La pandemia por COVID-19, llegó como un balde de agua con hielos para todas las industrias, esto debido a las consecuencias e implicaciones que ha tenido. En la radio nos quejamos que el impacto ha sido devastador para AM/FM, sin embargo, a continuación te pondré algunos ejemplos, para que analicemos juntos, que dentro de lo malo, nos encontramos en una posición no tan mala.
En un promedio general, las emisoras de radio registraron un decrecimiento del 50% en su publicidad del segundo trimestre de este 2020; los expertos tienen previsto que todo empiece a mejorar en la segunda mitad del año de manera muy lenta. Si evalúas los daños, la radio continúa teniendo la mitad de sus ingresos.
No hago mención que esto sea positivo, pero al menos: 1. No hemos dejado de operar la gran mayoría de emisoras en Hispanoamérica; 2. A pesar de los recortes de personal, las licencias sin goce de sueldo y las reducciones de salario, más de la mitad de las personas involucradas en este ámbito radiofónico continúan con empleo. 3. La radio ya tenía un modus operandi con reservas económicas limitadas, por lo que esta pandemia nos orilló sólo a reajustarnos y apretarnos el cinturón de manera generalizada.
En la otra cara de la moneda, hay industrias que se detuvieron POR COMPLETO, tal es el caso de lo relativo a los eventos de entretenimiento en vivo; conciertos, cines, teatros, deportes, etc. Esta industria estaba cobrando una fuerte relevancia hasta antes de la pandemia, ya que demostró ser necesaria como fuente de desfogue en un mundo tan caótico como el que vivimos. En esos casos, los negocios anteriormente mencionados tienen cinco meses sin operar; a excepción de los cines que recientemente reabrieron con una capacidad de aforo de entre 25% y 30%.
Negocios como Uber, Cabify, Lyft, Didi, entre otros, pasaron de ser necesarios a ser utilizados “sólo en momentos extremadamente forzosos”. Esto no significa que estemos minimizando el daño que la pandemia ha generado en la industria de la radio, sin embargo, en una mirada objetiva, el daño en nuestro medio será reversible para algunas empresas, y ahora mismo estamos yendo a una normalidad con el mismo nivel de operación y calidad, pero con menores recursos económicos y humanos. Ahora quedan dos opciones: adaptarnos, o dejarno consumir por la tragedia.
La cuarentena trajo a la gente una mayor necesidad de mantenerse informada e incluso entretenida en sus hogares, haciendo conexiones emocionales con sus personalidades al aire favoritas. Dentro de lo bueno, también descubrimos que nuestras audiencias potenciales, ahora se convirtieron en radioescuchas reales y leales; muchas personas que tenían a la radio en un concepto erróneo, se tomaron el tiempo de redescubrir nuestro medio de comunicación. Probablemente el fruto de estas nuevas audiencias no se vea tanto ahora, pero después, en un mediano plazo, este fenómeno se traducirá en mayor número de anunciantes debido a que los ratings promedio se han elevado.
Realmente no todas son malas noticias, depende el enfoque que se les dé; por ahora lo único que nos queda como industria es seguir trabajando, buscar oportunidades de negocio y aceptar los ajustes en el cinturón presupuestal. Ya llegarán momentos de vacas gordas.
Esta nota fue realizada con base en información obtenida a través de jacobsmedia.com/blog