Era julio de 1992. Radioactiva tenía el programa de la mañana más exitoso en toda Colombia. Desde Bogotá se transmitía vía satélite esa “Locomotora” para 16 emisoras en todo el territorio nacional, y el éxito se debía a los grandes talentos que conformaban el programa.
Alejandro Villalobos, Gabriel Delascasas, Juan Manuel Correal “Papuchis”, Guillermo Díaz Salamanca, Guillermo “Memo” Orozco, Pedro González “Don Jediondo”, Eduardo Perdomo y muchos otros talentos divertían al público, no solo desde Bogotá sino desde las demás ciudades.
Muchos nos trataban como verdaderas celebridades, hasta el punto que en algún momento recibimos una invitación para almorzar en Palacio con el entonces Presidente de la República, César Gaviria. Algo inesperado e inaudito para nosotros.
Y la historia sucedió así: un día yo estaba haciendo mi turno y recibí una llamada en la que una persona me decía que si queríamos reunirnos con el primer mandatario del país en la Casa de Nariño. Sería un simple almuerzo y un momento para intercambiar unas palabras con él.
Cuando terminé mi turno les conté a mis compañeros lo que había pasado, y Gabriel Delascasas me dijo que él había recibido una invitación similar, así que parecía que era cierta. Sin embargo, no acabábamos de tragarnos el cuento. ¿Por qué el Presidente de Colombia quería reunirse con nosotros?
Al otro día recibí de nuevo la llamada para confirmarme el almuerzo esa misma tarde, a la 1:00. Yo dije que sí, que claro, pero realmente pensaba que se trataba de una broma telefónica de alguno de nuestros oyentes.
A las 12:30 del mediodía les pregunté a Gabriel, Alejandro, Juan Manuel y Andrés Nieto si valía la pena arriesgarnos a ir, o si haríamos el oso al llegar a las puertas del Palacio Presidencial a decir que teníamos un almuerzo con el Doctor Gaviria.
Finalmente, a la 1 de la tarde decidimos que sí íbamos a ir, y si era una broma, simplemente nos reiríamos y contaríamos la historia al otro día en el programa.
Los minutos transcurridos entre el momento en que estacionamos nuestros carros y caminamos hasta la puerta lateral de ingreso a la Casa de Nariño fueron, por decir lo menos, surrealistas. 5 pendejos en jeans y camiseta, mirando a todos lados para saber quién nos estaba gastando esa broma.
Lo cierto es que llegamos a la portería, nos anunciamos nerviosamente, y a los dos minutos salió de Palacio una mujer muy linda y amable que nos atendió con una gran sonrisa y nos invitó a entrar.
Nosotros no lo podíamos creer.
Ella, una de las Consejeras de Presidencia, nos saludó y nos preguntó que por qué habíamos llegado tan tarde. Claro, la cita era a la 1:00 p.m. y ya eran prácticamente las 2:00. Le explicamos que creíamos que era una broma y que, incluso, pensamos que no íbamos a ir.
Ella se rio, nos dijo que no había problema, y que lo único triste del caso era que el Presidente ya había almorzado, así que no podríamos reunirnos con él.
¡Qué vergüenza!
En fin, nuestra anfitriona nos hizo un recorrido por toda la Casa de Nariño, algo que yo nunca hubiera imaginado. Allí, los miembros del Batallón Guardia Presidencial, con sus elegantes uniformes, dejaron de lado su compostura y se acercaron a tomarse fotos con nosotros.
No lo podíamos creer.
Al final del recorrido llegamos a un salón en el que ya estaba preparado nuestro almuerzo. Allí nos sirvieron diferentes platillos en una elegante vajilla de porcelana y con cubiertos de plata. Recuerdo, en particular, la deliciosa sopa de cebolla que nos dieron de entrada.
Cuando ya estábamos terminando de comer, todos quedamos aún más sorprendidos cuando se abrió una puerta y apareció César Gaviria. Todos nos paramos y nos pidió que siguiéramos en lo nuestro.
Nuestra anfitriona nos hizo una pequeña introducción. Él se sentó con nosotros y hubo un silencio absoluto. No sabíamos qué decir. Obvio: todos me miraron a mí, ya que era el director del programa.
Entonces, en medio del bochorno, miré al Presidente y lo único que se me ocurrió decir, fue: “Bueno… ¿y qué más?”
Luego de que todos soltaron la carcajada comenzó a fluir la conversación, y al final terminamos reunidos con él por cerca de media hora
Prepararse es la clave
Al margen de esta anécdota, que hoy encuentro chistosa pero que me hizo pasar una vergüenza terrible, la lección que me quedó es que uno debe prepararse cuando se va a enfrentar a situaciones como esta.
Colombia vivía una situación terrible por esos días. Pablo Escobar se había escapado de la cárcel la Catedral de Envigado y el Presidente se encontraba en una gran encrucijada.
Por otro lado, César Gaviria era un Presidente joven, rodeado de un equipo también muy joven, y seguramente pudimos haber aprovechado mucho mejor esa oportunidad de sentarnos a la mesa con él.
El atenuante es que siempre pensamos que era una broma, pero de todos modos debimos haber llegado con algo preparado.
Y cuento esta historia porque a usted, que trabaja en una emisora de radio, podría pasarle lo mismo. No es que necesariamente lo vayan a invitar a almorzar a Presidencia, pero en su carrera seguramente tendrá que reunirse y entrevistar a grandes personalidades.
Si usted trabaja en radio, es muy posible que en algún momento tenga que entrevistar a un artista, ya sea un actor, un youtuber, un especialista, una autoridad, un político o una celebridad. Pero, lo más probable, es que sus primeras entrevistas las tenga que hacer a cantantes o integrantes de alguna agrupación musical.
Por eso, a continuación, dejaré algunos consejos para llevar a cabo una buena entrevista a un músico.
1. Conozca al personaje que va a entrevistar
Usted no puede abrir el micrófono y decirle a su invitado, como hice yo, “¿y qué más?”.
Investigue. No camine a ciegas. Lo más probable es que termine haciendo el oso como yo y se avergüence usted y a sus compañeros. Cualquier entrevistado será mucho más receptivo si usted parece interesado genuinamente en esa persona.
Usted tiene que investigar acerca de su música, de sus grabaciones, de los trabajos que ya ha lanzado, de los conciertos que ha realizado, y tratar de encontrar si allí hay alguna información curiosa, entretenida o desconocida que usted pueda sacarle al artista.
Por ejemplo, si usted ha investigado un poco y se entera de que ese personaje anda saliendo con otra celebridad, pregúntele acerca de esa relación. O de pronto se da cuenta de que ha estado peleando con alguien en Twitter, dígale que profundice en el tema.
Eso sí, cuídese de no hacer preguntas que hagan que el artista se levante de su silla y se vaya. Al fin y al cabo, ese cantante está allí para promocionar su trabajo, y no querrá ventilar cosas que puedan mostrar una faceta negativa de su vida.
Pero lo ideal es que usted logre hacer una entrevista muy personal y que logre mostrar otros matices del artista, tratando de dejar de lado esas preguntas prefabricadas con respuestas que el artista ya recita de memoria.
2. Haga reír al invitado
Si usted logra que se ría, es mucho más probable que esa persona se muestre más real. Incluso si llega con un discurso aprendido, el hecho de provocarle una risa seguramente hará que baje la guardia y se abra ante usted.
Y lo mejor es que ese invitado reaccionará de una manera más emocional a lo que usted le pregunte de ahí en adelante.
3. Sálgase de su libreto
El artista muy seguramente llegará con su discurso preparado y no va a contar nada nuevo. Repetirá lo mismo que ha dicho en otras entrevistas.
Usted deberá tratar de sacarlo de ese libreto que ya se aprendió de memoria. Pero, ¿cómo lograrlo?
Pregúntele cosas que él nunca hubiera pensado que le iban a hacer. Más abajo publicaré algunas ideas de preguntas que usted podrá usar.
4. Si le piden expresamente que no pregunte sobre algún tema, respete esa solicitud
Hace unos días, el expresidente colombiano Álvaro Uribe le concedió una entrevista al veterano periodista Yamid Amat, y le pidió explícitamente que no le preguntara de política ni de la situación del país, ya que solo quería hablar del regreso del fútbol a los estadios.
Amat respetó esa condición exigida por el expresidente, aunque eso le valió muchas críticas.
Pero usted no es Yamid Amat y su invitado probablemente no será un personaje de la talla del señor Uribe, así que procure cumplir con esa condición, a no ser que quiera arriesgarse a que no le vuelvan a llevar más invitados.
5. No haga preguntas que se respondan con un sí o un no
Nada mata una entrevista más rápido que las respuestas de una palabra, así que haga preguntas que fomenten respuestas detalladas, abiertas y honestas.
Tenga a la mano siempre el recurso de preguntar “¿por qué?”. Con eso puede salvar una entrevista que se queda paralizada por un sí o un no.
6. Sea recursivo
Está bien tener una lista de preguntas que le permitan tener seguridad en el momento de la entrevista, pero si una de las respuestas comienza a dar un giro inesperado y el entrevistado se sale del tema, déjelo. Sea receptivo.
Las mejores entrevistas son aquellas que son conversacionales, así que permítale que se vaya por las ramas. Por lo general, muestran facetas desconocidas de la persona.
De esta forma usted puede lograr una mirada más profunda y genuina del artista, lo cual es más difícil de lograr con un formato estricto e impersonal de preguntas y respuestas.
7. No haga varias preguntas al mismo tiempo
Por experiencia se lo digo. Si usted hace dos preguntas al mismo tiempo, lo más probable es que el invitado solo responda la segunda y se olvide de la primera.
Además, hacer varias preguntas de una vez enredan la conversación y, generalmente, hace que se pierda una línea lógica de conversación. Y lo peor, es posible que surjan temas interesantes que no se explotan lo suficiente porque el invitado pasa a la siguiente respuesta.
8. ¿Y qué le va a preguntar?
Recuerde que el fin de la entrevista es tratar de arrancarle al cantante mucho más que una simple promoción de su nuevo trabajo o de su próximo concierto en la ciudad.
Investigue sobre su vida, sus gustos y aficiones. Póngase en los zapatos del oyente y pregunte sobre lo que una persona de la calle quisiera conocer de ese invitado.
A continuación dejo más de 40 ideas. Probablemente le sirvan para sus primeras entrevistas, pero también le pueden funcionar como inspiración para comenzar a formular otras diferentes que a usted se le vayan ocurriendo:
- ¿Qué lo llevó a convertirse en cantante?
- ¿Quién lo inspiró a hacer música?
- ¿Cómo describiría la música que suele crear?
- ¿Cómo es su proceso creativo?
- Si pudiera abrir un show para cualquier artista, ¿quién sería?
- ¿Le ha dedicado la letra de alguna canción a alguien? ¿A quién? ¿Cuál es la historia?
- ¿Qué mensaje le daría a sus fans?
- ¿Cuál es su talento más inútil?
- ¿Canta en la ducha? ¿Qué canta?
- ¿Qué estaría haciendo ahora si no fuera por su carrera musical?
- ¿Dónde ha actuado? ¿Cuáles son sus lugares favoritos y menos favoritos?
- ¿Cómo siente que Internet ha impactado el negocio de la música?
- ¿Cuál es su canción favorita para interpretar?
- ¿Qué músicos famosos admira?
- ¿Cuál es el mayor problema en el que se ha metido?
- ¿Cuál es el mejor consejo que le han dado?
- Si pudiera cambiar algo de la industria de la música, ¿qué haría?
- ¿Cómo es un día normal?
- ¿Hay un significado oculto en alguna de sus canciones?
- Discuta cómo interactúa y responde a sus fanáticos.
- ¿Qué es lo mejor de ser cantante? ¿Y lo peor?
- ¿Sufre de ansiedad antes de una presentación? ¿Se pone nervioso?
- ¿Qué consejo le daría a alguien que quiera seguir sus pasos?
- Si usted no fuera un cantante en este momento, ¿a qué se habría dedicado?
- ¿Cuál es la pregunta más rara que le han hecho en una entrevista?
- ¿Cuál cree que es su mejor canción, y por qué?
- ¿Con cuál músico le gustaría colaborar? ¿Por qué?
- Si usted pudiera salir de rumba con una cantante, ¿con quién le gustaría? ¿Por qué?
- ¿Cree que a pesar de tantos éxitos en su carrera, todavía hay espacio para mejorar? ¿Qué le falta por aprender o perfeccionar?
- ¿Qué habilidades ha aprendido que le ayudarán en su carrera como cantante?
- ¿Cómo hace para sobrevivir alejado de casa por largos períodos?
- ¿Cómo se prepara antes de salir al escenario?
- ¿Quién es su inspiración y modelo a seguir?
- ¿Qué cualidades debe poseer un buen cantante?
- ¿Cuál ha sido el problema más grande que ha encontrado en su carrera de cantante?
- ¿Ser un cantante es lo que más disfruta en la vida?
- ¿Cómo aprendió a cantar o a tocar un instrumento?
- ¿Cuál fue el primer instrumento que aprendió a tocar?
- ¿Cuál fue la primera canción que se aprendió?
- ¿Hay otros músicos en su familia?
- ¿Qué músicos famosos admira? ¿Por qué?
- ¿Colecciona discos? ¿Escucha discos de vinilo? ¿Cuál es su disco favorito?
- ¿Cómo maneja un error durante una actuación? ¿Qué hace si se le olvida la letra de una canción?
- ¿Cómo equilibra su carrera musical con otras obligaciones: pareja, hijos, trabajo?
Conclusión
Recuerde siempre ponerse del lado del oyente, del fanático, del seguidor del artista. Investigue todo lo que pueda. Llegue preparado. Escuche con atención. Probablemente encontrará temas que no estaban dentro de su plan pero que pueden crear mejores reacciones.
Y, sobre todo, entienda que cuando hace una entrevista, el invitado es la estrella, no usted.