Esta nota fue realizada con base en información publicada través del sitio Hyperbot.com
Uno de los temas claves del negocio de la música es la división de regalías que genere una canción al momento de ser reproducida en lugares públicos (comunicación pública), plataformas de streaming (Spotify, Deezer, Apple Music, etcétera.), reproducción de videos, la radio, e incluso cada que se toca en un show en vivo. Esto es clave para que todos los compositores que participaron de la creación de una melodía, puedan estar tranquilos con la parte que les corresponde.
De primera instancia, al menos en México, las canciones deben estar registradas ante el Instituto Nacional del Derecho de Autor (INDAUTOR), organismo gubernamental que almacenará en su archivo el nombre de la obra, quienes participaron en su creación, y algunos elementos extras como acordes y partituras para que en caso de plagio, se pueda comprobar legalmente quién es la persona que cuenta con un registro sobre esa pieza con mayor anterioridad en el tiempo.
Cuando se realiza un registro ante esta Institución, se pedirá que se especifiqué el porcentaje de la canción que posee cada uno de los compositores, esto para que también se eviten conflictos legales. La suma de lo explicado en el papel de registro, evidentemente tiene que dar el 100%. Por lo que cada que una canción es reproducida y genera ganancias, éstas son recolectadas por sociedades de gestión colectiva.
Suele suceder comúnmente que los autores de una canción se dividan las regalías que genera una canción en partes iguales, por lo que si cinco personas participaron en la composición de una canción (letra y música), a cada uno le corresponderá el 20% de lo que genere esta obra.
“Asegúrese de saber qué esperan los colaboradores de una división de regalías antes de planificar el lanzamiento.”
