Esta nota fue realizada con base en una publicación hecha en mayoclinic.org
Algunas “características” de tu voz podrían ser indicadores de algún tipo de trastorno; es decir, un susurro, seseo o una voz airosa. Para algunas personas puede parecer normal, pues muchas veces se cree que esto es propio del locutor; lamentablemente y en la mayoría de estos casos, la realidad es que podría tratarse de un trastorno vocal, el cual no necesariamente tiene que doler o causar alguna incomodidad para padecerlo, pero si es muy importante saber cómo identificarlo, antes de que cause daños más graves e irreversibles, pues en el peor de los casos una persona puede quedar afónica de por vida por no haber tratado dichos trastornos a tiempo.
A continuación 3 de los trastornos de voz más comunes del aparato fonador y cómo identificarlos:
Pólipo/ nódulo: Éstas son lesiones no cancerígenas, que regularmente padecen las personas que abusan de los volúmenes de la voz junto con una mala técnica de colocación de la misma.
Estos se crean cada vez que una persona forza la voz para hablar sin importar el malestar que este sintiendo; cuando después de haber tenido que gritar o hablar alto durante mucho tiempo y no se deja descansar la voz los días siguientes, lo único que provoca es que las cuerdas se inflamen, creando así un globito en medio de estas, haciendo que no cierren bien (dando una fuga de aire) y dé el resultado de una voz ronca.
Disfonía por tensión muscular: Lo importante de este trastorno vocal es que se trata de algo totalmente neurológico, es decir, el cerebro es el responsable de que la persona que lo padezca hable de manera susurrada, pues en la mayoría de los casos, ésta alguna vez tuvo una infección en las vías respiratorias que le dejo la voz ronca, que para tratar de compensar el tono de su voz, empezó a apretar las cuerdas para tratar de sacar más voz, creando un hábito para el cerebro y dejando su voz así durante un largo tiempo. Afortunadamente existen ejercicios vocales que pueden hacer que este trastorno desaparezca en cuestión de semanas o meses.
Laringitis: En esta enfermedad sólo basta con sentir un terrible dolor cada vez que se hablar para identificarlo; usualmente este padecimiento lo tienen las personas que no cuidan de ninguna manera sus cuerdas vocales, como fumando/tomando excesivamente, forzando la voz cuando se tiene gripe, ignorando los dolores que se presenten en la garganta y también por no usar la técnica adecuada por hablar.
Para evitar cualquier tipo de estos trastornos o enfermedades te recomendamos cuidarte de cambios bruscos de temperatura, así como tener una revisión cada seis meses con tu foniatra y tu otorrino de confianza.
Recuerda nunca automedicarte.
