Opinión
Cuando inició el tema de la pandemia por COVID-19 todos teníamos una gran esperanza en que esto terminara aproximadamente por el mes de julio, sin embargo, el día de hoy ese mes llega a su fin y nos seguimos dando cuenta que esta enfermedad y su desempeño en la sociedad aún son impredecibles. Si bien las autoridades en toda Hispanoamérica han emitido algunas declaratorias para la protección de la gente, la realidad es que un número considerable de la población no sigue las indicaciones.
Lo anterior es un contexto general, no obstante, en la industria de la radio y el entretenimiento en vivo, las cosas no son mejores. Muchas iniciativas han surgido con el paso de la pandemia, como los conciertos vía Streaming, la transmisión de obras de teatro, los conciertos en espacios enormes en donde la gente puede asistir en sus vehículos, sin embargo, realmente todas estas experiencias no logran equipararse con lo que había anteriormente.
Una desventaja de los shows a distancia es que con uno, dos o tres shows, abarcas a tu público objetivo. Considerando que el precio por boleto de un concierto por streaming es más bajo, la verdad es que las ganancias no serán realmente muy grandes o significativas para repartir entre todo el equipo que labore en la producción.
Una ventaja es que por ahora este tipo de shows son la fuente de generación de ingresos a la cual se puede acceder. Como quien dice: “es lo que hay”.
Realmente el panorama pinta un poco gris, porque hasta que no haya una vacuna contra la COVID-19 es que los espectáculos en vivo podrán seguir como se conocían hasta hace siete meses. Y ahí empezará un nuevo dilema, porque no toda la gente se va a querer vacunar.
En el ejemplo de los autoconciertos, se busca que la experiencia sea lo más parecida posible a lo que se conocía y en parte se ha logrado. Sin embargo, ahí las ganancias no son tampoco tan representativas, por lo que este tipo de shows podrían resultar poco rentables a largo plazo. Imagínate, ¿cuántos carros caben en un concierto de estos? ¿300?, ¿400?, por mucho que se cobre en promedio 200 dólares por auto, realmente lo que sale no sale para pagar a técnicos, ingenieros, equipo de audio, renta del lugar, equipo de management.
Personalmente considero que la industria de la música va a tener que sobrevivir lo que resta del año con las ganancias de música lanzada en radio y Streaming, alianzas comerciales con marcas, regalías, siendo la imagen de algunos productos, etc. Considero que la industria de los eventos masivos se desarrolla en vivo, cara a cara con la audiencia, y ninguna otra implementación, por muy buena que sea, podrá dar ni la misma experiencia, ni los ingresos que hagan que el negocio sea sostenible.
Ahora me gustaría conocer tu opinión, ¿consideras que los conciertos a distancia y los autoconciertos son experiencias que llegaron para quedarse o coincides conmigo sobre que son ideas que no tienen mucho futuro?
Josh Méndez es Licenciado en Ciencias de la Comunicación por la Universidad Nacional Autónoma de México y cuenta con una Maestría en Dirección de Empresas de Entretenimiento por la Universidad Anáhuac.
