mandamientos son imposibles de borrar o modificar.
Si tú trabajas en radio y aspiras con llegar a estar sentado a la diestra de Marconi, o al menos a ocupar el primer lugar de audiencia en tu ciudad, te recomiendo que estudies cuidadosamente y guardes siempre en un lugar visible estos mandamientos.
Esta historia no ha sido comprobada en su integridad. Es más, podría ser un invento mío… pero lo que dicen los 10 mandamientos sí es realidad.
Aquí están esos 10 mandamientos de la Radio:
1. Amarás a la radio sobre todas las cosas.
Antes, muchos de quienes hacían radio la miraban como un trampolín para llegar a la televisión. Ahora, con la llegada de las diferentes plataformas y redes sociales, muchos desean ser youtubers e influenciadores.
Usa las redes para posicionar tu nombre. Usa Youtube o TikTok para divertir a tu público, pero recuerda que la radio siempre deberá ser tu prioridad. Las modas vienen y van. La radio ha permanecido en el tiempo desde 1901 y sigue tan campante.
2. No tomarás el nombre de la radio en vano.
Recuerda que es tu pasión, es lo que sabes hacer, es lo que te da con qué vivir, es lo que te hace popular entre el público. No hables mal de la radio, a pesar de las dificultades o de que no ganes el sueldo que esperabas.
3. Santificarás las fiestas.
Hay que salir a la calle a ver qué hace la gente, cómo se divierte y qué música es la que la hace vibrar. Más allá de la rumba, un buen disc-jockey debe estar al tanto de todo lo que está de moda.
Divertirse no es un pecado, pero como personalidad de radio es importante aprovechar los momentos en los que la gente se divierte para conectarse con el público.
Pero también es clave aceptar el sacrificio de trabajar los días festivos. Los oyentes viven otro ambiente en esas fechas, y la radio debería ser su mejor compañía. Además, en muchas partes el pago es el doble o el triple.
4. Honrarás a quienes te inspiraron.
“En la radio, ya todo está inventado”. Esta es una frase que se usa mucho en nuestro medio, y en el fondo es cierta. Aunque a cada rato se nos ocurren ideas nuevas, es muy posible que alguien ya hubiera hecho algo similar mucho antes que nosotros.
La radio se ha reinventado con el tiempo, a medida que los gustos del público han ido cambiando. Sin embargo, siempre debemos tener presentes a aquellas personas que nos abrieron el camino, que nos dejaron sus ideas y enseñanzas.
Este mandamiento incluye también el respeto a los jefes, a esas personas que no están necesariamente al aire pero que sí están ideando estrategias ganadoras y viendo cómo facilitar tu trabajo, asegurar que recibas tu sueldo sin falta y generar dinero para los dueños de la emisora.
Su esfuerzo es muy grande. Muchas de sus decisiones pueden ser controvertidas, pero su responsabilidad es muy grande y muchas veces no alcanzamos a entender todas las razones que los llevan a tomar determinadas decisiones.
5. No matarás.
No te conviertas en un asesino. No mates una buena canción hablando encima o llenándola de ‘marcaciones’ o identificaciones de la emisora. No mates a los oyentes con conversaciones aburridas, repetitivas, llenas de frases de cajón y muletillas.
No mates la buena historia que está contando tu interlocutor, tratando de ser más divertido o saber más que él. No mates el tiempo hablando de cosas que no aportan o divierten. No mates a un oyente que se equivocó o que no pudo contestar correctamente algún concurso.
6. No cometerás actos impuros en la cabina
La cabina de la emisora es un templo sagrado. Está hecha para trabajar tranquilamente, alejada del mundanal ruido. No invites a tus amigos, a tus compañeros de trabajo, a clientes ni invitados a menos que sea para entrevistarlos o hablar con ellos al aire.
En una cabina de radio nunca estarás solo. Aunque físicamente no veas a nadie, recuerda que hay cientos, incluso miles de oyentes acompañándote. Háblales a ellos, o mejor, habla con ellos de tú a tú, como si le estuvieras hablando a tu mejor amigo.
Este no es el sitio para adelantar otras labores ni para hacer reuniones de trabajo mientras estás de turno. Cuando estás en la cabina, estás en la cabina haciendo radio. Nada más.
De ahí en adelante, olvídate de actos ‘impuros’ allí. Mantenla limpia y ordenada. No consumas alimentos ni fumes. Si vas a beber algún líquido, ojalá sea en un recipiente a prueba de derrames. Y muy importante: al terminar tu turno, déjala como te gustaría encontrarla a ti.
7. No robarás ideas de tus colegas.
Está bien escuchar a la competencia para ver qué hacen, en qué se equivocan y especialmente ver qué hacen bien. Eso sirve de inspiración y posiblemente te permita generar nuevas ideas.
Pero no copies a tus colegas. Ni a los de la competencia ni a tus compañeros de emisora. Define tu estilo. Usa tu creatividad para hacer cosas nuevas, sorprendentes, que llamen la atención.
Las copias siempre son mucho más baratas que las originales. Por eso les pagan más a quienes inventan y les pagan muchísimo menos a quienes copian…
8. No darás falso testimonio ni mentirás.
Los oyentes no son tontos. El hecho de que no estén llamando a toda hora o comunicándose a través de las redes o el whatsapp de tu emisora no quiere decir que no estén atentos a lo que pasa en ella.
Los oyentes no tragan entero. No digas mentiras. No exageres. Hoy es más fácil que nunca saber si alguien dice la verdad o miente. Y si pierdes tu credibilidad estarás echando a la basura tu carrera.
Por otro lado, que no se te ocurra usar los micrófonos para hablar mal de alguien y mucho menos para insultar, burlarte o cazar peleas con la competencia. El karma de la radio existe. Como decía Julio Sánchez Cristo en lo que llamaba “La ley del bumerán”, todo se devuelve.
9. No desearás ser igual a tu competencia.
Ellos seguramente han pasado por un proceso creativo que les ha permitido imponer un estilo propio que los ha llevado al éxito. No ganarás nada copiándolos. La gente sabe reconocer el original y la copia. Pepsi siempre ha estado a la sombra de Coca-Cola.
Crea tu propio estilo. Investiga qué hace falta en el mercado, cuáles son los gustos no satisfechos por la competencia y ataca con tu propia estrategia para satisfacerlos. Eso requiere más esfuerzo, pero cuando logres encontrar ese nicho disfrutarás de ser el primero.
10. No codiciarás los bienes ajenos.
Un viejo dicho afirma que “la vaca siempre ve más verde el pasto ajeno”. En todas las empresas donde he trabajado, siempre habrá alguien que dice que la emisora de la competencia suena mejor que la nuestra.
Dicen que su logo es más bonito, que hacen mejores eventos, que tienen jingles, que regalan más premios, que hacen más publicidad y que sus locutores ganan más.
Esa no es más que una forma de disculparse por no alcanzar las metas fijadas.
Preocúpate por hacer bien tu trabajo con las herramientas que tienes a tu disposición. Siempre habrá formas creativas de sacarles provecho. Tener más “juguetes” no siempre significa que tu trabajo va a ser mejor que el de los otros.
Conclusión
Las puertas del cielo de la radio estarán abiertas para quienes cumplan con estos mandamientos. Aléjate del pecado y las tentaciones, y seguramente el señor Marconi se alegrará de verte sentado a su diestra…